Desde el 21 de mayo una de las plantas de Corea del Sur de este fabricante ha estado paralizada por un conflicto laboral. La empresa tenía que despedir a cientos de trabajadores y estos han presionado de forma muy fuerte para evitarlo. En el punto de máxima tensión, miles de policías han rodeado la fábrica donde estaban atrincherados.
A mediados de la semana anterior el administrador judicial se reunieron para reanudar la negociación y finalmente llegaron a un acuerdo sobre el plan de despidos. Se despedirá a menos gente y parte de ellos estarán de baja no remunerada durante algún tiempo.
La parálisis de Pyeontaek ha supuesto un duro golpe a las cuentas de la empresa, que está en proceso de reestructuración debido a la crisis. A lo largo de este mes se reanuda la fabricación y distribución de sus coches, lo que facilitará su recuperación. De no haberse resuelto este conflicto, su futuro hubiese estado en entredicho.
Fotografía | Yonhap News Agency