En los últimos meses la DGT, con Pere Navarro al frente de nuevo, ha expresado en muchas ocasiones sus deseos de modificar desde el sistema del carnet por puntos, pasando por el endurecimiento de las sanciones por distracción hasta los límites de velocidad.
Aunque desde que Navarro dice algo hasta que sale publicado en el BOE hay un largo camino, la DGT ha explicado que a principios de año entrará finalmente en vigor el real decreto de reduce la velocidad en carreteras secundarias de 100 km/h a 90 km/h.
Un largo periplo hasta que lo veamos en el BOE
El primer paquete de medidas con el que la DGT quiere mejorar la seguridad vial reducirá el límite de velocidad en unos 7.000 km de vías convencionales -de un único carril por sentido y sin desdoblar- con un arcén de 1,5 metros para turismos y motocicletas. Por su parte, los autobuses, furgonetas y camiones tendrán que circular a 80 km/h en estas carreteras.
Sin embargo, la ley estipula que el titular de la carretera podría mantener los 100 km/h si la calzada tiene separados físicamente los dos sentidos de la circulación.
Esta norma podría entrar en vigor el próximo 2 de enero, pero para que salga adelante tiene un largo camino por recorrer: entre proyectos de ley, votaciones, redacción en la Comisión, aprobación por el Congreso, aprobación por el Senado... Hasta que no se publique en el BOE, estas propuestas no tendrán valor legal.
Asimismo, los titulares de las carreteras han de contar con tiempo para hacerse con las nuevas placas de velocidad, que se hará con probabilidad con placas adhesivas para ahorrar costes y tiempo, tal y como se hizo cuando, también bajo mandato de Pere Navarro, se redujo la velocidad en autovías y autopistas a 110 km/h.
Según datos del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, más de 1.000 personas mueren cada año en accidentes que han tenido lugar en carreteras convencionales y que suponen el 77% de los fallecidos en vías interurbanas. El estudio también revela que las carreteras convencionales, teniendo en cuenta el tráfico que soportan, presentan un riesgo de fallecimiento en accidente de tráfico 3,6 veces superior al de las autopistas y autovías.
Y Navarro lo tiene claro: "Conocemos donde se nos mata la gente en carretera y todos los estudios indican que para bajar la siniestralidad hay que reducir la velocidad en carreteras convencionales y hacer cumplir los límites establecidos. Y en eso estamos trabajando", ha declarado a través de un comunicado.
De hecho, además de reducir los límites de velocidad quiere modificar el carnet por puntos y endurecer las sanciones por el uso del móvil al volante: cuatro o seis puntos en vez de tres, además de los 200 euros de multa actuales.