Arabia Saudí ha comprado el 30 % de Pagani, según anunció la semana pasada el fabricante italiano, pero la familia Pagani, con Horacio Pagani al frente mantiene el control de la compañía. Que el fondo soberano de Arabia Saudí haya comprado una participación minoritaria en el fabricante italiano podría ser un nuevo indicio de que el reino, rico en petróleo, está cada vez más interesado en la fabricación de automóviles.
Esta inversión forma parte de una asociación estratégica a largo plazo con la empresa italiana. El fondo del reino saudí se unirá así a los accionistas minoritarios italianos de la marca.
No se han revelado los términos de la operación, pero Pagani ha anunciado que los fondos obtenidos se utilizarán para desarrollar nuevos modelos y crear una marca de lifestyle que se llamará Pagani Arte. Entre los nuevos modelos que Pagani está desarrollando actualmente se encuentra el sucesor del Huayra, que llegará con motor V12, pero que en un futuro se ofrecerá también en versión eléctrica.
Qué hacer cuando ya no se necesite tanto petróleo
En los últimos años, Arabia Saudí ha realizado importantes inversiones fuera de su sector de predilección, el de la energía. Es un esfuerzo por diversificar las fuentes de ingresos del país y establecer nuevas industrias, especialmente cuando cada vez más países se preparan para eliminar los vehículos con motores de combustión interna.
Recientemente, Arabia Saudí ha invertido en McLaren, y también es el accionista mayoritario de la nueva empresa de coches eléctricos Lucid Motors, con el Lucid Air como primer modelo.
De momento, Arabia Saudí no invierte de forma notable en grandes fabricantes con mucho volumen de ventas. Sus inversiones se limitan sobre todo a fabricantes con una enorme capacidad de innovación e importantes estudios de ingeniería, como son Pagani y McLaren.
A medio plazo, podrían intentar comprar una participación de control en esos dos fabricantes con el fin de servir Lucid en I+D y así convertir su fabricante en una marca importante a tener en cuenta.
Arabia Saudí se ha propuesto reconvertir su economía y liberarse de su dependencia de la producción de petróleo. Su objetivo es invertir en toda clase de áreas, desde la tecnología y la salud, hasta el automóvil pasando por las energías renovables y las telecomunicaciones.
Así, estas inversiones en fabricantes de coches bien podrían ser solo eso, inversiones en forma de apuestas a futuros para utilizar los fondos obtenidos en otras industrias.
Por ejemplo, las acciones de la compañía resultantes de la inversión inicial de 1.000 millones de dólares en Lucid, lo que le dio la mayoría de control de la compañía, valían a principios de año 15.000 millones de dólares.
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