El Mazda CX-30 estrena el vanguardista motor Skyactiv-X: desde 29.975 euros para el SUV compacto

Tras llegar a los concesionarios de nuestro país a principios de este mes de septiembre asociado a los motores gasolina y diésel Skyactiv-G y Skyactiv-D, el Mazda CX-30, tercero en discordia de la familia SUV de la firma, da ahora la bienvenida al esperado, y revolucionario, motor Skyactiv-X desarrollado por la firma nipona: un propulsor gasolina atmosférico con consumos cercanos a los de un diésel. Su precio, sin descuentos asociados, parte de los 29.975 euros.

Si bien el Mazda CX-30 Skyactiv-X ya puede configurarse en la web oficial de Mazda, las primeras entregas se efectuarán a lo largo de octubre, a diferencia del Mazda3 Skyactiv-X, cuyas primeras unidades ya están comenzando a entregarse estos últimos días de septiembre.

Con este propulsor de cuatro cilindros de 2.0 litros y 180 CV, que según Mazda aún lo mejor del diésel y de la gasolina y es único en el mercado, la familia del CX-30, idéntica en opciones mecánicas a las del Mazda3 por cierto, se completa ofreciendo dos variantes de gasolina, el mencionado Skyactiv-X y el Skyactiv-G de 2.0 litros y 122 CV, ambas mild-hybrid, y una única diésel, el Skyactiv-D de 1.8 litros y 116 CV de entrega.

Para el Mazda CX-30 Skyactiv-X se mantienen los mismos acabados que encontramos en el resto de la gama (Origin, Evolution, Zenith) y permite asociarse con cajas de cambio manual o automática, ambas de seis velocidades, así como a tracción delantera o total i-AWD.

Un corazón gasolina, con alma de diésel... y microhíbrido

El motor Skyactiv-X se diferencia de los motores convencionales de gasolina por hacer uso de la vanguardista tecnología SPCCI, cuyas siglas se traducen al castellano como encendido por compresión controlado por chispa. Y ello significa que este sistema combina la combustión convencional con el encendido por compresión, sirviéndose de una bujía en ambos casos.

En esencia, este propulsor se caracteriza por, en modo SPCCI, realizar una mezcla con una cantidad de aire mayor, entre dos y tres veces más pobre que los motores tradicionales de gasolina, lo que le ayuda a conseguir una eficiencia mayor de combustible y más cercana al diésel, sobre todo a un régimen bajo y medio de revoluciones.

De esta manera el Skyactiv-X, que ya hemos probado en el Mazda3 y brevemente en el propio Mazda CX-30, ofrece el comportamiento y dinamismo propio de los gasolina, pero con las ventajas de un diésel, no sólo en consumo y emisiones, sino también por ofrecer mayor par, que se fija en un máximo de 224 Nm a 3.000 rpm en comparación a los 213 Nm del Skyactiv-G.

Asimismo, y al igual que ocurre con el gasolina convencional, este Skyactiv-X incorpora la tecnología Mazda M Hybrid, siendo por tanto microhíbrido y disfrutando de la etiqueta Eco de la DGT con las ventajas que ello supone: bonificaciones de matriculación y en impuesto de circulación, apto para zonas de bajas emisiones, no le afectan las restricciones por elevados episodios de contaminación...

Así, el Skyactiv-X va acompañado de un pequeño motor eléctrico, concretamente un generador reversible integrado (ISG) que, en su caso y a diferencia de la mayoría de los sistemas mild-hybrid, va alimentado por una batería de 24V en vez de una de 48V. Y es que el sistema Mazda M Hybrid no necesita más, lo que supone además un ahorro en costes.

El ISG no sólo alimenta los sistemas eléctricos del coche, sino que también asiste al motor principal en momentos puntuales, además de ayudar al cambio en las transiciones de marcha o durante las detenciones producidas por el i-Stop de parada y arranque del motor. Y a ello se suma que, en frenadas y desaceleraciones aprovecha la energía cinética para cargar la pequeña batería de 24 voltios.

Con todo esto en la mano el Mazda CX-30 Skyactiv-X homologa un consumo de 5,9 l/100 km en ciclo mixto (WLTP), en el caso de la variante de tracción delantera y con cambio manual, que asciende a los 6,5 l/100 km con tracción total y a los 7,0 l/100 si además va asociado a la caja automática.

Barra libre de tecnología

Como ocurre con otros retoños Mazda, el todocamino compacto CX-30 viene con todo un arsenal tecnológico de serie desde su acabado más básico. Aunque bien es cierto que los sistemas más novedosos e interesantes son opcionales, integrados en el Pack Safety.

Sin sobreprecio y desde el acabado Origin, el CX-30 equipa tecnologías de asistencia como frenada automática de emergencia en ciudad con detecto de peatones, control de ángulo muerto, detector de tráfico trasero, reconocimiento de señales de tráfico, sensor de párking trasero, avisador por cambio involuntario de carril, control de crucero adaptativo o detector de fatiga convencional.

No obstante, si se busca un extra de seguridad, lo encontramos en el Pack Safety que añade detector de fatiga con cámara infrarroja (que monitorea al conductor), detector de tráfico posterior con frenada activa, detector de tráfico delantero (muy útil para cruces con baja visibilidad o cuando se sale de un estacionamiento), cámara 360º o asistente de tráfico y crucero, que permite al CX-30 conducir de forma autónoma en atascos.

El Mazda CX-30 Skyactiv-X oscila entre los 29.975 euros, correspondientes al acabado Origin en variante de tracción delantera y cambio manual, y los 37.675 euros en versión Zenith y asociado a tracción integral y cambio automático. Hay que señalar además que, como ocurre con el Skyactiv-G, la tracción total i-AWD sólo puede seleccionarse con el acabado Zenith. Además, el CX-30 disfruta en su lanzamiento de un descuento de 2.800 euros.

Precios Mazda CX-30 Skyactiv-X

CAMBIO

TRACCIÓN

ORIGIN

EVOLUTION

ZENITH

Mazda CX-30 SKYACTIV-X 2.0 180 CV

MT6

2WD

29.975 euros

31.625 euros

32.875 euros

Mazda CX-30 SKYACTIV-X 2.0 180 CV

AUT6

2WD

-

34.425 euros

35.675 euros

Mazda CX-30 SKYACTIV-X 2.0 180 CV

MT6

i-AWD

-

-

34.875 euros

Mazda CX-30 SKYACTIV-X 2.0 180 CV

AUT6

i-AWD

-

-

37.675 euros

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