Ford Motor Company y el fabricante de baterías SK Innovation acaban de anunciar que invertirán 11.400 millones de dólares en la construcción de dos enormes “megacampus” o factorías en Tennessee y Kentucky que producirán baterías, así como la próxima generación de la pick up eléctrica F-150 Lightning. Un proyecto que según ambas empresas creará más de 11.000 nuevos puestos de trabajo.
Las instalaciones de las dos gigafactorías están diseñadas para cubrir todo el proceso de construcción de un vehículo eléctrico: desde la producción de células de batería o el reciclaje hasta una planta de montaje específica.
La mayor inversión de Ford en más de un siglo de historia
Just outside Memphis, we’re building the biggest auto plant in @Ford’s history.
— Jim Farley (@jimfarley98) September 27, 2021
It's called Blue Oval City & is where we'll build the next generation of electric F-Series pickups & advanced batteries.
It’s the new future of American manufacturing. https://t.co/RRNq0a9Dr4 pic.twitter.com/0BhhQahZWY
Ford aportará 7.000 millones de dólares al proyecto: la mayor inversión en fabricación en sus 118 años de historia. Esta apuesta forma parte del ambicioso plan de electrificación de la compañía para 2025, en el que se estima que invertirá más de 30.000 millones de dólares .
En este sentido, el fabricante también ha comunicado que gastará 525 millones de dólares en los próximos cinco años en la formación de empleos específicos en todo Estados Unidos, comenzando por Texas: la inversión se centrará en la formación de técnicos de automoción especializados en vehículos eléctricos y conectados.
Los planes del "megacampus" de Ford -las primeras instalaciones que el fabricante de automóviles ha construido en toda una generación- están pensados para apoyar su creciente cartera de vehículos eléctricos, incluyendo el Mustang Mach-E, la furgoneta Ford E-Transit y la próxima pick up eléctrica F-150 Lightning, que ya ha recibido más de 150.000 pedidos. También forma parte de la estrategia de la compañía para reducir los costes de las baterías hasta los 80 dólares por kWh.
Estas inversiones según la directora de operaciones de Ford en América del Norte, Lisa Drake, llegan en el momento justo para una transición óptima hacia el vehículo eléctrico: “Ya hemos visto pruebas de ello en la industria y ahora en nuestros propios lanzamientos”, declaró. Ford es optimista en cuanto a la demanda de vehículos eléctricos, pues la compañía predice que un tercio del segmento de las pick-up será totalmente eléctrico en 2030.
Para ello, Ford ya ha inyectado 250 millones de dólares y creado 450 nuevos puestos de trabajo, con el objetivo de aumentar la capacidad de producción de su próxima F-150 Lightning hasta las 80.000 unidades al año. Esos fondos y puestos de trabajo se repartirán entre su centro de vehículos eléctricos de Rouge en Dearborn, Michigan, el centro de trenes eléctricos de Van Dyke y la Planta de Componentes de Rawsonville.
Además, hace unos días la compañía también anunció sus planes de asociarse con Redwood Materials para crear un sistema de circuito cerrado que cubrirá el reciclaje de los vehículos eléctricos al final de su vida útil, así como el suministro al fabricante de automóviles de materias primas para baterías.
Blue Oval City: cómo serán los megacampus de Tennessee y Kentucky
Una vez completado, el campus de 5.600 millones de dólares de Stanton (Tennessee) tendrá el tamaño y la población de un pueblo pequeño. Con casi 6 millas cuadradas (unas 1.550 hectáreas), se diseñará como un centro de fabricación de circuito cerrado.
El campus contará con una planta de producción de baterías gestionada en colaboración con SK, una zona para proveedores y una planta de montaje dedicada a las pick up eléctricas de la serie F. Según Ford, la planta de montaje está diseñada para ser neutra en carbono desde el inicio de su actividad, previsto para 2025.
Por otra parte, el fabricante contará con dos plantas de baterías en el campus situado en la ciudad de Glendale, en el centro de Kentucky, que producirá baterías para una nueva línea de vehículos eléctricos de Ford y Lincoln a finales de esta década, aunque “se espera que la producción de las baterías de iones de litio comience en 2025”.
El campus de baterías de 1.500 acres (unas 607 hectáreas), al que Ford llama “Blue Oval SK Battery Park”, costará unos 5.800 millones de dólares y empleará a 5.000 personas. Las dos plantas de baterías serán capaces de producir hasta 43 GWh cada una, para un total de 86 GWh anuales. Si se añade la tercera planta de baterías en Tennessee, la capacidad total ascenderá a 129 GWh. En total, esa capacidad es suficiente “para alimentar más de un millón de vehículos eléctricos”.
Si tenemos en cuenta que, según Ford, para sus planes globales en cuanto a vehículos eléctricos de batería requieren al menos 240 GWh de capacidad para 2030, necesitarían al menos 10 plantas. Así, necesitarán 140 GWh en Norteamérica y el resto se dedicará a otras regiones, incluidas Europa y China.
El problema del precio medio de los eléctricos
El anuncio de los planes de Ford llega días después de que el consejero delegado de la compañía, Jim Farley, declarase en un debate con la directora del evento anual "Detroit Homecoming", Mary Kramer, que una de las principales prioridades de los fabricantes de automóviles debería ser “hacer que los coches eléctricos sean más asequibles para los compradores”, pues la mayoría de la gente aún no puede permitirse estos vehículos.
Para Farley, la actual generación de propietarios de vehículos eléctricos en EE.UU. es diferente a la que vendrá, ya que por norma general no busca coches pequeños y económicos: “quieren Mustangs, pick-ups potentes… los mejores productos”.
Ejemplo de ello parece ser la pick up eléctrica F-150 Lightning, que además de los pedidos con los que cuenta en la actualidad, ya batió todos los récords de reservas en las primeras 48 horas. Está completamente vendida en Europa, en Estados Unidos y en China y según el CEO del gigante de Detroit, por sus características, “será una revolución que cambiará la electrificación".
Farley -cuyo abuelo trabajó en la histórica fábrica de Ford en Rouge- también comentó que una cuestión clave para la revolución de los vehículos eléctricos es cómo afectará la producción a los trabajadores del sector. Otras preocupaciones que manifestó son el suministro de baterías y la disponibilidad de minerales como el litio y el cobalto.
"Tenemos que traer la producción de baterías aquí, pero la cadena de suministro tiene que llegar hasta las minas", ha declarado. Ahí es donde está el problema real, pues "la gente en Estados Unidos no quiere que haya minas en sus barrios". En este sentido Farley se mostró reacio a importar litio y a extraer cobalto de países "en los que se da el trabajo infantil y la corrupción" y apuesta por la minería: "Tenemos que resolver este asunto y no tenemos mucho tiempo".
Ford comunicó recientemente que el precio medio de sus transacciones en agosto alcanzó un nuevo récord de aproximadamente 50.800 dólares por vehículo, lo que supone un aumento de 9.700 dólares respecto al año pasado. Aunque el precio de salida de la versión eléctrica de la F-150 (el coche más vendido en EE.UU. durante 44 años) arranca alrededor de los 40.000 dólares.
Volviendo a las declaraciones de Farley sobre que "los coches eléctricos son demasiado caros", y a modo de comparación (más allá de los todoterrenos eléctricos Rivian R1T y R1S, Hummer EV o Bollinger B1 y B2), un apunte: Audi ha anunciado esta semana, que su SUV eléctrico Q4 40 e-tron en EE.UU. tendrá un precio de partida de 44.995 dólares, incluidos los 1.095 dólares de gastos de envío.
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