Porsche, Ferrari, BMW... son muchas las marcas que están presionando para poder seguir vendiendo vehículos equipados con motores de combustión más allá de 2035, pues son los únicos que les hacen ganar dinero. Sus grupos de presión trabajan duro en Bruselas -el centro neurálgico de los lobbies- tratando de obtener una exención basada en los combustibles sintéticos que contentaría a fabricantes, al ala derecha europea y a las petroleras.
De momento la Comisión Europea está escuchando y puede que los e-fuels o combustibles sintéticos tengan cabida, pero a BMW le huele a gato encerrado: "Actualmente hay muchos indicios de que la Comisión Europea está impulsando una solución falsa en la que se relaja la prohibición de los motores de combustión", ha dicho el mandamás de la firma bávara, Oliver Zipse.
Las declaraciones de Zipse recogidas por Autonews Europe acusan directamente a Bruselas de no estar plenamente comprometida con su plan de incluir a los e-fuels después de 2035, cuando en teoría solo se deberían vender nuevos vehículos equipados con baterías: "Es una solución falsa", ha dicho. Para el directivo la Comisión Europea debería dejar las palabras y abrir la billetera, empezando por invertir en los combustibles sintéticos.
Los e-fuels son vistos como una alternativa neutral en términos de emisiones de CO₂, siempre y cuando se obtenga de energías renovables o nuclear, por parte de la industria del automóvil. Sin embargo, tiene también muchos inconvenientes que limitarían su despliegue, entre ellos el coste, pero sobre todo requiere tal cantidad de energía para su fabricación que se considera que no puede haber e-fuel para todos.
De momento todo apunta a que BMW ha patentado un nuevo motor de combustión que podría revolucionar el sector y basado en una tecnología conocida como “encendido en precámara”, un concepto que ya se había utilizado en motores diésel hasta los años 80, pero que ahora se actualiza para adaptarse y mejorar a los motores de gasolina actuales.