Ha tardado la noticia que se llevaba rumoreando desde hace meses es prácticamente una realidad. El piloto polaco Robert Kubica se reincorporará a la Fórmula 1 con una probabilidad del 99,9% después de una larga travesía por el desierto desde que sufriera un gravísimo accidente hace siete años.
De confirmarse en las próximas horas Kubica pasará a sustituir a Lance Stroll dentro de la escuadra británica formando dupla con George Russell a partir del próximo 17 de marzo cuando se inicie la temporada en Australia.
Kubica, la Fórmula 1 y el regreso más esperado
El Rally Ronde di Andora de 2011 nos sobrecogió sobremanera. Robert Kubica perdió el control del Škoda Fabia S2000 con tan mala fortuna que el quitamiedos de la carretera penetró en el habitáculo del coche de extremo a extremo, provocando gravísimas lesiones al piloto. Su brazo derecho quedó destrozado, perdió mucha sangre y se llegó a temer por su vida.
Poco más de un año después, Kubica logró sobreponerse a las secuelas físicas y psicológicas y se subió de nuevo a un coche de rally. Su objetivo era claro aunque tremendamente complicado: volver a la Fórmula 1.
En 2017 Kubica ya volvió a rodar a bordo de un Fórmula 1 gracias a la oportunidad que le brindó Renault, demostrando que el polaco sigue siendo un piloto muy capaz. Durante este año se ha quedado a las puertas de lograr un asiento en Claire Williams y ha tenido que conformarse (por no tener apoyo económico necesario) con el papel de piloto de pruebas. Finalmente le ha llegado la oportunidad de la mano de Williams.
Recientemente supimos que Kubica, justo antes del incidente que le ha tenido tanto tiempo alejado de la Fórmula 1, tenía ya firmado un contrato con Ferrari para ser compañero de Fernando Alonso sobre el monoplaza de Maranello para la temporada 2012. Ahora tiene la oportunidad de resarcirse y de demostrar lo bueno que sigue siendo.
El inminente anuncio supone un motivo de tremenda alegría para todo el paddock y para los aficionados al automovilismo. La confirmación de Kubica es sólo cuestión de tiempo a falta de rematar los últimos flecos de la negociación y muy probablemente mañana el equipo haga público el acuerdo entre ambas partes.