"Por fin proponemos una prohibición del petróleo ruso. Seamos claros: no será fácil". Así ha anunciado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que la UE trabaja en un nuevo paquete de sanciones a Rusia. Sería el sexto, e incluiría la prohibición total de importar petróleo ruso al club comunitario para final de año.
Estas medidas serán presentadas hoy en el Consejo europeo para su aprobación.
La posición de Alemania es determinante
Rusia enfrenta nuevas sanciones de la UE que apuntarían a su industria petrolera y sus bancos, con un embargo petrolero propuesto que entrará en vigor en varias etapas.
La propuesta de la comisión introduciría gradualmente una prohibición de las importaciones de petróleo de Rusia en un periodo de seis a ocho meses, y se permitiría que Hungría y Eslovaquia tuvieran unos meses más de margen, según funcionarios de la UE.
"Estamos trabajando en el sexto paquete de sanciones que tiene como objetivo eliminar el SWIFT de más bancos, hacer una lista de los actores de desinformación y abordar las importaciones de petróleo", ha anunciado Josep Borrell, jefe de la unidad de política exterior de la Comisión Europea.
Este paquete de sanciones llega gracias a un pequeño cambio de rumbo de Alemania, que asegura ahora que "no está en contra de una prohibición petrolera a Rusia" y que además está reduciendo la compra de barriles de crudo ruso.
Con 555.000 barriles por día, Alemania importó el 35 % de su petróleo crudo de Rusia en 2021, pero en las últimas semanas lo ha reducido al 12 %, según el Ministerio de Economía alemán.
"Queremos dejar de comprar petróleo ruso, pero necesitamos un poco de tiempo para asegurarnos de que podemos obtener otras fuentes de petróleo en nuestro país", han dicho desde la cancillería alemana a Financial Times.
Según explica la cabecera económica, la mayoría de refinerías alemanas tienen ya proveedores fuera de Rusia. De momento, Berlín no puede dejar de depender del gas ruso.
El club de los 27 de reúne hoy para revisar el plan, que deberá obtener un apoyo unánime para entrar en vigor. Algo que es bastante improbable que suceda, puesto que países como Eslovaquia o Hungría dependen del petróleo ruso que llega del oleoducto Druzbha.
El último paquete de sanciones a Rusia (el quinto) incluyó, entre otras medidas, una prohibición de importación de "todas las formas de carbón ruso", lo que según calcula la Comisión, afecta a una cuarta parte de todas las exportaciones rusas de carbón.
El crudo ruso representa más de una cuarta parte de las importaciones totales del bloque europeo, de ahí la alusión de Von der Leyen de que este movimiento "no será fácil".