Si no fuera porque Liberty Buick GMC opera en Charlotte (Carolina del Norte, Estados Unidos), se diría que aceptar pedidos de coches que no existen es una maniobra comparable a aquello de vender pisos sobre plano que se hacía en algún país de por aquí, o a lo de matricular coches para quedar bien en la foto antes de que suenen las campanadas del Año Nuevo. Pero no es el caso.
De hecho, no se sabe cuál es la razón que lleva a Scott McCorkle a aceptar en su concesionario pedidos de los Buick Grand National y Buick GNX, ni tampoco se sabe por qué explica que estos modelos llegarán en 2015 para satisfacer la creciente demanda. Porque, por lo visto, General Motors no tiene intención alguna de llevar a producción esos coches. ¡A producción! No es que hayan roto stock o haya lista de espera, no. Es que los coches que vende McCorkle simplemente... no existen.
El Grand National fue una versión que tuvo el Buick Regal en su segunda generación. General Motors lo lanzó en 1982 tras ganar la Copa de Fabricantes en 1981 y 1982 y haciendo un guiño con la denominación a las Winston Cup Grand National Series de la NASCAR. Pasó el tiempo y el Grand National se hizo turbocomprimido (1982) y de inyección (1984). En 1987 llegaría de la mano de McLaren Performance Technologies y ASC el Buick GNX, que vemos sobre estas líneas.
Sin embargo, estos grandes clásicos de la Historia del Automóvil se quedaron donde se quedaron. Desde 1988, el Buick Regal ha sido, generación tras generación, un sedán sin aquel tono deportivo, y al parecer no hay indicios de que la cosa vaya a cambiar próximamente, por más que le duela a los clientes de Scott McCorkle. Sí que hubo un proyecto de emplear la misma plataforma que utiliza el Cadillac ATS y ponerle el motor del Cadillac ATS-V, pintando el Buick resultante de negro, tal y como eran los Grand National de 1984 en adelante. Pero hasta la fecha no hay nada confirmado. Y menos aún, a la venta. Salvo en el Liberty Buick GMC de Charlotte, claro está.
Vía | AutoBild < GM Authority