El grupo Volkswagen podría estar dispuesto a compartir su plataforma de coche eléctrico con Ford. El pasado mes de junio, ambos grupos consideraban llegar a un acuerdo para el desarrollo y la producción de algunos vehículos, entre ellos los industriales ligeros. Pero hace poco, el director financiero de Volkswagen, Frank Witter, explicó que la compañía está abierta a muchas más colaboraciones que en el pasado. Y eso podría incluir vender su plataforma MEB a terceras marcas fuera del grupo Volkswagen.
En la rueda de prensa de los resultados del grupo Volkswagen para el tercer trimestre de 2018, se le preguntó si permitirían a Ford comercializar coches con la plataforma MEB de coches eléctricos, Witter se limitó a contestar que están discutiendo la posibilidad de que marcas externas al grupo tengan acceso a la tecnología MEB, pero que aún no hay un decisión tomada.
Ford y Volkswagen ya han colaborado en el pasado, con la primera generación del Volkswagen Sharan/SEAT Alhambra que Ford vendía en Europa como Ford Galaxy. Sin embargo, en este caso estamos hablando de una plataforma de coche eléctrico, es decir, la tecnología que permitirá a los fabricantes tradicionales reinventarse y mantenerse en los primeros puestos.
Disponer de una plataforma propia y asegurarse la producción de baterías es una baza tan estratégica que difícilmente un fabricante la compartiría fuera de su grupo. Si bien es cierto, con un matiz importante, que solo se habla de la plataforma, no de las baterías. De este modo, Volkswagen seguiría manteniendo en teoría una posición de ventaja frente a Ford.
Volkswagen dispuesta a vender parte de su baza estratégica para abaratar costes
¿Cómo puede Volkswagen considerar esta posibilidad? Recordemos que el grupo Volkswagen quiere fabricar 10 millones de coches eléctricos a lo largo de la vida comercial de la plataforma MEB. Para ello Volkswagen -la marca- propondrá el ID, un coche que quiere ser tan disruptivo como lo fue el Escarabajo en los años 50. Le seguirá el ID Crozz, el SUV imprescindible en toda gama que se precie, el cual será el modelo estrella para China y Estados Unidos.
No todos saldrán de la factoría de Zwickau, en Alemania. En China, Volkswagen dedicará dos fábricas para su gama de eléctricos y decidirá a finales de 2018 si finalmente fabrica tres modelos más de coche eléctricos en la factoría estadounidense de Chattanooga. Y eso es solo para la marca Volskwagen. Junto con Audi, SEAT y Skoda, el grupo tendrá hasta 27 modelos de coches eléctricos sobre la base de la plataforma MEB.
Sí son muchos coches (150.000 unidades en 2020) y un volumen enorme para 2022, año en el que prevén que se fabriquen en grandes series. Obviamente, para que esa plataforma sea rentable se ha de fabricar en grandes cantidades. Y más aun cuando esos coches deben ser igual de buenos que los Tesla y costar la mitad, como dejó caer Herbert Diess (CEO de Volkswagen en televisión)
Y ahí es cuando la idea de asociarse a Ford les puede ser útil. Si entra Ford, serían todavía más coches, lo que haría bajar el coste unitario y se amortizaría antes la inversión. Y por supuesto, a Ford no se le vendería la plataforma MEB al mismo precio que a SEAT o a Skoda... Lo que no sabemos es si Ford estaría dispuesta a comprar la plataforma MEB. Y es que de ser así, sería reconocer que el gigante del óvalo azul lleva un cierto retraso, casi preocupante, en el desarrollo de su gama eléctrica.
Para Witter, el coche eléctrico no es el único elemento en el que Volkswagen y Ford podrían colaborar, la conducción autónoma sería otro elemento en el que los dos fabricantes podrían colaborar. “No es un secreto que esto [la conducción autónoma] es algo muy caro de desarrollar”, explicó añadiendo que viendo el liderazgo de Waymo en este campo en Estados Unidos los dos grupos podrían unirse para recuperar el terreno o ver como pueden reforzar sus actividades. Pero todavía no hay una decisión en firme con respecto a este campo de desarrollo.
