Desde que empezó el embolao de Libia, lo hemos pagado a base de bien en el surtidor, con un incremento de 10 a 20 céntimos cada litro. Hemos encadenado subida tras subida… y siguen los altos precios. Afortunado es el que echa la gasolina a menos de 1,30 o el gasóleo a menos de 1,20, hablando de Península y Baleares.
En septiembre los precios de la vida (IPC) subieron un 3,1%, motivados por combustibles, tabaco, calzado y vestido. Según la Unión de Consumidores de España, nada justifica los altos precios de los combustibles, salvo una cosa. Las petroleras podrían estar preparándose para una subida de impuestos.
Es decir, si subiese el IEH (Impuesto Especial sobre Hidrocarburos), automáticamente subiría el precio. Pero como ya lo han inflado antes, lo rebajan de su parte y así el consumidor percibirá que paga lo mismo. Es una teoría muy razonable, viendo el telediario de las últimas semanas.
Las elecciones generales están a la vuelta de la esquina, y los candidatos mayoritarios pasan de puntillas sobre el tema de los recortes o subidas de impuestos para no espantar a los votantes. Pero el nuevo Gobierno que salga, probablemente haga de las dos cosas, o en el “mejor” caso, una de las dos.
Los altos precios bajan el consumo. En la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) podemos ver que en julio bajó el consumo de GLP (-8,3%), gasolina (-8,5%) y gasóleo (-7,3%), comparando con 2010. El precio estaría algo en la parte de margen comercial, para entenderlo sugiero ver esta animación.
Resumiendo. La materia prima tiene un precio de por sí alto, luego hay que añadir los márgenes y luego los impuestos. Ahora, en teoría, estarían los márgenes algo más hinchados para amortiguar una futura subida del IEH. No todo son malas noticias: circulan menos coches, a menos velocidad, y hasta se reducen las víctimas de tráfico.
Fuente | UCE
En Motorpasión | El consumo de combustible bajó en julio un 7%, con el viejo límite de velocidad