Los fabricantes de coches de Reino Unido empiezan a tomarse en serio un Brexit duro

La industria del automóvil británica ve como su peor pesadilla se está haciendo realidad. Después de que el Acuerdo de Retirada cerrado con Bruselas fuera rechazado la semana pasada por el parlamento británico, la primera ministra Theresay May debe presentar hoy un “plan B” para evitar una salida de la Unión Europea a las bravas, sin acuerdo.

La industria siempre se mostró reticente al Brexit, pero también siempre confiaron en que se llegaría a algún tipo de acuerdo para salvaguardar el comercio y la industria. Y ahora que están viendo que podría no haber acuerdo, empiezan a hablar abiertamente de cierres temporales y pesadillas logísticas.

La industria del automóvil se está ahora preparando para la peor situación posible: salir de la Unión Europea el próximo 29 de marzo sin que haya un acuerdo entre el Reino Unido y la UE. “He hecho lo que toda persona en su sano juicio habría hecho: asumir lo peor”, dijo Andy Palmer, CEO de Aston Martin, en el Automotive News World Congress durante el Salón de Detroit.

Una salida de la UE sin acuerdo de ninguna clase significa que todas las facilidades actualmente en vigor (libre circulación de personas, bienes y capital) quedarán suspendidas y que se volverá a aplicar la legislación básica de la Organización Mundial del Comercio entre el Reino Unido y la Unión Europea.

Es decir, aranceles para todos los productos del Reino Unido que entren en la UE y viceversa, controles en las fronteras (con colas interminables para los camiones) y todo ello sin periodo de transición o moratoria para poder adaptarse. Sería de un día para otro.

Estos aranceles y colas en las fronteras son una pesadilla para la cadena de proveedores de una industria que funciona prácticamente sin stock, en “just in time”. El “just in time” es un sistema de organización de la producción ideado por Toyota en el que la materia prima o los elementos necesarios a la fabricación o ensamblaje del producto final llegan a la factoría poco antes de que se usen y solo en las cantidades necesarias. De este modo se reducen costes logísticos al eliminar la necesidad de tener stock.

Por eso los fabricantes que poseen factorías en el Reino Unido se están preparando para la eventualidad de un no acuerdo. Si hay aranceles y controles en las fronteras, la cadena del just in time se rompe y hay que prever alternativas.

Del just in time a tener una semana de stock por culpa del Brexit

Honda, que fabrica el Civic y el CR-V en exclusiva para Europa, prevé cerrar su factoría de Swindon durante seis días en abril, mientras que BMW adelantará el cierre estival de MINI a abril. El objetivo es poder tener algo de stock para que la producción no se vea interrumpida de forma desordenada e indefinida.

Es mejor parar una semana y tener las piezas en stock por si hay retrasos que fabricar dos días y quedarse de golpe tres días parados porque faltan los asientos, por ejemplo. Y no vaya a ser que una vez que se tienen los asientos sea preciso detenerse de nuevo al cabo de cuatro horas porque faltan unos revestimientos de plástico que están en un camión en la frontera. Sería un caos imposible de gestionar con consecuencias no solamente en el volumen producido sino también en el control de calidad del producto.

Algunas marcas, como Aston Martin o Bentley, tienen otras opciones habida cuenta del tipo de vehículo que fabrican. Son volúmenes pequeños y de alto valor añadido por lo que han buscado rutas alternativas que no pasen por Dover. Así Aston Martin ya ha previsto importar las piezas necesarias vía avión.

Aunque en el caso de Aston Martin, la marca va más allá y efectúa sus pedidos a los proveedores con 12 semanas de antelación. Las 12 semanas que les queda para operar dentro de la UE. Dicho de otro modo, prevén tener stock para fabricar hasta el verano. Luego, se importarían las piezas vía avión.

Mientras, otros fabricantes no tienen nada previsto

Sin embargo, algunos fabricantes no tienen nada previsto, al menos de manera oficial. En Toyota reconocen que no tienen nada previsto en caso de una salida sin acuerdo. Y eso que su stock para fabricación es de solo unas horas. “Necesitamos un acuerdo. Tendremos un pico de producción en marzo debido al lanzamiento de un nuevo modelo, el Corolla”, explicó un portavoz de la marca a la BBC.

En Ford tampoco tienen nada previsto para sus centros de producción británicos. Oficialmente consideran la salida de la UE sin acuerdo altamente improbable. Eso sí, el grupo estadounidense acaba de iniciar una reestructuración de su actividad en Europa que contempla el cierre de las operaciones que no sean rentables. En el caso de un Brexit sin acuerdo con la UE, existe la posibilidad de cerrar las factorías Ford del Reino Unido, según ha confirmado Steve Armstrong, CEO de Ford Europe.

El curioso caso de Jaguar Land Rover

Jaguar Land Rover también está en un proceso de reestructuración con 4.500 despidos previstos, debido a su excesiva dependencia del mercado chino, del diésel y de su empeño en fabricar berlinas. Un Brexit duro no le ayudará, sin duda, y sin embargo es quizá el fabricantes inglés mejor preparado para esta eventualidad.

Y es que el eléctrico Jaguar i-Pace y el pequeño SUV E-Pace se fabrican en Austria (se encarga de ello Magna). Además, el pasado mes de octubre abrió una nueva factoría en Eslovaquia que si bien de momento solo fabrica el Land Rover Discovery, tiene capacidad para 150.000 vehículos al año. Es ya evidente que a término, una buena parte de la producción de JLR se hará en Eslovaquia y no en Reino Unido.

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