Cuando se dio a conocer en el Salón de París, el Lamborghini Asterión LPI 910-4 quizá sorprendió por su forma, pero no por su fondo. Que el Asterión iba a ser híbrido era casi un secreto a voces; de hecho, la firma de Sant'Agata Bolognese anunció ya en 2009 que buscarían en la hibridación una nueva vía para algunos de sus modelos. Por lo tanto, poco pasmo supuso ver al toro puesto a dieta de gasolina y agarrando una batería a modo de suplemento vitamínico.
El caso es que el directivo de Lamborghini Stephan Winkelmann, el mismo que hace 6 años pronosticó un híbrido para 2015, comenta ahora que lo del Asterión con motor híbrido no ha sido la mejor idea que hayan tenido en su casa. O sea, que quizá no llegue ni a producción, salvo que alguien con una abultada cartera pida un one-off, y en ese caso le montarían el V12 de un Aventador. En resumen: a Winkelmann el diseño del Asterión le chifla, pero el sistema híbrido no.
No es que Winkelman sea contrario a los híbridos, pero el directivo opina que esas motorizaciones y los superdeportivos juegan en niveles distintos, por más que le pese a la gente de Ferrari y a la de McLaren. ¿La razón? La masa suspendida que añade todo el sistema híbrido, muy importante en los superdeportivos y no tanto en otros vehículos. ¿Por ejemplo? Por ejemplo los SUV:
Creo firmemente que este no es un coche que vayamos a ver en producción. [En un SUV] sería más fácil en términos de peso, ya que es menos relevante ahí que en un coche ligero como los superdeportivos.
¿Alguien ha dicho Urus híbrido para 2017?
Vía | Maxim. ¡Un saludo para Juan Manuel!
En Motorpasión | Lamborghini prepara su primer híbrido (2009) | Lamborghini Asterión LPI 910-4