La decisión está tomada: el próximo 28 de febrero el Grupo Volkswagen cerrará su fábrica de Audi en Bruselas. Será la primera vez que una planta del gigante alemán eche el cierre en Europa, de hecho, no ha cerrado ninguna planta en el mundo en más de tres décadas.
Lo ha confirmado Peter D’hoore, portavoz de Audi, después de anunciar que han fracasado todas las negociaciones por mantener a salvo la fábrica que han tenido lugar a lo largo de los últimos meses.
"La compañía está registrando ahora una caída de la demanda del Q8 e-tron"
El pasado mes de julio, Audi publicó un comunicado que dejó intranquilos a una parte de sus trabajadores, concretamente a los 3.000 empleados de la marca que trabajan en la fábrica de Audi en Bruselas, Bélgica. En ese comunicado, la firma alemana decía que “está considerando el final anticipado de la producción de estos modelos en la planta de Bruselas” y avisaba de que “esto también puede suponer el cese de la actividad si no se encuentra otra alternativa”.
A partir de ese momento, comenzaron las negociaciones para intentar que la fábrica de Audi en Bruselas permanezca abierta, todo ello con la máxima tensión entre los trabajadores de Audi Bruselas y la directiva de Volkswagen, la empresa matriz, especialmente después de que los empleados de la planta belga se apoderasen de las llaves de unos 200 vehículos para exigir respuestas a Volkswagen.
Ahora sabemos que todos los intentos por mantener abierta la fábrica de Audi en Bruselas no han servido de nada: el 28 de febrero cesará la producción del Audi Q8 e-tron y eso supondrá el cierre de la planta.
Lo ha confirmado en Reuters Peter D’horre, portavoz de Audi. También ha hablado de ello en el mismo medio Gerd Walker, miembro de la junta de Audi AG y jefe de producción, que ha señalado que "La decisión de cerrar la fábrica de Bruselas es dolorosa. Personalmente, fue la decisión más difícil que he tenido que tomar en mi carrera profesional".
Volkswagen lleva varios meses intentando encontrar un comprador para la planta de Bruselas, pero no lo ha conseguido. Entre esos posibles compradores se especulaba con el gigante chino NIO, pero su CEO, William Li, lo desmintió.
Al fracaso de las negociaciones hay que sumar que Audi no contemplaba continuar en estas instalaciones con la producción del Q8 e-tron, el único coche que se fabrica allí actualmente, y Volkswagen tampoco pensaba trasladar a esta planta la producción de ningún otro modelo.
Cuando Audi anunció su intención de reestructurar la fábrica de Bruselas, la marca alemana alegó varios motivos. Entre ellos, está la caída de la demanda del Q8 e-tron, “que se ha traducido en una fuerte caída de los pedidos recibidos”, según la compañía.
Es decir, se venden pocos Audi Q8 e-tron, algo similar a lo que sucede con el Fiat 500E, que también ha obligado a Fiat a cerrar su fábrica de Mirafiori, en Italia, aunque en ese caso se trata, en principio, de una pausa temporal de la producción y el próximo 5 de enero debería reanudar la actividad.
Pero la falta de demanda del Audi Q8 e-tron eléctrico no es el único motivo que argumenta Audi para justificar el cierre de su planta de Bruselas. El fabricante de los cuatro aros también habla de “retos estructurales que se plantean desde hace tiempo en la factoría de Bruselas”.
Audi explica que “la disposición de la planta es difícil de cambiar debido a la particular ubicación de las instalaciones de producción cerca del centro de la ciudad. Además, los costes logísticos son elevados. En conjunto, todo ello se traduce en unos costes de producción altos en comparación con otros centros”.