Probamos el BYD Dolphin, el coche eléctrico más barato de la marca china es también uno de los más recomendables

El BYD Dolphin, que llegó al mercado en 2023, marcaba el inicio de la verdadera ofensiva de la marca china que le ha llevado a tener hoy una gama compuesta por hasta siete modelos. Presentado como una propuesta asequible (cuesta lo mismo que un SEAT León) y como el modelo más barato de la marca, el Dolphin fue objeto de muchas críticas, especialmente por su comportamiento en carretera.

Sin embargo, la marca escuchó las críticas e introdujo algunas modificaciones a principios de año para corregir el tiro. Aun así, el Dolphin parece eclipsado en una gama cada vez más completa. Probamos el BYD Dolphin en su versión renovada y averiguar si ese aparente olvido es merecido o no.

BYD Dolphin: la misma eficiencia que modelos equipados con baterías más caras

El BYD Dolphin es un compacto de 4,29 m de largo. Comparte con el BYD Atto 3 su muy reciente plataforma eléctrica 3.0, y está especialmente adaptado para el mercado europeo. Este rival de los Volkswagen ID.3, CUPRA Born o Renault Mégane E-Tech, dispone de una batería de litio-hierro-fosfato de 60,4 kWh de capacidad asociada a un motor de 150 kW (204 CV) y 310 Nm de par, como parece ser más o menos la potencia el estándar del segmento, desde el Hyundai Kona eléctrico hasta el Volkswagen ID.3.

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En cuanto a la recarga, equipa de serie un cargador AC de 11 kW de serie, pero de sólo 88 kW en corriente DC, lo que en las estaciones de carga rápida, con una carga del 10% al 80% se tardará de media unos 40 minutos. Eso sí, a cambio es capaz de mantener esa potencia de carga hasta cerca del 70% de carga, luego ya baja a cerca de 50 kW.

A su favor, el Dolphin cuenta con una bomba de calor de serie. En cambio, la arquitectura cell to pack de su batería, que permite ahorrar espacio para colocar más celdas y por ende más capacidad, hace que sea imposible pasar el circuito de refrigeración entre las celdas. Esto explica en parte, la limitación de la carga en corriente continua a sólo 88 kW.

Aunque a BYD aún le queda camino por recorrer en lo que a diseño de coches se refiere, no se puede poner en duda su saber hacer en términos de motores eléctricos y baterías. El Dolphin homologa una autonomía media de 427 km, comparable a los 425 km del CUPRA Born con batería de 58 kWh y a los 450 km del Renault Mégane EV60, ambos con baterías NMC de mayor densidad energética y mucho más caras. Y sin embargo, nuestras cifras de consumo de combustible fueron halagüeñas.

En un viaje por carretera con temperaturas superiores a los 25º C y con el aire acondicionado encendido y sin preocuparme por la conducción eficiente, obtuve un consumo medio de 19,6 kWh/100 km, una media que subía a 20,75 kWh/100 km en autopista a 120 km/h.

Aun así, atención con el pie derecho en autopista, pues el consumo es especialmente sensible a la velocidad: a 130 km/h sube a 25 kWh/100 km, lo que supondría unos 260 km de autonomía teórica de 100% a 0% de carga. En todo caso en la práctica, ya sea en carretera o autopista, habrá que contar con 230 km como máximo entre carga y carga del 10% al 80%.

En la ciudad, en cambio, el panorama cambia por completo. Es donde el Dolphin obtiene los mejores resultados con una media de 14,5 kWh/100 km. Al final, el consumo medio en la vida real se queda en 18,3 kWh/100 km para 231 km de autonomía del 10% al 80%, o 330 km con una sola carga. Quizá con una mejor refrigeración de la batería se obtendrían resultados aún mejores.

No estamos todavía a los niveles de eficiencia de Tesla, pero con una batería LFP más barata logra consumos y autonomías ligeramente mejores que sus rivales occidentales equipados con una costosa batería tipo NMC. Da que pensar.

El mismo confort, pero con un comportamiento más logrado

El BYD Dolphin y el BYD Atto 3 comparten plataforma y sin embargo no tienen el mismo comportamiento. Si bien el Dolphin hace gala de una amortiguación que da prioridad al confort -es un coche realmente cómodo-, se muestra también más firme que el Atto 3 cuando llegan las curvas. En el Dolphin, ya no tenemos esa sensación de ir flotando y de balanceo extremo en las curvas. Los movimientos de carrocería están mucho mejor controlados.

Es cierto que la suspensión trasera sigue siendo muy blanda (lo cual gustará a los pasajeros) y puede provocar una sensación de que la trasera se mueve más de la cuenta, pero esto no resulta incómodo ni desestabilizador para el conductor, ya que los neumáticos son capaces de corregir la situación en caso de exceso.

Los neumáticos Hankook de 205/50 R17 que equipaba nuestra unidad  ofrecían un buen nivel de agarre, al menos sobre seco. Sobre firme mojado, la motricidad es perfectible en ciudad y en salidas a la hora de transmitir todo el par motor al asfalto.

En todo caso no es un coche para quien le guste conducir (aunque sea sólo un poco), como se le puede pedir a un CUPRA Born o un Volkswagen ID.3, pero frente al Atto 3 me ha parecido un coche con un comportamiento en carretera más cercano a los gustos de los europeos.

Es cierto que a principios de año BYD aportó unas pocas modificaciones al Dolphin, como una nueva gestión de la entrega de par motor, para evitar que los neumáticos se viesen saturados, y nuevos neumáticos de primera equipación, como los Hankook, desistiendo de montar neumáticos chinos.

Luego está el tema de las ayudas a la conducción. El sistema anticolisión interviene con demasiada frecuencia, confundiendo en ocasiones una cuesta con un muro, emitiendo una señal estridente que puede asustar al conductor.

El sistema de mantenimiento de carril actúa con demasiada autoridad, con movimientos bruscos del volante para que el coche se mantenga perfectamente en el centro del carril. En una carretera secundaria y estrecha, con un camión que se acerca en el carril de frente, es recomendable pegarse un poco a la derecha; y es algo que no gusta al BYD.

En cuanto al sistema de lectura de señales de tráfico es ineficaz. Ojo, lo es en el 99% de los coches del mercado. A menudo no distinguen si la señal de 60 km/h es por la vía de servicio o de la autovía. Así, a 110 o 120 km/h aparece un molesto pitido en el habitáculo para que bajemos a 60 km/h, gracias al famoso asistente de velocidad inteligente ISA, obligatorio en todos los coches nuevos

Por suerte, se puede desconectar. En el caso del Dolphin implicaba hasta seis pasos hurgando en los menús del coche para desactivarlo antes de emprender marcha. Siempre. Y es que por ley el ISA se vuelve a conectar cada vez que encendemos el coche. A los pocos días de tener el coche, llegó una actualización remota OTA (Over The Air) y, alabado sea BYD, ahora tenía un atajo en la pantalla táctil para desactivar el aviso sonoro de exceso de velocidad de un sólo movimiento. Que la señal de tráfico siga parpadeando de vez en cuando en el pequeño cuadro de instrumentos no era un problema. Hay tanta información en ella que al final ya ni se le presta atención.

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A bordo del BYD Dolphin

En un mercado en el que todos los coches llevan una pantalla táctil, BYD tenía que aportar algo más. Así, igual que el Atto 3, el Dolphin exhibe con orgullo su pantalla táctil central que gira, capaz de ofrecer una elección de formato horizontal o vertical. No deja de ser un gadget, pero al menos ofrece la posibilidad de elegir. Por ejemplo, me ha parecido útil la vertical para la navegación, pero es una cuestión de gustos. Y ojo con las gafas de sol polarizadas, pues en vertical ya no se lee bien la pantalla.

En conjunto, a los sistemas de a bordo les falta todavía refinamiento. Es el caso de la pantalla de la instrumentación digital, que no parece estar a la altura de su pequeño tamaño: demasiado información en una pantalla tan pequeña que dificulta la lectura.

Se ha hecho un mayor esfuerzo por simplificar los menús de la pantalla multimedia, que parecen inspirados en Tesla. Sin embargo, aún se puede mejorar en términos de intuitividad. Es el caso, por ejemplo, de los menús de audio, que no son muy fáciles de dominar. El diseño general es moderno, y el acabado parece superior al del MG 4, sobre todo en términos de ensamblaje.

Sin embargo, a este precio tan bajo, no hay milagro: la mayoría de los plásticos son duros, aunque algunos, como los mandos de la consola central, me recuerdan en su tacto y aspecto a lo que proponía Opel al final de su era como parte de General Motors.

En términos de espacio, el Dolphin se sitúa en la media, ofreciendo unas plazas traseras cómodas para los adultos a pesar de un suelo demasiado alto (hay que almacenar la batería en algún sitio). Por último, con una capacidad de maletero de 345 litros, el Dolphin se queda corto con respecto al MG4 (363 litros) y no se acerca ni de lejos a la capacidad de maletero del Mégane (389 litros), a pesar de ser 9 cm más corto, o del CUPRA Born (385 litros).

Precio y rivales

El BYD Dolphin sólo está disponible en España con la batería de 60,4 kWh y con sólo dos acabados, el Confort, desde 34.480 euros, y el Design, que probamos aquí, desde 36.480 euros. Este último incluye de serie el techo solar panorámico, cargador inalámbrico para el smartphone, compatibilidad con Android Auto y Apple Car Play de forma inalámbrica.

Sus precios son atractivos, como corresponde a una marca china. Son inferiores a los de sus rivales europeos y similares a los de su compatriota, el MG 4. Éste con una batería de 64 kWh y un motor de 204 CV parte de los 33.980 euros, si bien es más barato que el BYD Dolphin homologa una autonomía de sólo 350 km. En ese sentido, el BYD Dolphin sigue siendo uno de los modelos relativamente asequibles con mejor autonomía.

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BYD Dolphin: nuestra valoración

El hecho de que sea el modelo más barato de la marca en nuestro país, no le resta cualidades. Su habitáculo es agradable, mientras que su autonomía y eficiencia son correctas en su rango de precio, superando a su rival chino, el MG 4. Aparte del MG 4, la mayoría de modelos de este precio son más pequeños que el Dolphin o tienen una autonomía inferior.

Sobre todo, ahora su comportamiento es mucho más acorde con las expectativas de un conductor europeo. Si tenemos en mente que es un coche que prioriza el confort sobre la experiencia de conducción, no sufre crítica alguna con las mejoras aportadas, neumáticos Hankook y los ajustes electrónicos revisados.

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