A veces, en la Historia del Automóvil, encontramos injusticias que vienen desde muy atrás, como lo que le pasó al fundador de Renault. En esta ocasión nos tenemos que remontar a la floreciente Alemania nazi, antes de que estallase la Segunda Guerra Mundial. En esa época se dijo mucho lo “Deutschland über alles”, lo que significa Alemania por encima de todos.
Uno de los iconos de la industria alemana era el Mercedes-Benz 500K Roadster. Era un prodigio tecnológico, suspensión independiente a las cuatro ruedas, motor 5.0 L8 (en línea) con 160 CV, velocidad y confort, descapotable, lujoso, etc. Resumiendo, un cochazo para gente acaudalada, de los más caros de la época.
Por entonces, Hans Friedrich Prym era un industrial que había hecho dinero en Aquisgrán (cerca de Bélgica). Fabricaba botones y cremalleras, y con las ganancias de su trabajo se compró un 500K, pero no uno cualquiera, sino un Spezial Roadster, del que solo hubo 29 unidades, con número de chasis 105380. Un buen día, se lo robaron, en los últimos compases de la SGM.
Para resumir un poco el contexto histórico, Alemania fue invadida por el norte por los soviéticos, y desde Francia y Países bajos por los aliados en primera instancia. Las tropas del General Maurice Rose entraron en Alemania, desde Bélgica, en marzo de 1945. El III Reich aguantó poco tiempo más.
Hans Prym fue a la cárcel por orden de los invasores, como otros tantos alemanes que no tenían nada que ver con el conflicto en el terreno bélico. Sus propiedades fueron usadas por el ejército norteamericano temporalmente como base. Cuando salió de la cárcel el coche había desaparecido.
El industrial entró en cólera cuando se enteró, no se imaginaba que se lo iban a quedar como botín de guerra, pero así ocurrió. Su hija tiene 84 años, vive en EEUU, y pretende recuperar lo que por justicia es de su familia. Está más cerca de conseguirlo.
Una auténtica joya
Se fabricaron 342 unidades del 500K, de las cuales, solo 29 como el de Hans Prym. Se desconoce qué fue del coche hasta los años 70, y hasta hace poco, estaba en manos de un coleccionista holandés que pagó por él casi 3,8 millones de dólares en Monterrey (California) en 2011. Por su escaso número y condición, este coche está muy apreciado en el mercado de históricos.
Estos coches suben de precio cada vez que cambian de manos. Cuando el coleccionista quiso exhibirlo en la Techno Classica de Essen (Alemania) en marzo, ya había una reclamación puesta por la familia Prym, y el coche fue requisado por orden judicial. El coleccionista se quedó más blanco que el lateral de las ruedas.
En primer lugar, un tribunal regional de Hamburgo dijo que no había evidencia de que los soldados aliados hubiesen desvalijado los bienes de Prym, sino que el coche había sido vendido legalmente. Afortunadamente, a veces la justicia hasta acierta, y considera legítima la reclamación de la familia. Todavía no lo han recuperado, pero están más cerca que nunca de volver a tenerlo.
En cuanto al coleccionista holandés, se tendrá que conformar con ajo y agua, es lo que tiene comprar propiedad robada, aunque dudo que lo imaginase cuando lo compró. El valor del coche puede rondar los 4 millones de dólares hoy, si nunca se deshacen de él, seguirá creciendo en valor. Hans Prym ya puede descansar en paz.
El 500K podía alcanzar los 160 km/h, y cuando lo hacía, “solo” consumía 30 l/100 km. El motor estaba sobrealimentado con un compresor Roots. Eso no es todo, también tenía cristales laminados, frenos hidráulicos, sistema eléctrico de 12 voltios con limpiaparabrisas, cierre centralizado, etc.
Se produjo en Sindelfingen, donde sigue habiendo fábrica de Mercedes en la actualidad. Era un coche bastante pesado, casi 2,7 toneladas, y existía en dos batallas, la corta (2,98 m) y larga (3,29 m). Para batalla, la que tiene la familia Prym desde hace 67 años. Eso es echarle paciencia.
Cronología del 500K con número de chasis 105380
- 6 febrero de 1935: el coche abandona la línea de fabricación de Sindelfingen
- 14 al 24 de febrero de 1935: se expone en el Salón de Berlín
- 22 de marzo de 1935: el coche se envía al concesionario de Aquisgrán
- 25 de abril de 1935: Hans Prym se convierte en el primer dueño del coche
- marzo de 1945: el coche desaparece de la finca de la familia
- 1976: el coche es ahora de Don Dickson, que se lo ha comprado a Russell Strauch
- 1988: Richie Clyne compra el coche a Dickson
- 1991: el coche se restaura por completo en Saugus (California)
- agosto de 2011: el coche pasa de la familia Lyon a Frans van Haren
- marzo de 2012: la policía alemana requisa el coche durante la Techo Classica
- mayo de 2012: la justicia alemana considera legítima la reclamación de los herederos de Prym
¿Tendremos final feliz o se lo devolverán a van Haren?
Vía | Automotive News
Fuente | Wikipedia, Mercedes Heritage, RM Auctions (aquí está la historia más detallada), 0-100.it (en italiano)