Los rumores sobre la continuidad de Nissan en Barcelona han sumido al fabricante nipón en una situación convulsa en España, donde los sindicatos han convocado a los trabajadores a una huelga indefinida.
La incertidumbre, además, podría acrecentarse en los próximos días después de que Reuters haya informado de que Nissan planea reducir dráticamente su presencia en Europa para centrar sus esfuerzos en Estados Unidos, China y Japón.
Comenzando por la situación que se vive en nuestro país, los trabajadores de Nissan en las plantas de la Zona Franca de Barcelona, Sant Andreu de la Barca y en Montcada i Reixac iniciaron una huelga indefinida este pasado lunes, día en el que la multinacional tenía previsto retomar de manera parcial la producción tras el parón por el coronavirus.
Sin embargo, la huelga del centro de Montcada i Reixac, que suministra piezas al de la Zona Franca, supone la inmediata paralización de la Zona Franca por falta de componentes.
Con dicha protesta, los sindicatos pretenden que la entidad les facilite más información sobre los planes que contempla la marca para las instalaciones de cara al futuro.
La gota que terminó de colmar el vaso de la paciencia de los trabajadores de Nissan en Barcelona es la decisión de la cúpula de la marca de retomar la actividad tras el parón por la pandemia dando prioridad a la línea 2 de montaje, según relata El Periódico.
El motivo es que de esta línea sale, junto a los Nissan Navara y Renault Alaskan, el Mercedes-Benz Clase X, que se dejará de producir a finales de este mes y cuya fabricación, por tanto, se debe acelerar para poder entregar, antes de que termine mayo, el pedido acordado con la firma de la estrella.
Además, según apunta El País, por el momento no se fabricarían ni el mismo modelo que se produce para Renault y Nissan ni la furgoneta eléctrica e-NV200, que se ensambla en la línea 1 y cuyo volumen de producción se redujo este año.
Que sólo se reabriese la línea de las pick-up es lo que hizo sospechar a los sindicatos sobre un posible cierre de la planta una vez se haya satisfecho el encargo de la camionetas, si bien Nissan no ha confirmado en ningún momento ningún plan en ese sentido.
Cabe recordar que la inseguridad de los trabajadores de Nissan en Barcelona tiene su origen antes de la crisis del coronavirus, pues ya el año a pasado se acometió un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectó a 600 trabajadores, tanto de la factoría de la Zona Franca como de la de Montcada.
Un mal momento para Nissan
Unos precedentes y una situación preocupantes en España que podrían tornarse en los peores presagios. Y es que Nissan va a centrar sus esfuerzos en Japón, Estados Unidos y China, reduciendo notablemente su inversión en otros mercados, como el Europeo, según informa Reuters.
Nissan está experimentado importantes pérdidas financieras que le obligan a centrarse en sus tres mercados principales, abandonando Europa.
Y eso implica que algunos centros de producción en Europa puedan peligrar. Entre ellos, podría estar el de Zona Franca, así como los de Montcada i Reixac (Barcelona) y Los Corrales de Buelna (Cantabria), cuya carga de trabajo depende de la producción en la Zona Franca. Además, podría estar en entredicho la factoría inglesa de Sunderland.
Que Nissan no está pasando por su mejor momento no es nuevo. El cuarto trimestre de 2019 ha sido el peor de los últimos diez años con 238 millones de dólares de pérdidas, debido en gran medida a la caída de sus ventas en Estados Unidos (-18% con respecto a 2018). "El declive de las ventas y de los beneficios ha superado nuestras expectativas", explicaba al Financial Times Makoto Uchida, el actual primer ejecutivo de Nissan.
De hecho, en el segundo trimestre de 2019, se calcula que Nissan ganó tan sólo 43 euros por coche vendido, mientras que rivales generalistas, como Ford o Mazda ganaron más del doble (99 euros en el caso de Ford y 122 euros en el caso de Mazda). Por no hablar de marcas, como Suzuki (422 euros por coche) o fabricantes como PSA y Honda que ganaron más de 1.000 euros por cada unidad vendida. Todo esto nos da una idea de la delicada situación en la que está Nissan.
El nuevo ejecutivo de la marca está desarrollando un "plan de rendimiento operativo" que se anunciará el 28 de mayo y que, más allá de atenuar el impacto económico ocasionado por el 'episodio Ghosn', se trata de una reorganización de cara al futuro.
Más recursos para Estados Unidos, China y Japón
Por ejemplo, con el afán de conseguir una cuota de mercado importante en Estados Unidos, los concesionarios aplicaron hasta ahora fuertes descuentos. La consecuencia es un descenso brutal del margen de beneficio y una imagen de marca en caída libre.
"Este no es solo un plan de reducción de costos. Estamos racionalizando las operaciones, priorizando y reorientando nuestro negocio para plantar semillas de cara al futuro", detalló una de las fuentes consultadas por la mencionada agencia de noticias.
La idea de Nissan es liberar recursos para invertir en tecnología y nuevos productos para Estados Unidos, China y Japón. Pero, a cambio, dejarán de invertir en Europa. Esto no significa que Nissan deje de vender coches en Europa. Sí que lo hizo así su marca de lujo Infiniti, pero no parece que vaya a ser el caso con la principal marca de la empresa.
Y eso pasa por la venta o el cierre de sus instalaciones menos rentables en Europa y especialmente de su fábrica española en la Zona Franca de Barcelona. "Volveremos a inyectar esos recursos en productos de los principales mercados", explicaron desde la compañía.
La fábrica de automóviles de Nissan en Barcelona cuenta con más de 3.000 empleados. Ésta tiene una capacidad de 200.000 unidades al año, pero en el año fiscal nipón de 2018 (que va del 1 de abril 2018 al 31 de marzo del año de 2019), Nissan fabricó en Barcelona 88.679 vehículos.
Pero las cifras se reducirán aún más. Tras el adiós al Mercedes Clase-X en la planta barcelonesa, es imposible que con la Nissan eNV200, el Nissan Navara y el Renault Alaskan que fabrica, la producción alcance las 50.000 unidades en 2020.
Nissan España, sin embargo, ha desmentido a Motorpasión la información revelada por Reuters y ratifica "clarísimamente el compromiso de la marca con el mercado europeo y con la gama de productos que, con la llegada del Juke, ha iniciado su proceso de renovación".
A los Nissan Qashqai, X-Trail o Nissan Leaf se sumará el futuro SUV eléctrico Nissan Ariya, "que por supuesto llegará este año al mercado europeo", según fuentes del fabricante.
En cuanto a Zona Franca, Nissan España reconoce que "actualmente tenemos un volumen muy bajo de producción en la planta", y que no será antes de verano cuando Gianluca De Ficchy, presidente de Nissan Europa, volverá a Barcelona a desgranar los planes de la compañía para esta región. A partir de ahí, "habrá una actualización del plan industrial para España", del que por el momento no se han facilitado detalles.
La fábrica del Nissan Qashqai en Reino Unido no está exenta de riesgo
Pero no son solamente las factorías españolas que peligran. Mientras los Nissan Qashqai y Juke, así como el Nissan Leaf en su particular segmento (cuarto eléctrico más comercializado en Europa en 2019), sigan siendo un éxito de ventas, la factoría de Sunderland en el Reino Unido seguirá funcionando a medio plazo.
Sin embargo, está en una situación incómoda. Y es que el hecho de fabricar modelos que se venden bien no es una garantía en la situación actual de la compañía.
Por una parte esta la incertidumbre del Brexit. Si finalmente hay aranceles para los productos británicos que entren en la Unión Europea, Nissan perdería una ventaja competitiva. Y es que por otra parte, los acuerdos de libre comercio entre la Unión Europea y Japón hacen que la fábrica de Sunderland pierda así su interés estratégico.
De hecho, Nissan ha cancelado sus planes de fabricar el nuevo nuevo X-Trail en Sunderland y lo hará en Japón, sentando así un precedente. Y es que, si finalmente hay arranceles, se corre el riesgo que un Qashqai fabricado en Inglaterra sea más caro que uno que venga de Japón o de Estados Unidos.
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