La huelga masiva en General Motors organizada por el sindicato United Auto Workers (UAW) cumple su día decimoséptimo en un ambiente que dista de ser cordial. Con la cadena de proveedores afectada y sin un acuerdo a la vista, la cosa va a peor.
De momento, General Motors ha detenido la producción en las plantas de ensamblaje y transmisión que tiene en Silao, México, donde se ensamblan el Chevrolet Silverado y el GMC Sierra. Alrededor de 6.000 trabajadores serán despedidos de forma temporal.
Atención médica, salarios y empleos temporales son el quid de la cuestión
Contando con los trabajadores que se han suspendido de empleo en Canadá, México y Ohio, General Motors ya ha despedido casi a 10.000 asalariados.
El vicepresidente de la UAW, Terry Dittes, dijo ayer a través de un breve comunicado dirigido a los líderes sindicales que la propuesta de la compañía no había satisfecho sus demandas: "Hubo muchas áreas que se quedaron cortas como la atención médica, los salarios, los empleados temporales, los oficios calificados y la seguridad laboral, por nombrar algunos".
El sindicato respondió con una contrapropuesta a la que el gigante de Detroit deberá responder de forma concreta, pues emitió una declaración después que se limitaba a calmar las aguas: "Continuamos negociando e intercambiando propuestas, y seguimos comprometidos a alcanzar un acuerdo que construya un futuro más sólido para nuestros empleados y nuestra empresa".
El rechazo de la UAW a dar por finalizada la huelga se produjo justo después de conocerse que General Motors había inactivado sus plantas de ensamblaje en Silao, México. La escasez de piezas está afectando a aproximadamente 6.000 empleados solo en México.
Esta es la primera huelga de empleados de General Motors en 12 años y afecta a más de 30 plantas en Estados Unidos. Las demandas de los trabajadores no solo pasan por mejoras salariales y cobertura médica: también piden que no se cierren las plantas de Lordstown (Ohio), Detroit-Hamtramck (Michigan) y Osahawa (Canadá).
We are standing strong and standing together on #SolidaritySunday!
— UAW (@UAW) September 29, 2019
UAW members across the country will continue to stand strong together until GM ensures fairness and economic justice for workers. pic.twitter.com/FOvgVyUhpn
La compañía ha jugado la baza del coche eléctrico como parte de un plan de inversión de 1.800 millones de dólares en diferentes plantas de producción de Estados Unidos que crearía cientos de nuevos puestos de trabajo.
Por su parte, los analistas de Wall Street, según explica The Detroit News, predicen que el fabricante no podrá recuperar la producción perdida este año debido a la huelga y que durante las primeras dos semanas del paro laboral, las pérdidas de General Motors podrían sumar más de 1.000 millones de dólares.
Además, el gigante de Detroit se enfrenta a la incertidumbre sobre la disminución de las ventas, una guerra comercial con China y la incógnita de cuándo recuperarán las inversiones en vehículos autónomos y eléctricos.