Las granjas espaciales de energía solar ilimitada podrían acabar con la dependencia energética. Ya hay una forma de arreglar su mayor problema

Recolectar energía solar en el espacio y proyectarla hacia la Tierra para poder usarla. Puede parecer cosa del futuro, pero es muy real gracias a la investigación científica. La investigación, concretamente, del departamento de ingeniería eléctrica de la universidad de Catltech, en California.

Todo empezó cuando lograron encender un par de luces LED a bordo de una nave espacial gracias a la energía del sol. Ahora se ha abierto la veda para lograr la transferencia de energía solar ilimitada procedente del espacio.

Paneles solares ocho veces más potentes que los terrestres

Ejemplo de las células fotovoltaicas del proyecto. Foto: Universidad de Caltech.

El objetivo de este grupo de investigadores es utilizar receptores que capten la radiación de microondas recibida de un satélite, y proyectar esa energía hacia la Tierra.

¿Cómo? MAPLE, abreviatura de 'Microwave Array for Power-transfer Low-orbit Experiment' y uno de los tres experimentos clave dentro del proyecto, consiste en una matriz de transmisores de potencia de microondas livianos y flexibles impulsados ​​por chips electrónicos que se construyeron utilizando tecnologías de silicio de bajo costo.

A través de esta matriz se transmite de forma inalámbrica la energía procedente del espacio a las ubicaciones deseadas que cuenten con un receptor.

Y es que en órbita, los paneles solares no dejan de funcionar por la noche, sino que producen un flujo constante de energía: "En el espacio, siempre es mediodía en un día soleado", explica a la revista Time, Ali Hajimiri, profesor de ingeniería eléctrica en Caltech.

Esto significa que la energía solar podría estar disponible continuamente en cualquier parte de la tierra, y además, calculan, producir potencialmente ocho veces más energía que los paneles solares de cualquier lugar de la superficie terrestre.

El Demostrador de Energía Solar Espacial de Caltech, lanzado en enero, incluye una variedad de diferentes tipos de paneles solares avanzados para probar cuál funcionará mejor para una estación de energía solar espacial (idealmente, deberán ser paneles flexibles y muy livianos).

El prototipo consiste en un ensamblaje modular de elementos ultraligeros, plegables e integrados en 2D, explica la universidad.

"Hasta donde sabemos, nadie ha demostrado nunca la transferencia de energía inalámbrica en el espacio, incluso con estructuras rígidas muy caras. Lo estamos haciendo con estructuras livianas flexibles y con nuestros propios circuitos integrados. Esta es la primera vez", detalla Hajimiri.

Por el momento la investigación se encuentra en sus primeras fases, y solo han conseguido enviar electricidad a unos pocos metros.

Creen que en unos cinco años, y con la financiación suficiente, podrían construir un sistema que podría transferir suficiente energía solar para cargar un ordenador portátil desde el espacio. Recordemos que los paneles solares ya se usan en el espacio para alimentar la Estación Espacial Internacional.

China y la UE ya han iniciado proyectos similares ante el potencial que tiene la radiación espacial de democratizar el acceso a la energía.

El último paso del proyecto de la universidad californiana es desplegar una constelación de naves espaciales modulares que recolecten luz solar, la transformen en electricidad y luego la conviertan en microondas que se transmitirán de forma inalámbrica a largas distancias a donde sea que se necesite, incluidas ubicaciones que actualmente no tienen acceso a energía.

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