Justo antes de la puesta de largo oficial del renovado Mercedes-Benz SL en el Salón de Los Ángeles, la marca de la estrella nos invitó a conocer de primera mano su descapotable, y qué mejor escenario para enseñárnoslo que uno de los garajes más impresionantes de Estados Unidos (con permiso de Jay Leno), el de Bruce Meyer, un auténtico apasionado de los vehículos clásicos y de competición.
Situado en Beverly Hills, en un edificio donde jamás pensaríamos que dentro se encuentran verdaderas joyas de la historia de la automoción, el bueno de Meyer guarda algunos de sus coches más emblemáticos, entre los que se incluyen preciosos clásicos, coches de carreras ganadores de Le Mans, motocicletas de diversas épocas y hasta una lancha con motor V8. Impresionante.
Una vez dentro nos topamos con un elevador, que sirve para subir a la planta superior los vehículos, con un espectacular Mercedes-Benz 300 SL Roadster en color plata, junto a una motocicleta Norton y una puerta de coche patrulla de la policía de Beverly Hills decorando la pared. Esto pinta bien, desde luego. ¿Qué más nos encontraremos en el piso de arriba? Vamos a verlo.
La estrella de la noche es, obviamente, el Mercedes-Benz SL 2016, pero para enamorados del motor como nosotros, este es un lugar de ensueño. Estas paredes recogen mucha, mucha historia. Lo mejor de todo es que son coches que se utilizan, y a menudo. No se trata de una colección "de museo", sino de un conjunto de joyitas que su dueño saca a pesear asiduamente, sobre todo en circuito y eventos de clásicos de todo tipo.
El propio Bruce Meyer, micrófono en mano, nos explicó brevemente la historia de los diferentes modelos allí presentes, si bien su colección es mucho más extensa. Siendo Mercedes-Benz la organizadora del evento, muchos de los vehículos allí expuestos eran precisamente modelos de Stuttgart, por lo que muchas otras maravillas "se quedaron fuera" del garaje.
Mercedes-Benz SL 2016, en 'petit comité'
Tal y como ya os contamos hace unos días, el renovado SL tiene un aspecto mucho más en la línea de los nuevos modelos de la casa, como el Mercedes-AMG GT e incluso los coupés (Clase S y Clase C). El frontal, que es lo que más cambia, tiene un aire nuevo y mucho más atractivo que antes, que seguramente también lo herede el futuro SLC.
En las vistas lateral y trasera las diferencias son menos obvias, si bien también las hay. Eso sí, es por dentro donde los cambios son más limitados, ya que el habitáculo sigue siendo "de anterior generación", con leves retoques estéticos. Se incorpora un nuevo sistema de apertura de la capota (hasta 40 km/h), un nuevo sistema de infoentretenimiento con integración de Apple Car Play, control remoto de ciertas funciones a través del smarthpone...y poco más.
Por lo demás, bajo el capó la oferta se mantiene, aunque la variante SL 400 V6 es ahora 35 CV más potente (367 CV) y todas las motorizaciones de la gama incorporan ahora la nueva caja de cambios 9G-Tronic de nueve relaciones.
Las joyas del garaje
Quizá uno de los coches de los que más orgulloso está Meyer es su Ferrari 250 TRC Testa Rossa de 1957, que para él es el coche más bonito de su colección. En color plata, es un coche que tiene un pasado en las carreras y que perteneció a un piloto de competición llamado John Von Neumann, que era al mismo tiempo uno de los vendedores de Ferrari con más renombre de todo California.
En el garaje encontramos también el primer Cobra fabricado, que llegó a participar en entrenamientos de las 24 Horas de Le Mans pero no llegó a competir, un Bentley 4.5 litros de 1929 completamente original (chasis, carrocería, motor, transmisión, etc...), un Mercedes-Benz 300 SL "alas de gaviota" de color negro o un Mercedes-Benz 300Sc Cabriolet de 1957 que perteneció a Clark Gable, y en el que todo salvo la tapicería de cuero y los neumáticos es también completamente original.
También llama la atención un 1929 Duesenberg Model J one-off, uno de los coches más espectaculares de la colección, aunque quizá nuestro favorito sea el Porsche 935 Kremer, ganador absoluto de Le Mans, ligero y con cerca de 1.000 CV de potencia, con el que Bruce ha ganado distintos premios en concursos de clásicos y con el que ha rodado en circuitos como Laguna Seca.
Una de las pasiones de Meyer son los Hot Rod, y por eso en su garaje cuenta con muchos de ellos, incluídos vehículos creados para Bonneville con los que él mismo ha participado en la prueba. Uno de los más interesantes es el llamado Greer Black Prudhomme Dragster (de color amarillo), muy estrecho, con pequeñas ruedas y un aspecto brutal. Y por supuesto, también posee muchas motos, incluída una Triumph "Two Timer" de dos motores, famosa en carreras de aceleración.
Y para terminar, no podemos dejar pasar la lancha Miss Daytona con motor miller V8, terminada con un precioso trabajo en madera brillante, con cientos de clavos a la vista. Si os interesa saber más sobre ella, podéis ver éste vídeo, con el propio Meyer a los mandos.
Salimos del garaje con cierta sensación de dejarnos mucho en el tintero, pero es lo que tienen estos eventos. Nos encantaría conocer esta colección con más calma, pero al menos hemos tenido la inmensa suerte de estar aquí, de conocer a Bruce y de contemplar algunas de las joyas de su garaje. Una gran experiencia, desde luego.
Fotos | Mercedes-Benz y Javier Álvarez