La situación es, cuando menos, extraña. Mientras Carlos Tavares lleva varias semanas repitiendo que quiere mantener los límites de emisiones de CO₂ fijados para 2025, los concesionarios de Stellantis en Europa piden lo contrario.
En una carta dirigida a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, los presidentes de las cuatro asociaciones europeas que representan a los concesionarios Stellantis de todas las marcas del grupo alertan de la negra situación de las ventas de coches eléctricos.
El mercado actual no permitiría alcanzar los objetivos
“Las redes de distribución de Stellantis se enfrentan actualmente a grandes retos para cumplir los estrictos objetivos de ventas de vehículos eléctricos impuestos tanto por el fabricante como por la futura normativa de la UE, mientras que las condiciones del mercado aún no permiten tal crecimiento de volumen”, escribieron a la Presidenta de la Comisión Europea.
“Como puntos de contacto diarios con los consumidores, estamos observando una creciente reticencia por parte de los clientes a comprar coches eléctricos”, aseguran. Los distribuidores, que apoyan la petición del ACEA (la patronal europea de los fabricantes de coches) de una mayor flexibilidad, añaden: “Estamos convencidos de que los objetivos de reducción de emisiones de CO₂ fijados para 2025 no son alcanzables en las condiciones actuales del mercado”.
El grupo Stellantis tiene unas 14 marcas bajo su paraguas, y aunque no todas se venden en Europa, los concesionarios del grupo tienen cierto peso. “Las empresas que representamos son un pilar esencial del sector de la automoción, ya que emplean a unos 13 millones de personas, es decir, alrededor del 6,6% de la mano de obra europea”, recuerdan.
Recordemos que la normativa de la Unión Europea fija como objetivo para 2025 que la media de emisiones de las ventas de los fabricantes no pueda superarlos 93,6 g/km de CO₂. Los fabricantes con una buena cuota de ventas de modelos eléctricos e híbridos enchufables PHEV no deberían tener dificultades en lograr esa media de 93,6 g/km.
La UE deja un poco de margen (hasta 98 g/km) siempre y cuando vendan más de un 25% de coches eléctricos o PHEV. Es decir, una marca tiene que vender al menos un coche eléctrico o PHEV por cada coche gasolina o híbrido que venda. Muchas son las marcas que avisan que van a superar el límite y que no venden tantos eléctricos para compensarlo por lo que piden más flexibilidad en los límites.
En agosto de 2024, los coches eléctricos representaron el 14,4% del mercado de la UE, frente al 21% del año anterior, mientras que los híbridos enchufables representaron el 7,1% del mercado automovilístico total, según datos del ACEA. Aun así, otras tantas marcas no están a favor de cambiar los límites decididos en Bruselas, como Volvo.
Sin embargo, el CEO del grupo Stellantis, Carlos Tavares, es de la opinión de no cambiar nada: “Las reglas se conocen desde hace varios años. Mis chicos están preparados para la lucha”, declaró a los periodistas en Turín el 17 de septiembre.
En una entrevista reciente con Challenges, Tavares arremetió contra la UE por la imposición de estos límites, pero reconoce que ahora no hay vuelta atrás. “Los políticos se sintieron humillados por este fabricante [en referencia al escándalo del Dieselgate de Volkswagen] y decidieron hacérselo pagar a toda la industria automovilística. Las decisiones se tomaron en 2018 sin ninguna evaluación de impacto. La estrategia de la Unión Europea fue estúpida” asestó un exasperado Tavares.
Pero si se da marcha atrás, “quién nos va a devolver nuestra inversión”, se preguntaba, y añadía: “ahora que se han tomado las decisiones, no estoy a favor de cambiar las normas. Tengo un marco reglamentario y lo respeto. Los fabricantes que se retrasan son cigarras. Mientras tanto, las hormigas como Stellantis han estado trabajando”.