El incremento en ventas de los vehículos de mecánicas alternativas es innegable. De hecho, en los dos últimos meses de este 2018, su cuota ha sido notable en el caso de los automóviles, llegando casi a un 10% en septiembre. Y aunque esta subida está algo desvirtuada por la llegada del nuevo estándar de homologación WLTP, lo cierto es que, en lo que llevamos de año, las matriculaciones de vehículos híbridos y eléctricos han supuesto un 41% más en relación a 2017.
No obstante, la brecha con la combustión, incluso con el señalado diésel, sigue siendo considerable. ¿En qué punto estamos en España respecto a mecánicas alternativas?
Los objetivos de reducción de emisiones propuestos desde Bruselas, aún pendientes de aprobación, no dejan mucho margen para la duda: se pretende que los motores térmicos pasen a mejor vida en Europa en las próximas décadas. No obstante, la realidad es que éstos siguen mandando en el mercado.
Así lo demuestran las matriculaciones: es cierto que las mecánicas alternativas cada vez disfrutan de una cuota mayor, pero en el caso de los automóviles la distancia respecto a la combustión es amplia. En lo que vamos de 2018, los coches de gasolina han integrado el 57,1%, los diésel un 36,5% y los híbridos y eléctricos sólo el 6,4%.
Las causas son de diversa índole, sobre todo en el caso de los eléctricos, cuyo precio es aún elevado en comparación a los automóviles diésel o gasolina y aún no disponen en España de una infraestructura viable. Si bien Endesa e Iberdrola ya están embarcados en aumentar el número de electrolineras, queda por ver qué efecto tendrá en el mercado automovilístico y la respuesta no la tendremos, como pronto, hasta el año que viene.
El diésel se desploma, pero la gasolina sigue subiendo
Anfac acaba de publicar los datos de matriculación de octubre. Según las cifras, el incremento en la cuota de mercado de los vehículos alternativos ha sido considerable: respecto a octubre de 2017 han subido un 27% y, en lo que vamos de año, un 41%. No obstante, hay que tener en cuenta que estos números aluden al grueso de vehículos, incluyendo tanto turismos como vehículos comerciales e industriales, cuadriciclos y autobuses.
Es decir, no sólo hablamos de coches, donde los eléctricos e híbridos disfrutan de una cuota de mercado que no llega ni al 6,5%. Aunque bien es cierto que la tendencia es al alza: en 2017 sólo supusieron el 5,1% de las ventas totales. Por otro lado, en este último trimestre estamos llegando a unos números nunca antes vistos en caso de los automóviles de mecánica alternativa: en septiembre obtuvieron una cuota de 9,1% y en octubre, aunque han bajado ligeramente, se mantienen en un 8,7% respecto al total.
¿Están recortando distancia con los motores térmicos? No del todo. O más bien, sólo en el caso del diésel, ya que los automóviles de gasolina no han dejado de subir en todo 2018. La llegada del nuevo estándar WLTP ha sido acusada principalmente por los modelos de gasóleo: las marcas no están llegando a tiempo para homologar sus motores con el nuevo sistema y esto no sólo está afectando a la producción, sino también a las ventas.
Tampoco ayudan las políticas medioambientales que ponen más acento en el diésel: más impuestos para el gasóleo, restricciones en Madrid y Barcelona en episodios de alta contaminación... todo suma. Así, principalmente, estamos cambiando gasolina por diésel y no por híbridos o eléctricos. Lo que no ayuda a cumplir los objetivos de reducción de CO2 de Europa precisamente...
Más híbridos, pero los eléctricos aún están lejos
Asimismo, los datos de Anfac demuestran una realidad innegable. Que a la popularización del vehículo eléctrico aún le queda. Si bien en septiembre tanto electrificados como híbridos experimentaron cifras al alza en comparación con el mismo mes en 2017, con un incremento del 6% y del 30% respectivamente, octubre no ha mantenido esa tendencia en los vehículos eléctricos.
De hecho, sus ventas, con 1.222 matriculaciones, han descendido un 11,4% respecto a octubre de 2017, aunque es cierto que la tendencia general ha sido al alza este 2018 con 9.980 vehículos eléctricos comercializados (un 49% más respecto a 2017). Sin embargo estamos hablando de menos de 10.000 vehículos, a lo que se suma que se siguen concentrando en Madrid y Cataluña, siendo muy pormenorizadas en el resto de comunidades españolas.
Un panorama distinto nos encontramos en el caso de los vehículos híbridos. Octubre se ha cerrado con 6.785 unidades matriculadas y con un incremento del 37,7% respecto a 2017. La subida es incluso mayor que la de septiembre. De igual manera, en lo que llevamos de año se han comercializado 63.772 híbridos, con un incremento del 40% respecto al año pasado.
Esto significa que la transición hacia las mecánicas alternativas la siguen marcando los híbridos. Y hay que tener en cuenta que aquí entra cualquier modelo que sea considerado híbrido, lo que incluye por el momento a los mild-hybrid, que no pueden compararse en consumo y emisiones a un híbrido convencional o a un híbrido enchufable.
No ayudas, no party
De igual manera, el impulso estas nuevas mecánicas pasa por el apoyo de la Administración. Y como bien denuncia Anfac, los planes de incentivos parecen no llegar nunca. Las dotaciones de apoyo a la compra de coches alternativos se anunciaron en abril de este año, primero bautizadas como Plan Movea 2018 y, finalmente, como VEA, su lanzamiento se fijó para junio. Pero el cambio de Gobierno retrasó su implantación y, en agosto, se confirmaba que llegarían a finales de año.
Sin embargo, estamos ya en noviembre y el Ejecutivo aún no ha anunciado su lanzamiento. A ello se suma que algunos medios, como es el caso de la Tribuna de Automoción, aseguran que no tendrá lugar hasta 2019. Esto supondría que nos hemos tirado todo 2018 sin tener ningún tipo de apoyo estatal para comprar híbridos o eléctricos.
Anfac lamenta que estos incentivos no se estén poniendo en marcha por una mera cuestión administrativa ya que "estos planes ya tienen fondos asignados en los Presupuestos Generales del Estado". Asimismo, consideran que las ayudas han sido insuficientes si se compara con otros países europeos: en los últimos siete años se han otorgado únicamente 74,5 millones de euros a la compra de vehículos de mecánica alternativa.
Y es que en Alemania, este año se lanzaba un plan estructural con la dotación de 1.000 millones de euros para la adquisición de este tipo de vehículos, mientras que, en julio de 2019, Reino Unido dotaba estas ayudas de 1.500 millones de libras. Las cifras hablan por sí mismas.
En definitiva, el discurso prohibitivo (más impuestos, restricciones a los coches más antiguos) debería ir acompañado de una alternativa ciudadana que incentive la tan exigida electrificación del parque automovilístico. Y teniendo en cuenta que en 2017 el MOVALT, con una dotación de 20 millones de euros, no duró ni 24 horas, es evidente que el apoyo de la administración está siendo deficiente, como también lo será el VEA, una vez tenga luz verde, si la asignación se limita a 16,6 millones de euros...