La danesa Maersk es una de las compañías de transporte marítimo de mercancías más grande del mundo. Su flota formada por más de 750 buques mueve 12 millones de contenedores al año por todo el mundo y los responsables de la empresa se han marcado el objetivo de descarbonizarla por completo antes de 2040.
Para conseguirlo, sus barcos se alimentarán con metanol verde, un combustible que Maersk pretende producir en dos nuevas plantas que construirá en suelo español, concretamente en Galicia y Andalucía.
Para producir las ingentes cantidades que necesitará utilizar cada año, Maersk se ha propuesto producir su propio combustible verde y ha escogido España para construir dos plantas de producción.
La clave está en el hidrógeno verde
Mientras la Unión Europea sigue dando forma a la normativa de emisiones Euro 7 antes de que llegue 2035, año en el que está previsto que se prohíba vender coches de gasolina y diésel, el mar está lleno de barcos que producen una buena parte de las emisiones que se registran en todo el planeta cada año, especialmente óxidos de azufre.
Es por ello que compañías como Maersk, la mayor naviera del mundo, se han marcado el objetivo de descarbonizar su flota de barcos antes del año 2040, es decir, a medio plazo. ¿Cómo? Utilizando combustibles verdes, concretamente metanol verde.
El problema es producir la cantidad de metanol verde necesaria para mover tantos buques. Y ahí es donde entra en juego España. Maersk construirá dos plantas de producción de metanol verde en nuestro país para producir hasta dos millones de toneladas de combustibles verdes al año, un tercio de lo que necesitará cada año para cumplir su objetivo de descarbonización en 2030. En 2040 la cantidad será todavía mayor.
Para producir metanol verde se necesita hidrógeno verde y España está llamada a ser uno de los principales productores mundiales de este combustible. De hecho, Maerk no es la única multinacional que llega a España atraída por el hidrógeno verde, puesto que la americana Cummins ya ha iniciado las obras para construir una gigafactoría de electrolizadores en Guadalajara.
El proyecto de Maersk contempla cubrir la cadena de producción al completo, obteniendo el hidrógeno verde a través de fuentes de energía renovable y llegando hasta el abastecimiento de metanol verde a sus barcos.
Para el año 2025, 19 buques de la naviera deberían estar listos para funcionar con metanol verde y utilizar unos 750.000 toneladas de este combustible cada año.
Después de firmar el protocolo de colaboración con el Gobierno de España, Søren Skou, CEO de Maersk, ha señalado: “Estamos viviendo una emergencia climática y necesitamos acelerar rápidamente la disponibilidad de futuros combustibles verdes”.
“Estamos muy complacidos de explorar oportunidades de combustibles verdes con el gobierno español, ya que el país tiene características clave para ayudar a resolver este desafío con sus grandes ambiciones de hidrógeno y sus ambiciosos objetivos de sostenibilidad. Al mismo tiempo, España abarca importantes recursos renovables y se ubica a lo largo de rutas marítimas clave”, ha añadido Skou.
Según ha adelantado la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Silva, este proyecto de Maersk supondrá una inversión de 10.000 millones de euros en España y podría crear hasta 85.000 puestos de trabajo directos e indirectos.