El coche particular sigue siendo la opción de movilidad más utilizada por los españoles en sus desplazamientos diarios. Así se desprende de un reciente estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el cual determina que un 47 % opta por este medio de locomoción para acudir a sus lugares de trabajo o estudios.
Por contra, y según este mismo estudio, sólo un 21 % de la población realiza estos traslados empleando el transporte público, mientras que un 23 % prefiere hacerlo a pie o en bicicleta y un 5 %, a bordo de vehículos eléctricos.
El informe de la OCU, que recopila las respuestas de 723 consumidores a diversas cuestiones relacionadas con la huella ecológica como la movilidad, también proclama como triunfador al automóvil en lo que respecta a los viajes largos.
En este tipo de desplazamientos ocasionales fuera de la ciudad, el coche es el medio elegido por el 58 % de estos encuestados. Le siguen (aunque a distancia) el tren y los autobuses con un 20 %, y el avión con un 13 %. Por último, un 9 % ya realiza habitualmente estos viajes en coche compartido, a través de plataformas y servicios como la conocida Blablacar.
El cambio se impone, pero a ritmo lento
Desde un cierto punto de vista, datos como los que arroja este estudio podrían significar un fracaso de las políticas que fomentan prescindir del coche para los traslados del día a día. En cierto modo así lo parece, ya que buena parte de quienes conducen a su lugar de trabajo o estudio lo hacen por obligación ante la falta de una alternativa de transporte público.
No en vano, ya en 2018 otro estudio de OCU recogía que hasta un 70 % de conductores dejaría de utilizar su coche si pudiera disponer de una línea de autobús, tren o metro para efectuar este tipo de trayectos.
Sin embargo, volviendo a los resultados de la encuesta y sumando todas las alternativas al automóvil tradicional, se desprende que un 49 % de la población ya está optando por otros medios de locomoción. Lo cual, frente al 47 % que sigue utilizando el coche cada día, supone que las tendencias en realidad se están igualando poco a poco.
En 2019 (antes de la pandemia) el Foro de Movilidad reveló en otro estudio que el coche era el medio preferido por el 58 % de la población para sus desplazamientos habituales, lo que ya era inferior al 61 % que este mismo estudio había recabado en 2018.
De todo lo anterior puede deducirse que el cambio en la movilidad está sucediendo, si bien no a la velocidad deseada por las autoridades. No obstante es una tendencia que no tiene signos de revertirse, sino más bien al contrario dado que cada vez parece menos lógico apostar por el coche en la ciudad.
En esto último han influido mucho los gastos derivados de poseer un automóvil, los cuales no han dejado de incrementarse en los últimos años. Ello motiva cada vez menos a los jóvenes para sacarse el carnet de conducir, tal y como reflejan los datos de expediciones de nuevos permisos de la DGT, que en 2020 registraron tan sólo 700.802 nuevos conductores.
