El mes próximo alguien pagará alrededor de 8 millones de euros por un Mercedes-Benz, pero no, no existe ningún modelo actual de la casa de Stuttgart que se acerque siquiera a semejante valor. Hablamos de un coche clásico, por supuesto, y uno tan especial como para tener un precio así. Sólo se fabricaron 419 ejemplares de este lujoso automóvil a finales de los años treinta.
Ese es el precio que algunos expertos estiman alcanzará en subasta de RM Sotheby's, el mes que viene, este Mercedes-Benz 540 K Special Roadster, que además no es un 540 K cualquiera. El apellido Special Roadster significa que únicamente hubo 25 unidades como éste. ¿Ves por qué es tan especial? Además, según se dice éste podría ser el último de todos cuantos se fabricaron.
Encargado en 1939 por el tratante de arte berlinés Rolf Horn, este 540 K, de más de cinco metros de largo y totalmente original, equipa un 5.4 litros de ocho cilindros y sobrealimentado por compresor, pero es que además Horn lo pidió a su gusto, con puertas más bajas, aletras frontales en forma de gotas, parabrisas más inclinado, carrocería más voluptuosa, detalles cromados etc...
Al poco de desencadenarse la Segunda Guerra Mundial, el dueño de este Mercedes-Benz lo guardó hasta que paso la tormenta. El coche volvió a ver la luz en el Berlín comunista y fue utilizado por diplomáticos soviéticos, transportado después a Moscú y exportado de manera ilegal primero a Suecia y después a Estados Unidos, donde reside hoy día.
La firma canadiense de subastas, que venderá este vehículo en su cita de enero en Arizona, ya vendió ésta misma unidad en 2011 en Monterey por 4,62 millones de dólares, aunque ahora su valor estimado se mueve entre 7,4 y 8,4 millones de dólares. Este mismo año, también en Arizona, la compañía subastó otro 540 K, que alcanzó los 9,9 millones de dólares, aunque el récord absoluto lo tiene uno vendido en Pebble Beach en 2012 por 11,77 millones de dólares.