Las marcas de coches de Japón parece que se resisten al coche eléctrico, pero Honda tiene un plan: sacar el doble de autonomía con baterías más baratas antes de 2030

El coche eléctrico avanza inexorablemente en todo el mundo, aunque no al mismo ritmo. Mientras que en Europa o EEUU la penetración de esta tecnología va más despacio, en China los coches eléctricos representan ya más del 35 % de las ventas. En Japón, paraíso del coche híbrido, tanto los fabricantes como los compradores son más cautos y pragmáticos.

Japón lleva años mostrando una progresión más lenta de lo esperado en la adopción del coche 100 % eléctrico: en el mercado nipón, los coches híbridos son los reyes. Pero que marcas como Honda, Mazda o Toyota no lo apuesten todo al eléctrico no quiere decir que no estén avanzando en el desarrollo de esta tecnología, como muestra el último avance de Honda en el campo de las baterías de estado sólido.

Honda y la apuesta por las baterías de estado sólido: un plan ambicioso

En general las marcas japonesas no destacan por haber hecho estrategias agresivas en torno al coche eléctrico. Un ejemplo claro es Toyota, con una estrategia diferenciada, que se ha mantenido firme en el tiempo: además de no abandonar los motores de combustión y apostar por los coches que más demandan los consumidores, con los híbridos a la cabeza, la marca japonesa apuesta por un mix de tecnologías para propulsar sus vehículos.

Para Toyota, "los motores de combustión no son el enemigo, el carbón es el enemigo". Y no es la única: Honda también ha seguido una estrategia de electrificación prudente, pero segura. Ahora, cumpliendo con su hoja de ruta, la marca nipona acaba de anunciar un avance crucial para sus coches eléctricos: el desarrollo de baterías propias de estado sólido, llamadas a aumentar la autonomía media y a rebajar el precio final del vehículo.

Las baterías de estado sólido representan una evolución crucial respecto a las baterías de iones de litio convencionales y están llamadas a revolucionar la movilidad eléctrica. No sólo ofrecen una densidad energética significativamente mayor, sino que también resuelven problemas clave como la autonomía limitada, los altos costes y el tiempo de carga.

Honda no ha dejado este avance al azar: ha establecido una línea de producción de demostración que replica procesos a gran escala para garantizar que esta tecnología esté lista para su producción masiva antes de que termine la década. Esta línea, ubicada en la ciudad japonesa de Sakura, es un espacio de más de 27,000 m² diseñado para validar cada paso del proceso de fabricación.

Desde el manejo de materiales hasta el ensamblaje de módulos, Honda busca optimizar tiempos, reducir costes y establecer un estándar de calidad que permita aplicar estas baterías en automóviles, motocicletas e incluso aeronaves. La construcción del edificio finalizó en la primavera de este año, y casi todos los equipos clave ya han sido instalados.

De hecho, Honda planea iniciar la producción en esta línea en enero de 2025 para validar tecnologías de producción en masa y costos, mientras desarrolla las especificaciones de las celdas de batería.

El presidente de Honda R&D Co., Keiji Otsu, describió este avance como un hito histórico tanto para la marca como para Japón: "La batería de estado sólido es una tecnología innovadora que será un cambio de juego en esta era de los vehículos eléctricos”, asegura.

El plan de Honda no sólo tiene miras a la producción de estas baterías, sino que también busca un impacto estratégico: ampliar la adopción de esta tecnología a toda su gama de productos para maximizar las economías de escala y reducir los costes. Este enfoque permitirá que Honda ofrezca vehículos eléctricos con autonomías que superen los 800 km, convirtiendo la ansiedad por autonomía en un problema del pasado.

El avance podría incluso influir en futuros modelos como un potencial NSX eléctrico. Una vez completada la fase de verificación técnica, Honda establecerá las especificaciones básicas de las celdas de batería, con el objetivo de aplicarlas a modelos electrificados que saldrán al mercado en la segunda mitad de la década de 2020.

Con el objetivo de “alcanzar la neutralidad de carbono para todos sus productos y actividades corporativas en 2050”, Honda se propone que los vehículos eléctricos a batería y eléctricos de pila de combustible representen el 100 % de sus ventas globales para 2040.

Mientras tanto, por ejemplo Toyota también planea comenzar la producción en masa de baterías de estado sólido entre 2027 y 2028, colaborando con la empresa energética japonesa Idemitsu Kosan, que ya opera instalaciones piloto más pequeñas. La carrera por liderar esta tecnología está cada vez más interesante.

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