Buscar coche en el mercado de segunda mano se ha convertido en una tarea que requiere mucha paciencia y una buena dosis de suerte para encontrar la unidad perfecta.
Que los precios no dejen de subir día tras día no ayuda y es todavía más complicado cuando se busca algo muy concreto, como un descapotable con etiqueta de la DGT por menos de 5.000 euros
Todavía hay descapotables baratos, pero no son el Mazda MX-5 o el BMW Z3
Es inevitable, todos los años me pasa lo mismo: cuando llega el buen tiempo me apetece volver a meter un coche descapotable en el garaje. Hace mucho tiempo y con un presupuesto muy limitado, lo hice con un Peugeot 206 CC, pero las cosas han cambiado mucho y los precios en el mercado de segunda mano se han disparado, por lo que ya no es tan fácil comprar un cabrio barato. Eso sí, no es imposible.
Hace no mucho, cuando hablábamos de descapotables baratos de segunda mano había muchas opciones (y muy interesantes) que se ajustaban a presupuestos realmente bajos: Mazda MX-5 NA, Mazda MX-5 NB, MG TF y MG F, BMW Z3, Mercedes-Benz SLK, Audi TT Roadster, Fiat Barchetta, Toyota MR2, Honda CRX...
Unos eran más divertidos que otros, también los había más o menos fiables, así como más baratos o más caros de mantener, pero todos tenían una cosa en común: se podían comprar por “cuatro duros”. Y como el mercado de los descapotables siempre está en movimiento, si te cansabas del coche, podías venderlo enseguida, incluso sin perder dinero.
Pero esos tiempos ya pasaron y ahora es impensable comprar una unidad de Mazda MX-5 por menos de 5.000 euros, al menos en condiciones aceptables (las unidades que merecen la pena ni siquiera bajan de 10.000 euros). Y lo mismo se puede decir con cualquiera de los modelos mencionados.
Por suerte, a finales de los años 90 y durante la primera década de los 2.000 hubo una fiebre por los descapotables y muchas marcas se animaron a lanzar un cabrio. Daba igual el segmento, se vendían como churros, en parte porque fue la época en la que se popularizaron los descapotables con techo duro retráctil de accionamiento eléctrico, un componente que ponía más fácil lo de utilizarlos a diario.
También fue la época del “boom” de los motores diésel, por lo que mucha gente, animada por los techos duros y estas mecánicas con mucho par y poco consumo, se animó a comprar un descapotable para el día a día. Mientras tanto, los roadster puros, como el citado MX-5 o el Z3, también triunfaron, por lo que las calles se llenaron de descapotables.
Muchos años después, buena parte de esos coches siguen funcionando. Como ya no es tan fácil comprar un descapotable nuevo (por el precio que tienen y porque hay menos oferta), estos modelos son una buena opción para los que buscan un coche de este tipo. Los roadsters puros son menos asequibles, por los cabrios más “mundanos” siguen siendo bastante baratos.
Por menos de 5.000 euros hay muchas opciones, pero muchos de los descapotables que se ajustan a ese presupuesto tienen muchos años y ni siquiera tienen etiqueta de la DGT, por lo que se ven afectados por las restricciones al tráfico de las ZBE.
El distintivo de la DGT ya es uno de los requisitos más importantes a hora de buscar coche de segunda mano. Pero, que no cunda el pánico, hay descapotables con etiqueta por menos de 5.000 euros. He seleccionado cinco que tendría en cuenta si buscase un descapotable con estas condiciones.
Peugeot 206 CC
El primero de la lista es el Peugeot 206 CC. Buscaría el gasolina 2.0 de 136 CV que compartía este motor atmosférico de cuatro cilindros con el Peugeot 206 GTi. Como este modelo se vendió tanto, hay muchas unidades por menos de 4.000 euros. Es un coche fiable, con un consumo moderado y un mantenimiento barato y sencillo.
Aunque es un 2+2, las plazas traseras son ridículas, por lo que, en la práctica, solo sirve para dos personas. A cambio, el maletero es grande (410 litros), siempre que el techo no esté guardado.
A nivel dinámico, el 136 CV es mejor que el gasolina de 1.6 litros y 110 CV, pero no está al nivel del 206 GTi porque pesa más y tiene menos rigidez. Eso sí, gasta más que el 1.6 HDi de 110 CV, pero es más suave, más cómodo, más fiable y está más barato en el mercado de segunda mano.
Renault Mégane Coupé-Cabriolet
Otro clásico entre los descapotables de los primeros años 2000 es el Renault Mégane Coupé-Cabriolet. A diferencia el Peugeot 206 CC, es un segmento C, por lo que es un coche más grande y, por lo tanto, más amplio por dentro y con un maletero más aprovechable (490 litros).
También hay muchas unidades a la venta porque se vendió muy bien y, como se comercializó hasta 2006, hay opciones con la etiqueta C de la DGT. También es fácil encontrarlo por menos de 4.000 euros, mejor con el motor de gasolina 2.0 de 135 CV que con el gasolina 1.6 de 115 CV.
Hubo un gasolina 2.0 turbo de 165 CV que se mueve mejor, además de ser muy fiable, pero es más complicado encontrar unidades que se ajusten a los 5.000 euros de presupuesto, si bien es cierto que alguna hay. También hubo un diésel 1.9 dCi, pero solo los últimos tienen etiqueta de la DGT.
Opel Tigra TwinTop
El tercero de la lista es más moderno que los anteriores, pero también hay menos unidades a la venta. Se trata del Opel Tigra TwinTop, un pequeño descapotable biplaza de techo duro retráctil que apenas medía 3,92 metros de largo, pero contaba con un maletero de 440 litros.
Llegó en 2005, por lo que casi todos los que se vendieron tienen etiqueta de la DGT. Se podía comprar con un motor gasolina de 1.4 litros y 16 válvulas que desarrollaba 90 CV.
Este último fue la opción más popular, por lo que la mayoría de unidades que se venden de segunda mano utilizan esta mecánica. Además, hubo un gasolina de 1.8 litros y 125 CV, así como un diésel 1.3 CDTi de 70 CV que gastaba muy poco, pero era lento (más de 15 segundos en el 0 a 100 km/h).
Con el 1.4 de gasolina no es que fuese un tiro, (necesitaba 12,4 segundos para alcanzar los 100 km/h desde parado), pero la relación entre rendimiento y consumo era buena. Es un motor duro, de mantenimiento sencillo y barato, y como muchas unidades se matricularon de 2006 en adelante, es fácil encontrar una con etiqueta C.
Ford Street Ka
El cuarto de la lista es un coche muy singular por ser un descapotable del segmento A: el Ford Street Ka. Es uno de los mejores ejemplos de esa fiebre por los cabrio que hubo en los años 2000 porque las marcas descapotaban cualquier modelo, incluso uno tan pequeño como el Ka.
Se puso a la venta en 2003, únicamente con un motor, un gasolina atmosférico de 1.6 litros y cuatro cilindros que desarrollaba 95 CV, el mismo que utilizó el Ford SportKa.
No era mucha potencia, pero hablamos de un coche que medía 3,65 metros de largo y pesaba menos de 1.140 kg (en lugar de techo duro utilizaba capota de lona), por lo se movía relativamente bien: hacía el 0 a 100 km/h en 12,1 segundos y alcanzaba los 173 km/h.
Solo tiene dos plazas y el maletero es pequeño (214 litros), por lo que la practicidad no es su punto fuerte, pero es ágil, sobre todo en ciudad, no gasta demasiado y, como casi todos los motores atmosféricos de cuatro cilindros de esa época, es fiable y muy fácil de mantener. Solo estuvo a la venta hasta 2007, así que no hay muchas unidades, pero casi todas cuestan menos de 5.000 euros.
Chrysler Sebring
El quinto y último coche de esta lista es el más grande: el Chrysler Sebring Cabrio. Era la versión descapotable con cubierta de lona del Chrysler Sebring, una berlina americana del segmento C, y estuvo a la venta entre 2001 y 2006, únicamente con motores de gasolina, por lo que todas las unidades tienen etiqueta de la DGT.
A pesar de medir 4,92 metros de largo, su maletero apenas llegaba a los 320 litros, pero las plazas traseras son verdaderamente aprovechables. Se podía escoger con un gasolina 2.0 de cuatro cilindros y 140 CV o con un gasolina 2.7 V6 de 200 CV. A nivel de rendimiento no había mucha diferencia entre los dos (el cuatro cilindros aceleraba de 0 a 100 km/h en 11 segundos y el de seis cilindros lo hacía en 9,9 segundos).
En lo que sí había diferencia es en el consumo. El V6 era mucho más gastón, además pesaba 150 kg más que el 2.0, llegando hasta los 1.675 kg, pero claro, un coche de este tipo se compra para dar paseos a cielo abierto y un seis cilindros siempre es mejor para cumplir ese objetivo porque tiene un tacto (y un sonido) más agradable. Además, es uno de los seis cilindros más baratos que se pueden comprar. En 2007 se renovó y llegaron los motores diésel a la gama, pero este modelo es más caro.