La temporada 2024 de la Fórmula 1 va a ser histórica. En cierto modo todas lo son, pero concretamente ésta apunta a ser una de las más recordadas porque es la que va a terminar con uno de los dominios más abrumadores que se recuerdan. Quince años después, alguien que no sea Red Bull ni Mercedes va a ganar un mundial de Fórmula 1.
Después del Gran Premio de Brasil parece que quedó claro, a pesar de la victoria, que a Red Bull se le han escapado sus opciones de ganar este mundial de constructores. McLaren y Ferrari se jugarán el título, pero ni Red Bull ni mucho menos Mercedes, que anda descolgada en el cuarto puesto, estarán en la pelea.
Quince años después, alguien que no sea Mercedes o Red Bull va a ganar un mundial
2009. Esa es la fecha hasta la que hay que remontarse para encontrar la última vez que algún mundial de Fórmula 1 no lo ganó ni Mercedes ni Red Bull. Y tiene cierto truco, ya que el campeón de ambos títulos en aquella temporada fue Brawn GP, que fue el cimiento sobre el que se alzó pocos meses después Mercedes.
Hay que remontarse a 2008, cuando Lewis Hamilton ganó el mundial de pilotos conduciendo un McLaren mientras que Ferrari se llevó el título de constructores, para encontrarnos realmente el último dato de un mundial no ganado por Red Bull o Mercedes. Quince años de duopolio que han modificado mucho de la Fórmula 1.
Desde entonces, el dominio de cuatro mundiales de Sebastian Vettel con Red Bull se enlazó con la dinastía de Mercedes con Lewis Hamilton y Nico Rosberg que duró ocho temporadas, para unirse con los tres mundiales seguidos de Max Verstappen con Red Bull. El holandés va a mantener el cetro de pilotos, pero el de constructores está casi perdido.
Tras el Gran Premio de Brasil, parece que McLaren y Ferrari se quedan solos en la lucha por el título de marcas. Los pésimos resultados de Sergio Pérez han destrozado todas las opciones de Red Bull, que ya está a 49 puntos, mientras que Mercedes está descolgada en la cuarta posición después de una temporada súper irregular.
Quince años en los que Mercedes ha pasado de no tener ni un mundial de constructores a estar empatada a ocho con McLaren en la tercera posición, y solo a uno de Williams. Con Red Bull ya acechando por detrás con seis entorchados, uno menos que la mítica Lotus. Nunca dos marcas habían alargado durante tanto tiempo un duopolio exclusivo en la historia de la Fórmula 1.
Ahora, por fin, los dos constructores más clásicos de la Fórmula 1, McLaren y Ferrari, parecen dispuestas a recuperar su territorio perdido.