Buscar un coche de segunda mano no es fácil, y menos ahora que los precios se han disparado, pero puede ser todavía más complicado cuando buscas algo barato, fiable (siempre que esté bien mantenido), que gaste poco y que tenga etiqueta medioambiental de la DGT, como mínimo el distintivo B para evitar las restricciones de las ZBE (zona de bajas emisiones) que cada vez tienen más poblaciones.
Pero, que sea difícil, no significa que sea imposible. Hay varias opciones que se ajustan a esos requisitos, de hecho, existen alternativas de varios segmentos que cubren distintas necesidades, desde pequeños urbanos hasta berlinas, en todos los casos con etiqueta de la DGT.
Suzuki Swift
El Suzuki Swift es un pequeño utilitario barato, económico de mantener, muy poco gastón y muy fiable, tanto con motor diésel como con motor de gasolina, si bien es cierto que ese último es todavía más duro y también es un mechero, como el diésel.
Aunque es pequeño, el espacio en las plazas traseras es bueno, si bien es cierto que a costa de sacrificar la capacidad del maletero. En cualquier caso, es un coche enfocado al uso en ciudad, donde se mueve como pez en el agua.
Llegó a España en 2005, así que todas las unidades de gasolina tienen etiqueta medioambiental de la DGT, las más antiguas se conforman con el distintivo B, pero casi todas tienen la pegatina C porque se vendieron después de 2006.
Es especialmente interesante la segunda generación del Swift que se comercializó en nuestro país, es decir, el modelo que se vendió a partir de 2010. Con un motor de 1.2 litros y 94 CV, es suficientemente solvente en todos los escenarios porque apenas mide 3,85 metros de largo y pesa alrededor de 1.000 kg.
Una de las particularidades del Swift es que se vendía con tracción delantera y con tracción total. El 4x4 es muy útil en zonas donde hace mal tiempo y nieva habitualmente. Si buscas un extra de picante, el Suzuki Swift Sport de 136 CV es divertido y también es muy fiable.
En el mercado de ocasión hay unidades con pocos kilómetros por menos de 7.000 euros y si tienes un presupuesto más ajustado puedes encontrar muchos Swift de primera generación por unos 4.000 euros, en ese caso, con un motor gasolina de 1.3 litros y 92 CV que también es muy fiable.
Renault Clio
Si lo que necesitas es un coche pequeño, pero diésel porque vas a hacer muchos kilómetros, la tercera generación del Renault Clio es una opción interesante. Entre 2005 y 2009, la fase 1 de este modelo estaba disponible con un motor turbodiésel 1.5 dCi (denominado internamente K9K) con tres niveles de potencia: 70 CV, 85 CV y 105 CV.
En todos los casos gasta poquísimo y el de 85 CV ya es suficiente para que el utilitario francés se mueva bien, eso sí, si lo quieres con etiqueta busca unidades de 2006 en adelante, así que evita los primeros que se matricularon en 2005 porque no tienen distintivo.
En el año 2009 se actualizó y el restyling siguió vendiéndose con el motor diésel 1.5 dCi, pero con más niveles de potencia, por lo que puedes encontrar versiones de 70 CV, de 75 CV, de 85 CV, de 90 CV y de 105 CV. Esta fase 2 es todavía más fiable que el modelo anterior y gasta menos, por lo que es más recomendable. Eso sí, ni el fase 1 ni el fase 2 tienen la etiqueta C en diésel, todos se conforman con la B.
En cuanto a los precios, por debajo de los 4.000 euros hay muchas unidades a la venta, pero con bastantes kilómetros. Lo suyo es buscar ejemplares de la fase 2, es decir, más nuevos, y con menos kilómetros por unos 4.500 euros. También se vendió con carrocería familiar (Grand Tour), por si necesitas un poco más de espacio.
SEAT León
Un segmento por encima del Renault Clio está el SEAT León de segunda generación, conocido internamente por el código 1P. Al ser un compacto, es más práctico y se comporta mejor en carretera, pero no es tan grande como para ser incómodo en ciudad, por lo que sirve para todo. Su segunda generación se puso a la venta en 2005 y las versiones diésel son auténticas rocas.
Como sucede con el Clio, hay que evitar las primeras unidades si necesitas etiqueta medioambiental, pero todos los León diésel tienen distintivo a partir de 2006. Durante el tiempo que estuvo a la venta, de 2005 a 2012, se ofreció con varios motores diésel: 1.6 TDI, 1.9 TDI y 2.0 TDI, todos ellos con varios niveles de potencia.
El más recomendable es el 1.9 TDI, que estuvo disponible con 90 CV y con 105 CV; este último es el más equilibrado y gasta realmente poco, especialmente en las versiones Ecomotive. El 2.0 TDI también es una buena opción porque es más potente (140 CV o 170 CV), pero, en líneas generales, no es tan fiable como el 1.9 TDI.
En el mercado de segunda mano hay muchísimas unidades a la venta y encontrarás muchas con enormes kilometradas encima, pero también las hay con menos kilómetros, todo depende de tu presupuesto.
A partir de 5.000 euros hay unidades más interesantes, tanto con el motor 1.9 TDI como con el 2.0 TDI. Tampoco hay que evitar el 1.6 TDI, no es tan recomendable como los otros dos, pero también es una mecánica frugal y con la que se pueden hacer muchos kilómetros.
Volvo S40
El Volvo S40 es una berlina compacta de 4,47 metros de largo y su segunda generación (de 2004 a 2012) es una opción a tener muy en cuenta. Los motores de gasolina con los que estuvo disponible son agradables y fiables, además, todos tienen etiqueta de la DGT, pero no son precisamente frugales, por eso, los diésel son más recomendables.
Desde el principio se vendió con un 2.0 turbodiésel de 136 CV de origen PSA. Es un motor al que se le pueden hacer muchos kilómetros y que no suele dar problemas, además, gasta realmente poco y da la impresión de que tiene más de 136 CV porque el S40 2.0D se mueve de maravilla.
También están los turbodiésel 1.6D (más tarde denominado D2), D3, D4 y 2.4D (más tarde D5). De todos ellos, el más interesante es el 2.4D/D5 de cinco cilindros porque es un motor extraordinariamente fiable que también ofrece muy buen compromiso entre rendimiento y consumo, aunque no gasta tan poco como el 2.0D.
Una vez más, hay que evitar las unidades que se vendieron antes de 2006 si necesitas la etiqueta de la DGT. A partir de ese año sí tiene distintivo, pero pasa lo mismo que con el SEAT León: hay muchas unidades a la venta con muchísimos kilómetros, por lo que conviene estirar el presupuesto para encontrar ejemplares más interesantes.
Por menos de 5.000 euros hay bastantes opciones y, si necesitas un poco más de espacio, puedes buscar el Volvo V50, que es el mismo coche y cuesta más o menos lo mismo, pero tiene carrocería familiar. Si, por el contrario, tienes bastante con menos espacio, puedes optar por el Volvo C30, que también es el mismo coche, pero en compacto.
Toyota Prius
Para cerrar la lista, un híbrido con etiqueta ECO de la DGT: el Toyota Prius. Este coche no necesita presentaciones porque ya por su quinta generación, pero si buscas uno barato de segunda mano, fiable y con un consumo ridículo, debes fijarte en la segunda y en la tercera generación.
Todo depende de cuánto estés dispuesto a gastar. El segundo Prius llegó en 2003 con 4,44 metros de largo y un conjunto híbrido de 112 CV, pero no hay muchos a la venta; el tercer Prius es más interesante, se estrenó en 2009 y hay muchas más unidades disponibles en el mercado de segunda mano.
Este Prius tiene una carrocería de cinco puertas, mide 4,46 metros de largo y utiliza un sistema híbrido 1.8 HSD de 136 CV que gasta unos 4 l/100 km. Si lo buscas en el mercado de ocasión, verás que hay muchas unidades con más de 300.000 km a la venta, por lo que puedes hacerte una idea de lo fiable que es. Los que están en mejores condiciones y tienen menos kilómetros se venden por unos 10.000 euros y tienen alrededor de 14 años.
Sin salir de Toyota, el Toyota Auris híbrido utilizó el mismo conjunto que el Prius y también es una opción interesante, pero es más pequeño. Es menos amplio por dentro que el Prius, pero, si el espacio no es problema, hay unidades un poco más baratas que el Prius, gasta igual de poco y es igual de fiable. Además, podía estar muy bien equipado.
Tanto en el caso del Prius, como en el del Auris HSD, con el paso del tiempo y, especialmente, de los kilómetros, tendrás que cambiar la batería del sistema híbrido. Es un desembolso importante porque suele costar alrededor de 2.000 euros, por lo que es recomendable buscar unidades que ya tienen la batería cambiada.