Con el objetivo de evitar los problemas derivados de la crisis de microchips y proteger la producción de sus vehículos a largo plazo, el Grupo BMW acaba de firmar un acuerdo directo con el fabricante de chips alemán INOVA (cuya sede está en Múnich) y los estadounidenses GlobalFoundries.
Estos proveedores “garantizarán el suministro de varios millones de microchips al año” a partir de ahora para el conglomerado alemán (del que forman parte BMW, MINI, Rolls-Royce y BMW Motorrad), tal y como se extrae del comunicado oficial.
Cortando algunos lazos con China
El Grupo BMW está explorando nuevas formas de trabajar con los proveedores y, en el caso concreto de los proveedores de componentes -de una importancia estratégica vital para los fabricantes-, el gigante alemán empieza a involucrarse de forma cada vez más estrecha para asegurarse el suministro. Esto supone cortar algunos lazos con sus proveedores asiáticos y, por tanto, disminuir su dependencia de China.
El acuerdo entre el Grupo BMW, INOVA Semiconductors y GlobalFoundries además de garantizar un suministro de “varios millones de microchips al año” para los vehículos del grupo alemán, establece que los chips serán compatibles con la tecnología LED inteligente “ISELED”, que se implementará por primera vez en el BMW iX y se irá extendiendo de forma progresiva a otros modelos.
Según el Dr. Andreas Wendt, miembro del Consejo de Administración de BMW AG y responsable de Compras y Proveedores, este acuerdo pionero para el Grupo marca el siguiente paso lógico para asegurar los suministros de BMW de una forma más proactiva en el futuro.
“Estamos profundizando en nuestra asociación con los proveedores en puntos clave de la red y sincronizando nuestra planificación de capacidad de producción directamente con los fabricantes y desarrolladores de semiconductores”, ha declarado.
Así, además de mejorar la fiabilidad de la planificación y la transparencia en torno a los volúmenes necesarios para todos los implicados, pretenden asegurarse las necesidades de cara a la producción del fabricante a largo plazo. Y es que aunque los primeros chips resultantes del acuerdo proporcionarán controles para los sistemas de iluminación ambiental que se utilizarán por primera vez en el BMW iX, cada vez se necesitarán más.
En este sentido, y aparte de este acuerdo, BMW también ha firmado recientemente un contrato con la firma Qualcomm para utilizar sus chips en los sistemas de asistencia al conductor y de conducción autónoma que equiparán sus vehículos.
Hasta ahora, BMW ha sorteado los problemas de la cadena de suministro mejor que otros fabricantes, pero aún así también ha sufrido paros en algunas de sus principales factorías a causa de la escasez de microchips durante los últimos meses. En consecuencia, las ventas de la empresa el pasado mes de noviembre se situaron en niveles inferiores a las de 2020, en plena pandemia.
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