Toyota y BYD desarrollarán coches eléctricos de forma conjunta, con la mirada puesta en el principal mercado del mundo: China. Los vehículos resultantes de esta colaboración, que tanto serán berlinas como SUV, se comercializarán bajo la marca Toyota.
Semanas atrás, Toyota suscribió otro acuerdo, esta vez con la Contemporary Amperex Technology Co. Ltd (CATL), que a su vez abastece, entre otras, a Daimler, Samsung y, muy pronto, a BMW desde una nueva planta que tendrá en Alemania. En paralelo, Toyota mantiene su ya habitual colaboración con Panasonic, que le provee de baterías para coches híbridos.
En principio, el acuerdo con BYD estaba orientado a la fabricación de baterías, pero teniendo Toyota de su lado a CATL, la asociación con BYD puede ir mucho más allá. Así lo ha reconocido la firma japonesa, que ha decidido aparcar su rivalidad con el fabricante chino y pasar a aliarse para cumplir con sus compromisos en cuanto a emisiones de CO₂.
Según publica Electrek citando fuentes de la empresa de Aichi, los primeros frutos de esta asociación podrían llegar de forma casi inminente, con los primeros coches eléctricos Toyota desarrollados junto a BYD, de cara a la "primera mitad de 2020".
Toyota busca en China los recursos que necesita para mitigar su déficit eléctrico
Toyota arrastra un problema endémico con el desarrollo de coches eléctricos, un problema al que necesita poner fin urgentemente si quiere cumplir con sus planes de electrificación para la mitad de sus ventas en 2025. Mientras justifica el papel de los coches híbridos, Toyota sabe que necesita ya una solución.
Así, la japonesa ha trazado una estrategia sencillita, pero que promete ser efectiva: aprender de los chinos todo lo que estos han aprendido sobre el desarrollo de coches eléctricos, que es mucho. Y para aprender de ellos, no hay nada mejor que aprovecharse de la obligación que hay en China de trabajar con ellos si se quiere acceder al mercado más suculento del mundo.
En el pasado Salón de Shanghái, ese aprendizaje se plasmó con dos curiosas presentaciones que eran una por duplicado: por un lado tenían el Toyota C-HR eléctrico, que fabricarán en colaboración con el gigante chino GAC; por el otro, el Toyota IZOA, fabricado en colaboración con FAW, el otro socio de Toyota en China. Ambos desembarcarán en el mercado chino durante 2020.
La alianza con BYD puede resultar muy beneficiosa para Toyota. BYD es un gigante del mercado mundial de la automoción. Fabrica coches eléctricos, camiones y autobuses, y cuenta con tres fábricas en China, a la que pronto añadirá una cuarta factoría dedicada a la producción de vehículos. Esto, en una empresa que nació hace 25 años como fabricante de baterías.
BYD está en fase de expansión y va a por todas, sobre todo después de anunciar su futura gigafactoría de 20 GWh, con la que mira de frente a la otra gran gigafactoría de baterías que hemos conocido en los últimos tiempos: la de Tesla.
Vistas así las cosas, quizá esta alianza entre Toyota y BYD sea un primer paso. Por ahora, sus desarrollos abastecerán el mercado chino. Más adelante, sus coches eléctricos podrían llegar al resto del mundo.