"Al estar perdiendo Opel cuota de mercado y seguir creciendo en pérdidas que PSA no puede cubrir como en el pasado hizo General Motors, cada planta tiene que hacerse sostenible por sus propio medios."
Así se ha explicado a los trabajadores de Opel Figueruelas el reto que se les presenta. No habrá despidos, como en otras fábricas, pero sí se exigirá que la fábrica asuma un nivel de competitividad equiparable a una de las joyas del grupo francés que mejor funcionan en ese aspecto: PSA Vigo.
Producir más coches a un coste menor
En el contexto de la compra de Opel por PSA, una preocupación flotaba en el ambiente, teniendo en cuenta que había hasta 8.000 puestos de trabajo en el aire en toda Europa. Finalmente parece que esos números han quedado muy rebajados, y de hecho Figueruelas se salva de la quema, pero la factoría zaragozana de Opel tendrá que ajustarse las tuercas si quiere sobrevivir.
Figueruelas no dejará de fabricar ningún coche, pero sí tendrá que revisar sus propios números. Y entre las primeras medidas que se están planteando figuran los sueldos de los trabajadores. La propuesta de la empresa, lanzada a finales del pasado mes de noviembre, incluye los siguientes puntos:
- Rebaja salarial del 6 % en 2018 y cuatro años de congelación de los sueldos, de 2019 a 2022.
- Salarios similares a los de PSA, basando los sueldos en plazos y adquisición de competencias.
- Eliminación de pluses por calendarios especiales, renegociando complementos como el de nocturnidad o la prima variable en función del absentismo y una evaluación individual del trabajador.
Estos y otros puntos de negociación, en un convenio que la empresa quiere firmar por cinco años, un extremo al que se oponen los sindicatos.
PSA también quiere que Figueruelas trabaje más. De momento, la factoría zaragozana se plantea pasar de los 15 a los 18 turnos. Por ahora ya tiene pactados con los trabajadores los turnos de viernes noche y sábados mañana, y queda por pactar sábados tarde, según ha explicado a El Heraldo José Carlos Jimeno, secretario de la sección sindical de UGT en el comité de empresa. Como marco de referencia, en PSA Vigo están negociando ya cuartos turnos para trabajar los sábados por la noche y también los domingos.
Opel lleva siendo deficitaria 16 años, pero sus problemas arrancaron mucho antes, a mediados de los años 90 del pasado siglo XX, cuando la drástica reducción de costes impuesta a los proveedores de Opel fue en detrimento de la calidad final del producto. Por otra parte, la globalización de la marca, con productos similares en mercados diversos de todo el mundo, no fue acompañada de una inversión sólida en los equipos de desarrollo, consiguiendo modelos que no acababan de convencer del todo en ningún sitio.
Finalmente, a Opel sólo le quedó optar por mantener una política agresiva de precios. La subida del nivel de calidad en sus marcas rivales, acompañada de una política de precios asequibles, no ayudó a que Opel pudiese mantenerse a flote. Así fue como en Europa Opel pasó de tener una cuota de mercado del 12,5 % hace 20 años a una cuota del 6,3 % en la primera mitad de 2017.
Opel contempla 1.200 despidos en Europa
Opel se está enfrentando a un nuevo plan de negocio para volver a ser rentable. Con 15 años de números rojos a sus espaldas, es evidente el fracaso de General Motors por intentar reflotar la empresa. Ahora, PSA tiene como objetivo garantizar en 2020 un flujo de tesorería positivo y un margen operacional del 2 %, que ya sería más de lo que consiguió General Motors en los últimos ejercicios.
La marca del rayo perdió 250 millones de dólares en el segundo trimestre de 2017, según un estudio publicado en septiembre, fabricando una media de 30 coches por empleado, mientras que en PSA se consiguen 35 coches por trabajador. Además, según las mismas fuentes Opel pierde 6.000 euros por cada empleado, mientras que PSA gana 25.000 euros por cada trabajador.
A estas comparaciones se suma el difícil encaje de unas factorías redundantes tras la adquisición de Opel por PSA, con modelos desarrollados conjuntamente y con fabricaciones cada vez más unificadas en las plantas de PSA. Es el caso del Opel Grandland X, que se equipara al Peugoet 3008 y se fabricará en PSA Sochaux, o de la futura furgoneta ligera de Opel, que se fabricará en PSA Vigo junto a las Citroën Berlingo y Peugeot Partner.
Opel Alemania ha comunicado ya que el plan de restructuración incluye casi 1.200 despidos que afectarán fundamentalmente a las plantas de Ellesmere Port y Luton (Reino Unido), la central de Rüsselsheim y también Eisenach (Alemania), Gliwice y Tychy (Polonia), Aspern (Austria) y Szentgotthárd (Hungría).
Así, sólo la planta de motores y componentes de Kaiserslautern, en Alemania, y Figueruelas, en España, quedarían al margen de esta pérdida de empleos, que será más acusada en las factorías británicas, con 400 puestos de trabajo, frente a los 200 despidos que se han anunciado para Rüsselsheim. Sobre el resto no ha habido un detalle acerca de cómo se reparten esos 1.200 despidos que, según Opel, se realizarán de forma "no traumática" para los trabajadores, sin que por el momento hayan trascendido más detalles acerca de las condiciones.