Un concesionario francés acaba de sacar a subasta un Renault Clio de primera generación que solo tiene 909 kilómetros. Se estrenó en España hace más de 30 años y está como nuevo.
De momento, la puja más alta es de 3.200 euros, pero la subasta termina el próximo domingo y se espera que se acabe vendiendo por un precio más alto. Por supuesto, no tiene etiqueta medioambiental, pero es tu oportunidad de comprar lo más parecido a una cápsula del tiempo.
Hace unos meses pasó su primera ITV, y a la primera
Madrid, 24 de julio de 1991. En pleno verano, alguien saca de un concesionario Renault un flamante Renault Clio con carrocería de tres puertas, acabado RN y motor gasolina de cuatro cilindros y 1.4 litros que desarrolla 81 CV asociado a una caja de cambios manual de cinco marchas.
En ese momento no se podía hablar de primera generación del Clio porque el modelo francés acaba de lanzarse para sustituir al viejo Renault Supercinco y todavía quedaban muchos años para que los del rombo presentasen su segunda entrega.
Por supuesto, tampoco se hablaba de electrificación, ni de etiquetas medioambientales de la DGT, ni de conectividad. Tampoco de precios de partida de 20.000 euros, o más, para un utilitario (en realidad, como no existía el euro, lo suyo sería decir casi tres millones y medio de pesetas).
Eran otros tiempos y existían los coches accesibles, de hecho, este Clio era una de las opciones más interesantes: simple, práctico y asequible, incluso para los jóvenes que buscaban su primer coche y más si eran 'JASP' (Jóvenes Aunque Sobradamente Separados) . Con todo, se veía muy moderno comparado con la mayoría de modelos que circulaban por Madrid en el verano de 1991.
Más de 30 años después las cosas han cambiado mucho, pero esta unidad del Renault Clio se ve exactamente igual que el día que se estrenó y seguiría llamando la atención si circula por Madrid. Y no solo porque apenas quedan coches “de su quinta” dentro de la M-30, sino porque está como cuando salió del concesionario. Literalmente.
En todo este tiempo solo ha recorrido 909 kilómetros y ha estado 30 años guardado en un garaje. Ahora, el portal Collecting Cars lo acaba de sacar a subasta, por lo que es imposible saber por cuánto se acabará vendiendo.
En el momento en el que se está escribiendo este artículo, la puja máxima es de 3.200 euros, por lo que ya supera con diferencia el precio de reserva (500 euros) y el de cualquier Clio 1 que no sea un 16V o un Williams, pero la subasta termina el domingo a las 19:56 y hasta entonces las pujas irán subiendo.
Es probable que este Clio acabe costando varios miles de euros, a los que el comprador tendrá que sumar la prima para Collecting Cars, que en el caso de España es del 6% del precio de venta.
Normalmente, un Clio de ese año, con el acabado RN y el motor gasolina de 81 CV se vende incluso por menos de 1.000 euros. Pero esta unidad está inmaculada y tiene menos de 1.000 km, lo que la convierte en una auténtica cápsula de estreno.
Solo hay que ver las fotos que ha publicado Collecting Cars para ver su estado. Está impoluto, tanto por dentro como por fuera. Las llantas de 13 pulgadas con un diseño 100% noventero, la pintura Ice White, la tapicería, los plásticos del habitáculo y hasta el radio casette original Philips, el no va más de aparatos multimedia a principios de los 90.
También tiene todos los documentos originales, un nuevo permiso de circulación a nombre de su segundo dueño y la hoja que acredita que ha pasado la ITV este mismo año, únicamente con dos fallos leves.
El medio L’argus ha averiguado cuál es su historia. Por lo visto, su primer dueño circuló 748 kilómetros y lo guardó en el garaje donde ha permanecido desde entonces. Parece que el motivo por el que lo hizo es que cogió miedo a conducir.
Durante estos años, su dueño ha pagado la plaza de garaje, los impuestos que le corresponden al coche y su seguro, pero no lo ha movido. Desde el punto de vista técnico es algo malo porque un coche parado sufre mucho, pero gracias a ello se ha conservado de maravilla.
Según dice L’argus, el dueño original decidió vender el coche hace unos meses y el comprador, otro español, lo puso al día. Además de llevar a cabo el mantenimiento que necesitaba, cambió los neumáticos y otros elementos de desgaste, limpió el circuito de gasolina y lo dejó listo para circular.
Unos meses después, esta persona le vendió el coche a un concesionario francés especializado en coches clásicos y este concesionario es el que lo subasta a través de Collecting Cars.
El coche todavía tiene su matrícula española original (M-6483-ML), pero se encuentra en Francia. El nombre que figura en el permiso de circulación es el de su segundo dueño, por lo que, técnicamente, la persona que lo compre será su tercer propietario, aunque realmente se estará llevando un coche “de kilómetro cero” 32 años después de su estreno.