La experiencia de conducir un vehículo híbrido es muy similar a la de un coche de combustión. Sin embargo, cuentan con peculiaridades y características que pueden extrañarnos al principio, y que exigirán de nosotros de un breve periodo de adaptación. Si eres de los que no están dispuestos a pasar por ese periodo, y crees que no merece la pena “renunciar” a cierto estilo de conducción por conducir un híbrido, quizás deberías leer este artículo.
Los híbridos no son raros, son diferentes
Los modelos híbridos son cada vez más similares a los de combustión ordinarios. Aun así, hay ciertas cosas que te pueden parecer extrañas e inexplicables, pero nada más lejos de la realidad: los vehículos híbridos son máquinas de ingeniería punta en los que absolutamente todos los detalles tienen su explicación.
Una de las cosas que siempre ha llamado más la atención de los vehículos híbridos es su diseño. Muchos modelos de hoy en día son versiones de vehículos de gasolina/diesel ya existentes, pero los que están diseños específicamente para ser híbridos (como el Toyota Prius, el Chevrolet Volt o el Opel Ampera) siempre han contado con una forma alargada con la trasera más truncada. Este diseño, denominado de gota de agua o kammback, fue anticipado por el diseñador alemán Wunibald Kamm, y responde a cuestiones estrictamente de aerodinámica y espacio. Con este diseño, el Prius II (el primero que lo incorporó) consiguió un espacio más amplio para los ocupantes y las propias baterías, a la par que un flujo del aire mucho más ordenado a lo largo de todo el vehículo, algo esencial para aumentar la autonomía.
Algo similar ocurre con los extrañamente planos neumáticos que calzan algunos híbridos (generalmente los que son versiones de modelos ordinarios). La resistencia a la rodadura juega un papel fundamental en este tipo de vehículos y algunos dibujos de neumáticos suman una pequeña pero perceptible resistencia al circular, que se hace más evidente en diseños no realizados específicamente para ser híbridos. Este tipo de neumáticos cuenta además con compuestos que presentan menos desgaste que los normales.
El problema no es el coche, eres tú
Como conductor, puedes verte tentado a volver a la automoción clásica, debido a ciertas características de tu híbrido que no te terminan de convencer. No debes ver estas peculiaridades como desventajas del vehículo híbrido, sino como particularidades a las que, como conductor, debes adaptarte para sacar todo el provecho de tu coche.
Uno de los aspectos que más diferencia un vehículo híbrido de uno ordinario (aparte del hecho de contar con baterías) es su capacidad de obtener energía de las frenadas. Con el freno regenerativo, se absorbe la energía cinética del vehículo transformándola en energía eléctrica, que se acumulará en la batería.
Para aprovechar bien esta ventaja, debes evitar los frenazos bruscos y acostumbrarte a anticiparte a las condiciones del tráfico, realizar una conducción tranquila y desacelerar de forma suave. El efecto es similar al del freno motor, pero notarás que los frenos se sienten diferentes y que el coche se desacelera más rápido.
De igual manera, debemos tratar de conducir a un ritmo constante y acelerar progresivamente. Un coche híbrido no está pensado para una conducción agresiva, aunque cuenta con modalidades de conducción con respuesta más inmediata al acelerador para realizar adelantamientos y subir cuestas. Sin embargo, el objetivo de estos vehículos es la eficiencia y con una conducción suave conseguiremos un mayor ahorro.
El híbrido es el coche que debes usar hoy y mañana
Sin embargo, el mayor motivo por el que deberías quedarte en la conducción híbrida es porque pronto no podrás entrar en muchas ciudades con uno ordinario. Los protocolos anticontaminación y los planes de movilidad sostenible que ya se están aprobando por todo el mundo, dejarán en una situación complicada a muchos conductores de coches de diesel y gasolina en un plano inferior a los cinco años.
Es por eso por lo que podemos concebir el vehículo híbrido como el coche de hoy y de mañana, pues están preparados para el inminente panorama lleno de restricciones y prohibiciones al tráfico, pero que aún no sufrirán la escasez de infraestructura de recarga que tenemos en nuestro país, en particular, y en todo el mundo, en general. El consumidor no es ajeno a este fenómeno, y los híbridos son cada vez más populares, creciendo las ventas en torno al 86% durante el 2017.
En el mercado de los híbridos, Toyota es la gran destacada, mostrando un gran compromiso con esta tecnología desde 1997 (año del primer Prius) y que sigue hoy vigente. Va camino de los 12 millones de unidades vendidas en todo el mundo y con el objetivo de los 15 millones para 2020. Además, más de la mitad de los coches vendidos por Toyota en Europa son híbridos, cifra que aumenta hasta el 70% en cuanto a las unidades vendidas en España.
El híbrido es el coche que demanda el público
La marca nipona también es líder en número de modelos híbridos en el mercado, con siete modelos de diferentes gamas y segmentos y que se adaptan a las necesidades de consumo y prestaciones de cualquier tipo de conductor.
En este sentido, destaca el Toyota C-HR, que ya probamos recientemente en Espacio Toyota. Los SUV llegaron hace unos años a Europa para quedarse, conquistando al público europeo por sus prestaciones añadidas con respecto al turismo tradicional. Ahora están de moda los modelos más compactos que te permiten moverte por la ciudad con agilidad pero sin perder capacidades en la carretera.
El C-HR llegó a Europa siendo precursor de esta tendencia, ya que como vimos, es un coche que se presenta terriblemente cómodo, fácil y estable de conducir en todo tipo de circunstancias. Y todo ello demostrando además que un modelo de tan altas prestaciones puede presentar también unos niveles de consumo muy contenidos. Los distintos modos de conducción, los sistemas de seguridad (incluyendo el de aparcado asistido) y el panel tan futurista consiguen a su vez hacer las delicias de ese público más joven ávido de tecnología punta.
Así que ya sabes. El coche híbrido (sea de Toyota o no) es definitivamente el vehículo necesario para el presente y el futuro inmediato. Una tecnología completamente capaz de afrontar los retos y las necesidades de la movilidad actual, sin perder ni un ápice de la usabilidad y la practicidad de los vehículos tradicionales. Y no nos creemos que después de leer este artículo, todavía sigas pensando en volver a comprar uno de ellos.
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