Lo más difícil de ser un líder, no es tanto alcanzar la cima como mantenerse en ella. Una vez arriba, no son pocos los quieren su trono. En el caso de las empresas, les salen competidores hasta de debajo de las piedras y cualquier estornudo en la organización es observado con lupa. Le pasa a Apple, por ejemplo, y le pasa también a Tesla. Y más aún con el muy mediático Elon Musk, al frente de Tesla, y sus opiniones polémicas que es incapaz de guardar para sí.
La relevancia de Tesla en el segmento de los coches eléctricos es similar a la de Toyota o el Grupo Volkswagen en general, es la marca que tira del carro. Ha demostrado que vender coches eléctricos puede ser muy rentable y que hay un enorme mercado global para ello (9,5 millones de coches en 2023 en todo el mundo).
En los últimos tiempos, entre una ralentización de las ventas de coches eléctricos en general y el despido del 10% de su plantilla a nivel mundial (14.000 personas, ahí es nada), es inevitable pensar si Tesla no habría ya tocado techo. O simplemente si puede seguir creciendo al mismo ritmo que en los últimos 10 años.
Tesla: un fracaso o duro contratiempo cada mes
De hecho en los últimos cuatro meses, Tesla ha acumulado fracasos y duros contratiempos en su andadura al ritmo de uno por mes. Y eso, en un mercado del coche eléctrico que muestra signos de un principio de fatiga hace que muchos empiecen a dudar de Tesla.
Tesla Cybertruck. Es difícil calificar el Tesla Cybertruck de puro fracaso. El coche tiene su público y sus ventas, confían en Tesla, están más que aseguradas basándose en las reservas que tienen de la pickup. Sin embargo, está siendo una pesadilla en términos de imagen y de estrategia para Tesla. Algo que Elon Musk veía venir poco antes de la presentación definitiva reconociendo que "cavamos nuestra propia tumba con el Cybertruck".
Presentado en 2019, tardó cinco años en llegar al mercado. Y es mucho más cara y con bastante menos autonomía que lo anunciado inicialmente, por no mencionar las constantes quejas sobre su acero inoxidable que se oxida (algo normal, por otra parte), la necesidad de lavarla constantemente, sus discutibles aptitudes en todoterreno y sobre la pobre alineación de los paneles de carrocería. Y ahora, el pedal del acelerador podría quedarse bloqueado.
A nivel estratégico, puede no haber sido una buena elección. El desarrollo del Cybertruck ha desviado recursos que podrían haber invertido en mejorar la conducción autónoma, el desarrollo de un nuevo modelo, como el esperado y ahora retrasado Model 2. Solo el tiempo dirá si la apuesta por un pickup, coche esencial en Estados Unidos, tan polémico y complejo de fabricar ha sido una buena elección.
Autopilot mejorado con capacidad de conducción autónoma total, conocido como Full Self-Driving (FSD). El Autopilot FSD son equipamientos opcionales clave y muy rentables para Tesla. Vendidos juntos por 11.300 euros, acaba siendo un simple sistema de asistencia a la conducción de nivel 2 SAE que, sin desmerecer su tecnología, es similar a la de otras marcas y no permite que el coche conduzca sólo (tal y como prometió en su día el CEO de la marca).
Desde el pasado mes de marzo, el personal de Tesla está obligado a instalar y enseñar cómo funciona esta tecnología de asistencia al conductor a los compradores antes de entregar los coches. Es el enésimo episodio de un tira y afloja entre la NHTSA (la DGT estadounidense) y Tesla acerca de un sistema, en el que engañados por el nombre del sistema y la creencia alimentada por la marca de que el FSD puede efectivamente conducir sólo el coche, considerado muy problemático por las autoridades de tráfico estadounidenses.
Tanto que la marca se vio obligada por la NHTSA a añadir el pasado mes de diciembre más alertas y avisos al sistema Autopilot en los casi dos millones de Tesla matriculados en EEUU para evitar un uso indebido del FSD por parte del conductor.
Para colmo, Honda (que fue la primera marca en lograrlo), Mercedes-Benz y Ford ya proponen sistemas de conducción autónoma de nivel 3 SAE, es decir, en los que no hace falta tener las manos en el volante, que funcionan. El Drive Pilot, de Mercedes, y el Blue Cruise, de Ford (que probamos aquí) ya son legales en Estados Unidos.
Descenso de sus ventas. Según los resultados del primer trimestre de 2024, Tesla entregó 387.000 automóviles en todo el mundo, un 8,5 % menos que los 423.000 vehículos del mismo período del año pasado. Una cifra de ventas que estuvo significativamente por debajo de las expectativas de Wall Street y a pesar de la continuada guerra de precios. Además, las acciones han caído alrededor de un 33% en lo que va del año.
Es la primera vez en cuatro años que la marca registra una baja de ventas. Además, la cuota de mercado de Tesla en el segmento de los coches eléctricos en Estados Unidos es ahora del 51%, frente al 65% de hace menos de dos años.
No solamente las ventas de coches eléctricos se han ralentizado, afectando también a Tesla, sino que ahora Tesla debe enfrentarse a una competencia cada vez más feroz. La china BYD le pisa los talones. En el último trimestre de 2023, BYD vendió más coches eléctricos que Tesla. Incluso el Grupo Volkswagen, cuyos eléctricos no pasan por su mejor momento, ha vendido más de 770.000 coches eléctricos en 2023.
Jugando al despiste con el Tesla Model 2. Elon Musk no se decide con el lanzamiento de un coche más asequible, de un precio de 25.000 dólares. Lo mismo deja intuir que está en desarrollo como dice que no lo contempla. Después de volver a ponerlo bajo los focos, resulta que lo habría retrasado o cancelado, según Reuters, en favor de un robotaxi que desvelará el próximo mes de agosto. Y es algo que no ha gustado nada a sus inversores. Las acciones de Tesla han caído un 37% en lo que va de año.
Las acciones de una empresa se valoran también por lo que los inversores creen que hará la compañía en el futuro. Muchos apuestan por un modelo de coche más asequible para seguir creciendo y luchar así contra la competencia cada vez más dura de los coches chinos.
Aunque todavía hay margen para el crecimiento de los eléctricos en su gama de precios actuales, más de 40.000 euros, la realidad es que para que el mercado crezca realmente, tiene que hacerlo hacia abajo, con coches cuyo precio esté por debajo de los 25.000 euros.
Tesla no entraría ahora en esta lucha y en cambio apostaría por la conducción autónoma y la Inteligencia Artificial para lanzar un robotaxi. Un modelo y servicio que deberá necesariamente ser mejor que el de Cruise o Waymo, que llevó a California a limitar su uso, si no quiere cavar su tumba con él.
¿Ha tocado techo Tesla?
Todos esos fracasos, contratiempos y polémicas no significan ni mucho menos que Tesla sea un gigante con pies de barro o que vaya a desaparecer. No, Tesla no desaparecerá pronto. Sigue siendo el primer fabricante mundial de coches eléctricos de batería, con más de 1,8 millones de coches vendidos en 2023, y todavía vale en bolsa 170.000 millones de dólares más que Toyota, el segundo fabricante más valorado.
Tesla ha logrado imponer de facto su estándar de enchufe como la norma en Estados Unidos para los coches eléctricos y no ha dado ninguna señal de que vaya a ralentizar la construcción de supercargadores.
Sin embargo, es posible que Tesla pierda su condición de líder, que haya tocado techo. El riesgo de dormirse sobre los laureles también existe en la industria. Nissan fue pionera del coche eléctrico, con el Nissan Leaf copando el primer puesto de los eléctricos más vendidos durante años. Sin embargo, hoy, Nissan ha perdido toda esa ventaja y está relegada al fondo de las listas de ventas de eléctricos. Y es que la competencia no se queda quieta. Tesla tiene ahora que hacer frente a muchísimos más rivales que hace tan sólo cinco años.
Se dice que Musk ya se aburre de Tesla y que sólo se implica realmente en Twitter (X) y Space X. Puede ser. Lo que sí está claro es que los coches eléctricos van a mejorar mucho y muy pronto. Se espera que las baterías sean más ligeras y potentes, que la autonomía mejore y que los precios bajen, gracias a las baterías de estado semisólido y de estado sólido, por ejemplo.
Estos avances facilitarán más que nunca que nuevas empresas ganen cuota de mercado, sobre todo si Tesla no se mantiene al día con las últimas innovaciones en ese campo o la introducción de nuevos modelos. Y es que la industria del automóvil vive de la llegada de nuevos modelos cada ocho años de media.
Salvo muy contadas excepciones, un modelo no se puede mantener sin cambios más allá de los 10 años si se quiere vender en números significativos. Tesla no comulga con esa práctica, en su lugar, apuesta por grandes y llamativas novedades, como el Cybertruck, y sobre todo por un modo de conducción autónoma que no termina de llegar, para revivir Tesla.
Pero sin una nueva innovación, nuevos modelos, una mayor autonomía de sus coches o unos precios radicalmente más bajos, con un Model 2, por ejemplo, Tesla correrá el riesgo de quedarse rezagada en la industria que ayudó a crear.
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