La dirección de PSA ha propuesto un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para los 461 trabajadores de la planta zaragozana de Figueruelas nacidos antes del 1 de enero de 1959, es decir, aquellos que han cumplido o cumplirán 61 años en 2020.
Tal y como adelantaron este pasado lunes fuentes sindicales al El Periódico de Aragón y confirmó posteriormente la presidenta del comité de empresa de PSA-Opel España, Sara Martín (UGT), a Europa Press, la medida afectará a los trabajadores cuya edad mínima sea de 61 años y seis meses y como máximo 62 años.
Se trata de una iniciativa que estaba recogida entre las condiciones pactadas en el último convenio colectivo de la fábrica (2018-2022), firmado tras la adquisición por parte de PSA (grupo Peugeot-Citröen) de Opel, en 2017, para reducir costes laborales, lo que pasará por eliminar empleados bien vía prejubilación o bien con indemnizaciones.
Los sindicatos piden jubilaciones mediante contratos de relevo
De este modo, la dirección de PSA ha vuelto a poner sobre la mesa una opción que valoró el año pasado, pero ahora agrega una importante salvedad: no se ha incluido la posibilidad de hacer jubilaciones mediante contratos de relevo, algo que, ya han reclamado los sindicatos.
"No han hecho ningún planteamiento económico, no nos han aclarado si todos van a salir por ERE, por lo que todos los sindicatos hemos dicho que nos gustaría que se siguiera contando con el contrato de relevo, aunque de momento no había ninguna respuesta", ha detallado Martín.
Asimismo, el representante de CC.OO. en la planta zaragozana, Chema Fernando, ha agregado en declaraciones a la mencionada agencia de noticias que la parte sindical ha advertido a la empresa de que las condiciones económicas "no pueden ser inferiores a las que ha habido en ERE anteriores".
Con anterioridad, la empresa recortó plantilla entre los nacidos en 1958 (en dos EREs) y tiene previsto realizar más ajustes hasta el 2022 sobre los nacidos en el 1960 y el 1961. La dirección de Opel realizó los dos primeros despidos colectivos, el primero con 250 trabajadores afectados y el segundo con otros 181, junto a paquetes de contratos de relevo, es decir, compensó parcialmente la pérdida de ocupación en la planta, según detalla El Periódico.
Opel Figueruelas, con un ERE a la vista pero oteando un horizonte esperanzador
En cualquier caso, el ERE no está ni mucho menos asociado a una mala marcha de la factoría. De hecho, las previsiones para Figueruelas de cara a 2020 no pueden ser más halagüeñas: se espera que sea el motor de Opel concentrando el 60% de la producción y que rompa su récord histórico anual alcanzando entre las 520.000 y los 530.000 unidades fabricadas.
De cumplirse los pronósticos, batiría el récord registrado en 2007 (485.857 ejemplares) y superaría las 471.142 unidades ensambladas en 2019. Un objetivo en el que parte de responsabilidad recaerá sobre la sexta generación del Opel Corsa, el exitoso y longevo modelo urbano de la firma del rayo, que insufló un soplo de confianza en la planta, y el estreno de la versión eléctrica.
El Opel Corsa-e comenzará a producirse este mes de febrero, concretamente se espera que el próximo día 21 sea cuando se acometa su lanzamiento industrial, y montará un propulsor eléctrico de 100 kW (136 CV) y de una batería de 50 kWh de capacidad, llegando los dos hasta los 340 kilómetros de autonomía en el estándar WLTP. Compartirá arquitectura con el Peugeot e-208, la plataforma modular CMP.
¿Qué ocurre con las fábricas de Madrid y Vigo? Paradójicamente, en la fábrica ubicada en la capital de España los sindicatos han pactado para la firma del nuevo convenio colectivo que recoge un "compromiso de empleo", según informó la empresa automovilística en un comunicado.
PSA destacó en su escrito que la firma de este acuerdo para el período 2020-2023 contó con una participación del 88% del comité de empresa (UGT, USO, CCP y CC.OO.) y resaltó que en este período se implementarán medidas de conciliación y se establece un compromiso de empleo "orientado a la perennización del centro industrial".
De igual forma ocurrió en la planta gallega, donde el acuerdo fue suscrito por el Sindicato Independiente de Trabajadores (SIT-FSI), que ostenta una representación del 63% de la plantilla de la fábrica. "El Convenio firmado permite alcanzar un punto de equilibrio razonable entre la legítima demanda de los sindicatos para mejorar las condiciones económicas y sociales de la plantilla y las necesidades que tiene la empresa para seguir siendo competitiva", explica el escueto comunicado.
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