En 2002, Toyota llegó a la Fórmula 1 con ganas de plantar cara a las escuderías históricas. A golpe de talonario, el fabricante japonés quiso lograr en pocos años lo que algunos no han conseguido en décadas. La osadía salió cara y tras ocho años en los que se invirtieron ingentes cantidades de dinero y en los que los éxitos no llegaron, Toyota salió por la puerta de atrás de la mano de otros grandes fabricantes como BMW y Honda.
Pero tras varios años de ausencia, el mayor fabricante de automóviles del mundo podría estar pensándose regresar a la máxima categoría. La nueva normativa, los motores V6 Turbo, serviría para que Toyota regresara ya que sobre el papel únicamente hay un proyecto de motorización y no de escudería. Los primeros rumores apuntan a que el nuevo motor ya se estaría desarrollando en la sede de Toyota Motorsport en Colonia.
La llegada de Toyota a la Fórmula 1 sería con el interés de promocionar la marca Lexus. Con Infiniti de la mano de Red Bull, la marca japonesa trataría de minimizar el efecto de las victorias de la escudería de las bebidas energéticas. En el mismo pack de rumores, se coloca a Williams como la escudería receptora de los nuevos motores japoneses y a Kamui Kobayashi como el piloto escogido por la marca.
Es curioso que todas estas informaciones coincidan en el tiempo con el posible interés de Honda, otra de las escuderías que salió "trasquilada" de la Fórmula 1 hace unos años, por regresar al Gran Circo. En el caso de Honda también volvería únicamente como proveedor de motores, aunque en su caso unida a una escudería a la que les une la historia, McLaren.
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