O 208 mph, que es lo que indicó el radar la segunda vez que los agentes de Tráfico captaron al Ford Mustang de Hector Fraire yendo a toda mecha por la John Kilpatrick, que es una autopista de peaje que circunda la ciudad de Oklahoma por los lados norte y oeste (o sea, aquí). La primera vez que lo pillaron, marcaba 176 mph, que son unos ridículos 283 km/h.
Fraire, un joven de 19 años, se enfrenta ahora a dos cargos muy serios: conducción temeraria y delito de huida. Este último cargo equipara una huida realizada a 30 mph (50 km/h) por encima del límite permitido con la huida produciendo daños a terceros. En esa vía, el límite de la mayoría de tramos está en 75 mph (120 km/h).
La policía explica que pudo dar caza al fugitivo aprovechando un semáforo en rojo. Según los agentes, el conductor abrió la ventanilla y dejó caer las llaves del vehículo. Ahora, Fraire se enfrenta a una posible pena de prisión, además de la suspensión de su permiso de conducir por un periodo de hasta tres años.
La cuestión es: ¿de qué Ford Mustang se trata? Cuenta la policía que era un modelo de 2011. Según Automobile Catalog, un 2011 Ford Mustang V6 normalito alcanza, en teoría, 159 mph (256 km/h), mientras que el 2011 Ford Mustang GT llega hasta las 172 mph (277 km/h), siempre sobre el papel. Si nos fuéramos a un 2011 Shelby Mustang GT500, hablaríamos de 191 mph (307 km/h).
La cuestión también es: ¿cómo puede un chico de 19 años tener un bicho que sobrepasa la velocidad máxima de esta barbaridad rodante? ¿Y cómo es que se detuvo en el semáforo y entregó las llaves tras haber huido de la policía?
Nota: no, la imagen de cabecera no corresponde a un Ford Mustang de 2011.
Vía | News Oklahoma | KFOR News Channel