Este superdeportivo con aires de Porsche 911 de no es un Hot-Wheels, es real y su dueño puede cambiar a placer de motor: gasolina o eléctrico

Este superdeportivo con aires de Porsche 911 de no es un Hot-Wheels, es real y su dueño puede cambiar a placer de motor: gasolina o eléctrico
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El Oilstainlab HF-11 es otro superdeportivo de producción ultralimitada, sí. Y como muchos otros, cuenta con una carrocería de fibra de carbono y un potente motor de gasolina. Pero en el fondo esta creación es inusual y no se parece a nada en el mundo, salvo por esa mirada que recuerda a la del eterno Porsche 911.

¿Qué tiene de especial que los otros no tienen? Un diseño digno del mundo de Akira, que mezcla elementos clásicos y futuristas, un peso de tan sólo 910 kg para más de 650 CV de potencia y la posibilidad de intercambiar, según le plazca al cliente, el 6 cilindros bóxer por un tren motriz eléctrico.

El sueño loco de dos diseñadores

El HF-11 es una auténtica locura. Los hermanos Nikita e Iliya Bridan, querían capturar la magia de los antiguos coches de sport prototipos que forjaron la leyenda de las 24 Horas de Le Mans, como los Grupo C, aprovechando la tecnología actual.

Además de un diseño único, tan elegante como brutal y mecánico, tenían claro que la potencia tenía que ser monumental y el peso lo más contenido posible. Con un chasis de fibra de carbono fabricado por los mismos responsables del Ford GT, un subchasis de acero de alta resistencia y paneles de carrocería en fibra de carbono, se puede decir que han logrado un coche muy ligero.

oilstainlab-hf-11 estructura

Pesa tan sólo 910 kg en vacío. Son 120 kg más que el GMA T50 de Gordon Murray y sólo 5 kg más que un Sauber C9 con motor Mercedes de 1989 con el que Jochen Mass, Manuel Reuter y Stanley Dickens ganaron Le Mans.

Sólo mide 4,33 metros de largo, lo mismo que un Porsche 993 y sólo unos centímetros más que un Toyota GR86 (viendo las fotos parece enorme), por lo que su tamaño compacto contribuye a su sorprendentemente bajo peso.

oilstainlab-hf-11

El motor del HF-11 es un seis cilindros bóxer atmosférico, una arquitectura similar a la del Porsche 911, de unos 650 CV a 12.000 rpm con una cilindrada de 4,5 litros. Va asociado a un cambio manual de seis velocidades y, por supuesto, es un modelo puramente de tracción trasera.

Y no, no es un motor Porsche sino un bloque fabricado por otra empresa que no nombran. Sólo hay dos fabricantes de 6 cilindros bóxer además de Porsche actualmente, Singer (con la ayuda de Williams) y Ruf. En todo caso, en sus planes, está la posibilidad de ofrecer un motor de Porsche 911 GT3 Manthey Racing.

oilstainlab-hf-11

También hay una versión eléctrica con 860 CV, y lo más loco es que el cliente no tendrá que elegir cuál comprar. Oilstainlab ha diseñado la HF-11 para que admita las dos, y se pueden cambiar de una propulsión a otra al antojo del cliente con cierta facilidad.

Los hermanos Bridan aseguran que en la versión eléctrica el peso se mantendrá por debajo de los 1.000 kg. Cuesta imaginar cómo. Tampoco me imagino como la caja de cambios podrá soportar el descomunal par de un motor eléctrico tan potente.

El HF-11 utiliza una suspensión de doble horquilla con amortiguadores y muelles onboard totalmente ajustables de origen Öhlins. La dirección cuenta con una asistencia desconectable, para una experiencia más orgánica.

A pesar de su descarada naturaleza de coche de carreras (entre los rivales del HF-11, los Bridan incluyen al Sauber C9, el Porsche 917K y el Carrera GT además del GM T50), el HF-11 sería homologable para circular por carretera abierta. En todo caso equipa neumáticos Michelin Pilot Cup 2, aire acondicionado y cámara de marcha atrás.

oilstainlab-hf-11 interior

¿El precio? Nada, 1,85 millones de dólares. La marca prevé una producción máxima de 25 unidades y aseguran tener ya 11 pedidos. Construir un superdeportivo de estilo retro al mismo tiempo que se lanza una nueva marca que nadie conoce es, sin duda, ambicioso, pero si el diseño y las prestaciones están a la altura de lo que anuncia Oilstainlabs, se habrán ganado su propio capítulo en los libros de historia.

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