El 4 de octubre de 2023 la Comisión Europea dio un golpe en la mesa y mandó una advertencia a China: no puede inundar su mercado con sus coches eléctricos baratos de forma indiscriminada. Así que inició una investigación que pronto dio sus frutos, pues Bruselas ve indicios de malas prácticas por parte del gigante asiático. De hecho Francia ya había tomado la decisión de fulminar las ayudas a estos coches, siendo pionero en Europa.
Ahora China trata de arreglar la situación y tanto el director ejecutivo de BYD como el ministro de Comercio de China, Wang Wentao, han viajado a Francia para reunirse con el mandamás de Renault, Luca de Meo, y autoridades galas.
Según se ha eco Reuters, además de estas figuras destacadas -recordemos que De Meo también es presidente interino de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles- Wang se reunirá con el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire.
Para esta visita China ha ido con los pesos pesados de su industria: BYD, SAIC y Geely, que tienen un buen puñado de modelos eléctricos puros e híbridos en el mercado europeo (de hecho Geely es dueña de Volvo o Polestar). Para China, esta investigación de Europa es "proteccionista", y obviamente socava sus intereses económicos en el Viejo Continente.
"Las acusaciones de sobrecapacidad por parte de Estados Unidos y de Europa carecen de fundamento", ha dicho el ministerio de Comercio en un comunicado. "El desarrollo de la industria de vehículos eléctricos de China ha hecho importantes contribuciones a la respuesta global al cambio climático y a la transformación verde y baja en carbono. El Gobierno chino apoyará activamente a las empresas para salvaguardar sus derechos e intereses legítimos".
Precisamente es el papel del Gobierno chino el que tiene a Bruselas con la mosca detrás de la oreja, pues asegura tener indicios de que el Gobierno chino está subsidiando los vehículos eléctricos exportados a Europa mediante "transferencia directa de fondos" y otros mecanismos dando lugar a precios artificialmente bajos, lo que podría tener consecuencias en forma de aranceles. Esto es, el fin de los coches chinos baratos.
Pero no es la única investigación que tiene activa Bruselas ante lo que considera un exceso de oferta por parte de China. Las turbinas eólicas chinas están bajo escrutinio y se examinará el desarrollo de parques eólicos en España, Grecia, Francia, Rumania y Bulgaria. "No podemos darnos el lujo de que lo que pasó con los paneles solares vuelva a suceder en los vehículos eléctricos, la energía eólica o los chips esenciales", ha dicho la jefa de Competencia de la UE, Margrethe Vestager.
Actualmente, los aranceles para los vehículos que llegan a la UE desde China son del 10 % y podrían aumentar y alcanzar el 15% o el 20%. Fabricantes como Mercedes-Benz, con profundos lazos comerciales con China, han pedido a la UE que deje a un lado las represalias y los aranceles, y también BMW y Volkswagen ven peligrar parte de su negocio.
Mientras tanto, China intensifica su presencia en Europa con nuevas fábricas, como la próxima de BYD en Hungría, la de Geely en Bélgica (donde fabrica el Lynk & Co 01 y el Volvo XC40) o SAIC con nuevos planes.
En España manda Tesla en cuanto a ventas de coches eléctricos, seguido de la china MG. La investigación de la Comisión Europea concluirá como máximo en noviembre de este año. Será entonces cuando veamos qué pasos da Bruselas para frenar al gigante asiático.
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