Nadie pensaba que imponer un peaje fuera a arreglar el caos del tráfico de Nueva York. Está funcionando: hay menos atascos y autobuses más puntuales

Desde que empezó el año, se aplica un peaje de 9 dólares a todos los coches que deseen acceder al sur de la isla de Manhattan. Esta decisión marca un punto de inflexión en la gestión del tráfico urbano en la ciudad que nunca duerme. El peaje se introdujo con el objetivo de reducir la congestión del tráfico y la contaminación, al tiempo que se financiaban las tan necesarias mejoras de la red de transporte público de Nueva York.

Tras los primeros días y con el enfado de la gente que tiene que acceder a Manhattan por trabajo en coche, ya se están viendo los primeros efectos de la medida: hay notablemente menos tráfico, según recoge el New York Times, y los autobuses circulan más deprisa, cumpliendo ahora con los horarios.

El peaje urbano de Nueva York: menos coches y más sitio donde aparcar para los residentes

Desde la entrada en vigor del peaje urbano, la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) asegura que el tráfico ha bajado un 7,5% el primer día que entró en vigor. Se calcula que el domingo el tráfico descendió un 18,5%. De media, estamos hablando de 43.800 coches menos al día y 219.000 coches menos a la semana.

Según las autoridades, en los seis primeros días de aplicación del programa se redujo en decenas de miles el número de vehículos que entraron en las zonas más concurridas de Manhattan por debajo de Central Park (zona en la que se aplica el peaje).

“Hay muchas evidencias de que la gente está experimentando un entorno mucho menos congestionado por el tráfico”, explica Janno Lieber al diario neoyorquino, presidente y director ejecutivo de la MTA, que supervisa el programa. “Ven calles en las que se circula con más eficacia, oyen menos ruido y perciben un ambiente menos tenso en torno a túneles y puentes” de acceso a Manhattan.

Con sólo una semana de datos disponibles, es demasiado pronto para saber definitivamente si el programa está funcionando o será un éxito. Los responsables de la MTA recuerdan que los datos son preliminares y que no hay datos históricos sobre el número de vehículos que entraban diariamente en la zona antes del peaje, por lo que aún no es posible hacer comparaciones perfectas.

Sin embargo, el hecho de reducir la entrada de coches también significa una mejor calidad de vida para las millones de personas que viven en Nueva York, y en ese sentido, parece que ha sido un éxito. “Los datos parecen confirmar lo que algunos neoyorquinos ya han notado: menos atascos, menos bocinazos y más aparcamiento libre en algunas manzanas de la zona en la que se aplica el peaje”.

Por supuesto es muy pronto para decir que el peaje de acceso, al estilo del Congestion Charge de Londres, va a solucionar los problemas de tráfico de Nueva York y de Manhattan en particular.

Recordemos que, sólo en el caso del Lincoln Tunnel, circulan 120.000 vehículos diarios entre Manhattan y Nueva Jersey. Y Manhattan cuenta con varios túneles y puentes de acceso con una densidad de tráfico similar. Se estiman que hay cerca de 900.000 desplazamientos diarios en coche entre Manhattan y el resto de la ciudad y Nueva Jersey.

Pero el peaje es un inicio de solución. Como declaró al New York Times Michael Ostrovsky, profesor de la Universidad de Stanford que estudia los peajes de congestión: “Los resultados están demostrando que el peaje puede ser muy eficaz”.

Foto | Nout Gons

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