Puede que no lo conozcas, pero el Ferrari 330 LM que carrozó Scaglietti en 1962 es una bestia de carreras que la marca del Cavallino Rampante fabricó sobre la base del Ferrari 250 GTO.
Su diseño es prácticamente idéntico al del Ferrari 250 GTO del que deriva, uno de los coches más especiales (y caros) de la historia, pero dentro esconde una mecánica diferente. Ahora sale a subasta y puede alcanzar un precio astronómico.
Parece un Ferrari 250 GTO, pero no lo es
Si te gustan los coches tienes que conocer el Ferrari 250 GTO. Es uno de los deportivos más especiales de todos los tiempos y lleva décadas enamorando a cualquier aficionado al mundo del automóvil.
Su diseño, sus prestaciones, los logros en competición y su exclusividad (solo se fabricaron 36 unidades) son las razones de su popularidad, pero también su precio. No es habitual que un Ferrari 250 GTO cambie de manos, pero cuando lo hace, es a cambio de precios desorbitados.
Uno de los últimos que se vendió costó más de 41,6 millones de euros. Pero esto fue en 2018 y desde entonces han cambiado muchas cosas en el mundo, incluido el precio de los coches. Aunque esa unidad del modelo italiano se convirtió en el coche más caro del mundo, en 2021 fue superada por un Mercedes-Benz 300 SLR que se vendió por 135 millones de euros.
Que otro coche supere ese precio es francamente complicado, pero el Mercedes-Benz de 135 millones nos dejó claro que, hoy por hoy, puede pasar cualquier cosa, por lo que no es descabellado pensar que ciertos modelos se puedan vender todavía más caros.
Uno de los candidatos a superar esa cifra es, precisamente, el Ferrari 250 GTO. Sería muy difícil porque su cotización actual es de unos 60 millones de euros, pero hay otro Ferrari todavía más exclusivo y especial que podría superarlo. Y el próximo 13 de noviembre saldrá a subasta.
Se trata del Ferrari 330 LM de 1962 y la casa de subastas RM Shoteby’s se encargará de venderlo al mejor postor el mes que viene. En teoría debería venderse por un precio similar al que podría tener un Ferrari 250 GTO, pero también podría dar la sorpresa.
Se trata de un modelo bastante más desconocido entre los entusiastas y, sobre todo, uno de esos coches “raros” que han marcado la historia de Ferrari. Y es que, a simple vista, cualquiera diría que es un Ferrari 250 GTO del mismo año, pero no lo es.
El diseño de ambos modelos es prácticamente idéntico, pero el Ferrari 330 LM es ligeramente más largo, más ancho y más bajo. El 250 GTO mide 4325 mm de largo, 1600 mm de ancho y 1210 mm de alto, mientras que el Ferrari 330 LM mide 4360 mm de largo, 1675 mm de ancho y 1245 mm de alto.
La diferencia es mínima, pero suficiente para que Ferrari pudiese ampliar la distancia entre ejes del 330 LM para montar un motor más grande que el del 250 GTO. De esta forma, la batalla del 250 GTO era de 2400 mm y la del 330 LM era de 2420 mm. Las vías del segundo también eran ligeramente más anchas que las del 250 GTO.
Gracias a ello, Ferrari pudo utilizar en el 330 LM un bloque V12 de 3.967 centímetros cúbicos, en lugar del V12 de 2.953 centímetros cúbicos del 250 GTO. Puedes consultar la ficha técnica y otros datos del 330 LM y del 250 GTO en la web de Ferrari.
Ambos, eso sí, estaban colocados delante de forma longitudinal y tenían una V a 60 grados, pero el V12 de 3.0 litros del GTO se “conformaba” con 300 CV y el V12 de 4.0 litros del LM llegaba hasta los 390 CV. Además de ganar cilindrada, en el 330 LM el embrague sencillo del 250 GTO se sustituyó por uno multidisco y los seis carburadores dobles Weber eran más grandes.
Al llevar un motor más grande, el 330 LM pesaba 950 kg, es decir, 70 kg más que el 250 GTO del que derivaba, sin embargo, el extra de potencia lo compensaba y ambos ofrecían unas prestaciones similares, siendo capaces de alcanzar los 280 km/h. Recordemos que hablamos de coches de hace más de 60 años.
¿Por qué tomó esta decisión Ferrari? Pues bien, el 330 LM nació para cumplir con los cambios reglamentarios de la FIA a los que ya no se ajustaba el 250 GTO. El objetivo era seguir participando en este coche en carreras como las 24 Horas de Le Mans.
Tan importante era Le Mans que el Ferrari 330 LM se llama así porque la cilindrada unitaria de cada cilindro es de 330 centímetros cúbicos y las siglas LM vienen de ‘Le Mans’. Claro que también había quien se refería al 330 LM como “el GTO de motor grande” por su extraordinario parecido.
Por su parte, el 250 GTO tiene ese nombre porque la cilindrada unitaria de cada uno de sus doce cilindros es de 250 centímetros cúbicos y las letras GTO significan ‘Gran Turismo Omologata’.
Volviendo a la unidad que se subasta, es la que tiene el chasis número 3765 y también es la que más se parece estéticamente al Ferrari 250 GTO. Otras unidades del 330 LM tuvieron otro diseño, como el 330 LM Berlinetta que tenía una trasera más parecida a la del 250 Lusso.
Tanto el 250 GTO como el 330 LM de este artículo estaban carrozados por Scaglietti, pero el 330 LM Berlinetta fue obra de Pininfarina.
Según señala RM Shoteby’s, el 330 Lm que se subasta logró la victoria de su clase y el segundo puesto general en los 1.000 km de Nürburgring de 1962. También fue el coche oficial de la Scuderia Ferrari en las 24 Horas de Le Mans de 1.962, conducido por Mike Parkes y Lorenzo Bandini, pero tuvo que abandonar por un problema mecánico. Además, fue subcampeón en el Campeonato Siciliano de Subida de 1965.
En su día, fue propiedad un presidente del Ferrari Club of America y a lo largo de los últimos 38 años ha pertenecido a su propietario actual. En este tiempo ha ganado varios premios y concursos de elegancia, como el de Amelia Island.
Todo está documentado con artículos de revistas y también incluye las hojas de fabricación originales y la documentación de sus propietarios y las carreras en las que participó.