Porsche se prepara para lanzar al mercado su coche eléctrico, el Taycan que conocermos en detalle el próximo 4 de septiembre, y surge la delicada pregunta de si el Porsche 911 será eléctrico o simplemente dejará de existir. El Dr. Frank-Stefan Walliser, nuevo director de la gama Porsche 911 desde esta primavera, tiene en sus manos el destino del Porsche 911. Eléctrico o no, lo decidirá él.
El futuro del automóvil se escribe en clave eléctrica. Si los fabricantes quieren cumplir con las futuras normas de emisiones, no les queda otra que convertirse al coche eléctrico. Porsche es quizá el fabricante premium que más apuesta por la electrificación, sirva de ejemplo la gama híbrida enchufable de los Cayenne y Panamera. Y además son un éxito a nivel comercial.
Eso sí, toda la imagen de marca de Porsche se basa en el 911. Es el modelo más emblemático de la marca, pero solo es el cuarto modelo más vendido del fabricante. ¿Podrá soportar el 911 el paso a la electrificación? ¿Habrá un Porsche 911 eléctrico? ¿O bien simplemente matarán al 911?
Un hombre ha recibido la tarea de decidir sobre esa delicada cuestión. El Dr. Frank Walliser, uno de los padres del 918 Spyder, es el nuevo jefe de producto a cargo del 911. Y toma posesión del cargo en el momento más delicado para el eterno deportivo.
Los poderes de un CEO
Ser jefe de producto para el 911 es, en palabras de su predecesor August Achleitner, es como dirigir una compañía dentro de la compañía. Los poderes del jefe de producto del 911 son los prácticamente los de un CEO. Cumpliendo con los objetivos impuestos por la dirección, maneja todos los aspectos del 911, desde las finanzas, la técnica, el marketing y todo lo que sea preciso.
Así, desde esta primavera, Frank Walliser tiene en sus manos el destino del Porsche 911. Este doctorado con honores en ciencias industriales tiene una carrera impecable en Porsche. Fue “project leader” del Porsche 918 Spyder, que sirvió de preludio al Taycan y a la gama híbrida, al mismo tiempo ayudó a Andreas Preuninger a desarrollar los Porsche GT (GT3 y GT2) mientras era director del departamento competición de Porsche.
Esa impresionante lista de logros no es nada en comparación del dilema al que se enfrenta en su nueva posición. Dentro de unos tres años, Porsche comenzará a desarrollar la generación del 911 que se venderá más allá de 2030. La generación actual del 911, la 992, está preparada para poder disponer de una versión híbrida (que no veremos hasta 2022). ¿Pero qué pasará en un futuro? ¿Será el 911 un coche 100 % eléctrico, un híbrido enchufable o ya no existirá?
El Porsche 911 fue la respuesta a la necesidad de más potencia y más espacio que pedían los clientes del Porsche 356. Con el tiempo, en Porsche supieron convertir ese defecto que era el 6 cilindros bóxer colgando del eje trasero en una baza comercial y en una seña de identidad.
La mayoría de los puristas dirán que un Porsche híbrido es un sacrilegio. También lo dijeron cuando el 911 abandonó la refrigeración por aire para optar por una refrigeración líquida con el 996. Y ahora nadie crítica a Porsche por ese movimiento. Algo similar pasó cuando para la generación 991, Porsche adoptó la sobrealimentación en todos los 911. Vamos, da igual lo que decidan Walliser y su equipo, será objetos de críticas.
¿Cómo sería un 911 eléctrico?
Para el predecesor de Walliser, August Achleitner (estuvo al frente del destino del 911 durante 18 años), la idea de un 911 eléctrico no era del todo descabellada. De hecho prefiere un 911 eléctrico a que el 911 desaparezca de la gama Porsche.
De momento, Walliser solo tiene claro un concepto acerca de ese futuro 911. Sea cual sea el modelo que en 2030 se venda en el hueco del 911, sea o no un 911 eléctrico, deberá ofrecer algo más que unas aceleraciones de infarto en línea recta. “Ya no es un elemento diferenciador”, explica Walliser. “Hay otras maneras de destacar y nuestra tarea será destilar esos rasgos y características típicamente Porsche en un coche electrificado”.
Walliser sabe que la única manera que el público y sobre todo los clientes acepten un 911 electrificado es que ese coche se comporte como un 911. Es decir, un coche capaz marca un tiempo de infarto en el Nürburgring cuantas veces quiera el cliente y que al mismo tiempo pueda llevarle todos los días al despacho o en un road trip por las Alpes hasta el lago de Como.
De lo contrario, la electrificación marcará el fin del 911. Sería el fin de un modelo que sobrevivió a dos crisis del petróleo y a un modelo muy avanzado para su tiempo y diseñado ex profeso para acabar con él, el Porsche 928.