Las baterías de iones de litio eran el camino hacia el coche eléctrico barato. De momento solo los están encareciendo

Los coches nuevos son cada vez más caros (y por tanto, también los de segunda mano). Y es aún más evidente cuando se trata de un coche eléctrico. Hasta ahora, era simplemente una tendencia que todos notábamos, pero los propios directivos de la industria empiezan a asumir abiertamente que hemos llegado al fin de la era de los coches baratos.

El precio medio de un coche nuevo en España es de 25.520 euros, según los datos del INE. Inicialmente, la fuerte demanda y la falta de oferta debido a, entre otros, la crisis de los microchips llevaron los precios al alza.

Ahora, el aumento de los precios de la energía, el incremento de los costes de las materias primas y el aumento del precio del transporte han terminado de elevar los precios.

Esta situación de precios elevados se aprecia particularmente en el segmento de los coches eléctricos. En el mercado sólo hay un único coche eléctrico barato, el Dacia Spring, que ronda los 20.000 euros. El resto de coches no baja de los 30.000 euros.

Y los que rondan los 30.000 euros son sobre todo modelos urbanos. Si queremos un coche eléctrico con prestaciones similares a las de un gasolina, hay que contar un mínimo de 40.000 euros.

La enorme diferencia de precio entre un coche eléctrico y su versión gasolina es abismal. Por ejemplo, un Hyundai Kona Eléctrico de 204 CV, tracción delantera y autonomía real de 400 km cuesta desde 41.350 euros.

En frente, su equivalente sería un Hyundai Kona gasolina de 198 CV y con cambio automático cuesta desde 32.590 euros. Es unos 9.000 euros más barato. Y para colmo dispone de tracción integral.

Son modelos en los que el coste de las materias primas, como el litio y el cobalto, que componen su batería, tiene una mayor influencia. Y la batería es justamente el elemento más caro de un coche eléctrico. Y cuánto más grande sea esa batería, para dar más autonomía, más caro es el coche.

No se logrará a un coche eléctrico barato usando baterías de iones de litio

Lo lógico es pensar que con las economías de escala a medida que la cuota de mercado del eléctrico vaya subiendo, el precio de los coches eléctricos irá bajar. De hecho, en una década el coste de una batería ha ido bajando, asando de más de 1.200 dólares por kWh a cerca de 130 dólares por kWh.

Sin embargo, a pesar del crecimiento de las ventas de los coches eléctricos y los avances tecnológicos, el precio ha vuelto a subir. El coste del litio, su principal componente, no cesa de incrementarse pasando de 25.000 dólares la tonelada en 2021 a más de 40.000 dólares la tonelada a principios de este año. Y no es la única materia prima que hace subir el precio de una batería. El cobalto cotiza actualmente en torno a los 70.000 dólares la tonelada.

¿Cómo es posible? Cada vez se necesita más litio para poder responder a la demanda cada vez más creciente de ese material para las baterías. La demanda y el mayor coste de la energía y del transporte terminan de enviar los precios por las nubes. Y los expertos en la materia consideran que "los precios de las materias primas seguirán subiendo".

Todo ello hace pensar que el coche eléctrico barato no se va a conseguir. Al menos no con la tecnología actual de las baterías de iones de litio. Así lo cree Dave Gardner, Vicepresidente de Ventas de American Honda, la filial estadounidense del fabricante nipón.

La tecnología actual de baterías no permitirá que sean asequibles para lograr la paridad de costes con los vehículos con motor de combustión interna existentes. En su lugar, Honda está apostando por las baterías de estado sólido, explicó el directivo a The Drive.

"No creemos realmente que la actual tecnología de iones de litio sea la solución a largo plazo". En su lugar, Gardner dijo que las baterías de estado sólido van a suponer un antes y un después para la marca, ya que permitirán obtener coches eléctricos con un precio muy cercano al de un coche gasolina actual.

De hecho, Honda anunció el pasado lunes que va a invertir 310 millones de dólares en un proyecto de línea de producción experimental para probar la producción en masa de baterías de estado sólido.

La tecnología de la batería de estado sólido es prometedora. Estas baterías, tienen una mayor densidad energética que las actuales de iones de litio líquido. Por lo que podrían ser más pequeñas que las actuales. Pero sobre todo son más estables y seguras, lo que permite recargas rápidas muy a menudo, sin la necesidad de cargas lentas.

La teoría es que se podrían recargar casi con la misma facilidad y tiempo que se tarda en repostar en una gasolinera. Y tantas veces como uno quiera sin que se degraden. De nuevo, podría así ser más pequeñas ya que no se necesitarían baterías de 80 kWh o más para tener cerca de 400 km de autonomía en carretera. Si se puede recargar siempre en 10 minutos, ¿para qué una enorme batería? Pero toda la dificultad de estás baterías es poder fabricarlas en serie.

Actualmente, casi todos los grandes grupos industriales están intentando ser los primeros en proponer en el mercado un coche eléctrico con batería de estados sólido. De Toyota a General Motors pasando por Stellantis, Porsche u Honda, los fabricantes saben que sin una tecnología disruptiva como esta, el coche eléctrico no terminará de imponerse.

¿Cuándo llegarán esas baterías? Nadie lo sabe. Toyota, que es en teoría el fabricante que más progresos ha hecho no la tendrá lista en un coche hasta 2025 O eso dicen desde la marca. Y para colmo lo hará primero en un coche híbrido, tanto para ganar experiencia como para empezar a reducir los costes por economía de escala.

Los coches de gasolina baratos, también llegan a su fin

La situación de coches caros no afecta sólo a coches eléctricos. Los coches nuevos con motores de combustión interna también son cada vez más caros. Las razones son las mismas: falta de microchips y otros componentes, así como las materias primas, como el acero o el aluminio, cada vez más caras.

Sin embargo, las marcas no pasan por un mal momento. Al contrario. La mayoría de marcas ha logrado mayores beneficios en 2021 y en lo que va de año que en años anteriores, a pesar de haber entregado menos vehículos, el grupo Stellantis y el Grupo Mercedes son dos ejemplos de ello.

No es de extrañar por tanto que Luca de Meo, CEO de Renault, reconociera a Autocar que “ha llegado el fin de la era de los coches baratos. Tiene que ser así”.

Cómo renunciar a los amplios márgenes de beneficios que dejan actualmente los modelos más caros de la marca, como el Renault Arkana RS Line, único modelo de la gama Arkana en poder ser entregado en menos de 30 días.

A las marcas les interesa en parte para poder financiar la transición al coche eléctrico. La cuestión, sin embargo, es hasta cuándo el mercado podrá aguantar estos precios tan elevados.

¿Volveremos a un mercado muy pequeño al que sólo una minoría tendrá acceso, como a principios de siglo XX? ¿Podría el mercado colapsar, como advirtió Carlos Tavares, CEO de Stellantis? Sólo el tiempo lo dirá.

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