Un 7 de marzo de 1932 tuvo lugar en Detroit uno de los capítulos más oscuros de la industria automotriz. Tres años antes, la Gran Depresión se había instalado en Estados Unidos, en cada hogar y en el ánimo de cada trabajador. La producción de vehículos se desplomó y el desempleo se disparó, junto a la desesperación y los suicidios.
Así que miles de trabajadores decidieron emprender una marcha pacífica y masiva desde Detroit conocida como la 'Marcha del Hambre de Ford' hasta el complejo Ford River Rouge en Dearborn, la fábrica más grande de la compañía, para reclamar derechos: querían pan, no migas. Pero la protesta terminó con cinco muertes y decenas de policías heridos. 85 años después quieren levantar en el lugar de los hechos un parque conmemorativo para honrar a las víctimas, tal y como informa Detroit Free Press.
Auge y caída
Corría el año 1903 y Detroit comenzaba a despegar. El 7 de octubre de 1913, la planta de Ford en Piquette Avenue comenzaba a producir el Ford Model T en masa; unos años antes, en 1865, el señor Ford quedaría anonadado por el funcionamiento del recién abierto matadero de Chicago, y decidió aplicar los mecanismos a su producción en cadena. Nacía el Fordismo.
El equipo de Ford emplea entonces mano de obra no cualificada a la que se le paga 5 dólares la hora, una buena cantidad que compensaba (o no) la peligrosidad y la dureza del trabajo. En 1920 Detroit vive una era de prosperidad; General Motors se muda a la ciudad estadounidense en el año 1923, convirtiéndose así en el segundo gran fabricante que se radicó en Detroit junto a Ford. Dos años después llegaría el último componente de los 'Big Three': Chyrsler.
La industria produjo 5.337.000 vehículos en 1929; Ford Motor, uno de los fabricantes más prósperos, pasó de producir 5,3 millones de vehículos en 1929 a 1,3 en 1932. El fatídico martes 29 de octubre de 1929 el mercado bursátil se estrelló, y con él la cuna del motor. El número de suicidios a causa del hambre y el desempleo aumentó en un 54 % en 1931 con respecto a cuatro años antes: los desahucios, embargos y quiebras se convirtieron en la norma.
Una marcha pacífica que acabaría en tragedia
Así las cosas, el Consejo de Desempleados de Detroit y los Trabajadores de Automóviles, Aeronaves y Vehículos de América convocaron una marcha el lunes 7 de marzo de 1932 desde Detroit hasta el complejo Ford River Rouge en Dearborn, la fábrica más grande de la compañía. Participaron en ella más de 6.000 desempleados un gélido día.
Los trabajadores tenían previsto presentar 14 demandas a Henry Ford, que incluían la recontratación de los desempleados, la atención sanitaria, el fin de la discriminación racial (describen a Henry Ford como el primer nazi estadounidense), el derecho a organizar sindicatos y la abolición de los espías dentro de la compañía, entre otras demandas.
Cuando la marcha alcanzó los límites de la ciudad de Dearborn, la policía y los guardias de seguridad de Ford cargaron duramente con gases lacrimógenos, palos e incluso con armas de fuego, mientras los bomberos rociaban a la población con mangueras. Temían que los trabajadores tomaran la fábrica. La que iba a ser una marcha pacífica terminó con la muerte de cuatro manifestantes y decenas de policías heridos. Unos meses después, el quinto manifestante moría por las heridas.
Hoy en día la zona por la transcurrió la Marcha del Hambre es una de las más contaminadas y despobladas de la maltrecha Detroit, por ello, desde la Universidad de Michigan y otras asociaciones están recaudando dinero para construir un parque de rememore lo ocurrido, y Ford ya ha donado 100.000 dólares.
Nota: la imagen de cabecera pertenece a una parte de los murales industriales de Detroit, creados por Diego Rivera entre 1932 y 1933 tras el encargo Edsel Ford, por entonces presidente de Ford Motor Company.