Podría pasar perfectamente desapercibido en cualquier película de terror ambientada en los años 70 o ser la máquina perfercta para que Eric Draven consumase su venganza.
Como no, para que un coche de estas caracterísitcas sea lo que tiene que ser, debe tener un motor que asuste a cualquier monstruito que se decida a conducirlo, así de Bobby cambió el motor de serie por un HEMI de 509 ci (8.341 cc) y 740 CV con la admisión totalmente artesanal. La transmisión de 6 velocidades G-Force es la encargada de pasar la potencia de esta bestia a las ruedas traseras, unas BFGoodrich g-Force 295/45R20, siendo las delanteras un poco menores en tamaño, 245/35ZR19.
Por si su aspecto exterior no le confiere el suficiente halo oscuro, este coche tambien sufrió de una pequeña maldición. Mientras lo restauraron, quitaron una pegatina de una diablesa que el anterior dueño puso en el parabrisas. A partir de ahí, todo fueron problemas y múltiples quebraderos de cabeza con el motor, hasta que decidieron recolocar a “She Devil” en el motor y todo volvió a la normalidad.
Comparando este coche con el concept del Dodge Challenger, los más profanos en el tema de clásicos americanos tendrían serias dudas entre cual es el coche clásico y cual el prototipo de nueva producción.
Más información | Popular Hot Rodding (en inglés)