Stellantis avisa que muchas marcas no serán tan limpias como les exige Europa, pero solo Volkswagen corre riesgo de ser multada con millones de euros, según un nuevo estudio

“La industria automovilística europea podría verse obligada a pagar hasta 15.000 millones de euros en multas o abandonar la producción de más de 2,5 millones de coches” para poder cumplir con las normas de emisiones de la UE para 2025. Así de alarmista se mostraba la asociación de fabricantes europeos al final del verano en boca de su presidente, el CEO de Renault, Luca de Meo.

Las cifras esgrimidas por fabricantes como Renault han servido durante varios meses para pedir la suspensión de estas multas. Stellantis, a pesar de no querer cambiar la norma, es otro fabricante que asegura que no se podrá cumplir con la media de emisiones. La amenaza de estos fabricantes ya ha convencido al Gobierno francés para intentar formar una coalición de países europeos que pida a la Comisión el levantamiento de las sanciones. Pero, ¿son fiables estas cifras? Cada vez son más los que lo dudan.

La mayoría de marcas de coches podrían librarse de las multas de la UE

La mayoría de fabricantes alertan de que no van a poder cumplir con la media de emisiones, exponiéndose en consecuencia a multas cifradas en decenas de millones de euros. Para lograrlo, en el estado actual de sus gamas, las marcas deben vender prácticamente un coche eléctrico (o PHEV) por cada cuatro coches de gasolina, diésel o híbrido.

El Grupo Volkswagen no lo logrará y pide que la norma se adapte a la realidad del mercado, mientras el grupo Stellantis baraja incluso la posibilidad de dejar de fabricar coches híbridos y gasolina o de subir su precio para lograr el equilibrio en su media.

Todo ese pesimismo se basa en una extrapolación de las ventas actuales de vehículos eléctricos (vehículos comerciales y turismos), proyectadas hasta 2025, para obtener un importe hipotético de sanciones.

De enero a septiembre, la cuota de mercado de los coches eléctricos fue de 13,1%, cuando en el mismo periodo de 2023, la cuota de mercado fue de 14,1 %. Es cierto, las ventas de eléctricos no es muy boyante, pero no por ello esa tendencia se tiene que mantener en el tiempo o ir a peor.

Si bien algunas marcas están a salvo porque a día de hoy ya están cumpliendo con los objetivos de 2025, es el caso de BMW y de Volvo, según los analistas del banco UBS, gracias a sus elevadas ventas de modelos PHEV y eléctricos, la mayoría no correrán el riesgo de pagar multas. Y es que el objetivo del -15% de emisiones de CO₂ con respecto a 2024 que debe alcanzarse el año que viene se fijó en 2018. Los fabricantes de automóviles se han preparado para ello adaptando sus planes de producto en función de este plazo.

La gama de la gran mayoría de marcas del grupo Stellantis, por ejemplo, se compone de modelos de baja cilindrada y potencia, y por tanto de bajas emisiones. Salvo Maserati, Jeep y Alfa Romeo, los modelos de más de 130 CV son híbridos enchufables. Lo mismo ocurre con Renault, donde los modelos más potentes son híbridos de muy bajo consumo, como el Renault Clio E-Tech, el Austral-e o el Renault Espace, o directamente eléctricos.

Además, la mayoría de fabricantes han concentrado la llegada de nuevos modelos eléctricos para los últimos meses de 2024 y los primeros de 2025, con el fin de atraer a los clientes gracias a la frescura de su gama, especialmente con la llega de modelos asequibles que cuestan menos de 30.000 euros, como el Renault 5, el Citroën ëC3 o el Kia EV3.

Para determinar la magnitud del esfuerzo exigido a cada fabricante, el 'Institut Mobilités en Transition’, grupo de reflexión independiente adscrito al IDDRI, ha realizado varias simulaciones basadas en la hipótesis de que venderán tantos coches en 2025 (combinando todos los motores) como en 2024.

Parece que, “a excepción del Grupo Volkswagen, que sin duda tendrá que aliarse con otras marcas, ningún otro fabricante corre realmente el riesgo de pagar una multa en 2025”, asegura Jean-Philippe Hermine, Director General del grupo de reflexión.

Algunas de las marcas que podrían verse impuestas una multa por no cumplir con la media de emisiones siempre tienen la posibilidad de unirse a las marcas que más coches eléctricos vendan, como Tesla, o que más margen tengan hasta llegar al límite de emisiones, como Volvo.

Es, por ejemplo, lo que hicieron en años anteriores Mazda, Suzuki y Subaru que se asociaron a Toyota, no en vano el gigante japonés es accionista de estos. Sin embargo, es poco probable que exista una marca que pueda absorber el exceso de emisiones del Grupo Volkswagen.

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