¿Qué tiene el Tesla Model S para que se venda tanto?

Muchos conductores siguen siendo reticentes, desconfiados y críticos con los coches eléctricos, quizás por desconocimiento de la tecnología y no fiarse todavía mucho de ella, quizás por la limitada autonomía que tienen estos coches, tal vez por la todavía reducida infraestructura de recarga pública y puede que también por el precio de compra más elevado. Así que en general las ventas de coches eléctricos son minoritarias comparativamente hablando.

El Tesla Model S es un coche eléctrico, de una marca sin apenas antigüedad, historia o renombre, y además no es precisamente asequible, pero aun así se vende muy bien. En Estados Unidos el modelo tiene ya una cuota de mercado en el segmento premium-lujo del 8,4%, vendiendo en según qué meses más que ciertos modelos de berlinas grandes de BMW o Mercedes-Benz.

De hecho venden todo lo que fabrican y de la factoría salen ya entre 400 y 500 unidades a la semana. Es tal la demanda de este coche que la marca incluso se está planteando aumentar la producción a 800 unidades semanales.

Por ahora, según la versión y equipamiento que se pida, la entrega del Tesla Model S se puede demorar entre uno y tres meses. Aunque es un poco difícil conocer la cifra exacta de ventas, porque la marca en principio prefiere no hablar de ello, se estima que en 2012 se vendieron unas 6.000 unidades y que en el 2013 se podrían llegar a vender otras 20.000 unidades más, con unas 4.750 unidades aproximadamente ya vendidas en el primer trimestre.

Si se vende tanto será por algo

En efecto, si un coche aún siendo eléctrico y nada barato, se vende tan bien, tiene que ser por algo. ¿Qué tiene entonces el Tesla Model S para venderse tanto?

Novedad

No podemos descartar este factor como acicate de las ventas del coche. Estamos hablando de una berlina de segmento E, tipo premium-lujo, que cuesta, la versión más barata, con impuestos y sin descontar ayudas, 72.600 euros, y cuya versión más completa y equipada con extras puede superar los 120.000 euros (en EE.UU. el precio viene a oscilar entre los 70.000 y 120.000 dólares, sí, al cambio sale más barato, pero hay que recordar que se pagan menos impuestos en la compra de un coche que en Europa).

Claramente no está orientada a un público general, sino a clientes más pudientes y selectos. Y este tipo de clientes suelen valorar más aquello que es nuevo, diferente, menos visto y exclusivo. Un Mercedes-Benz, un BMW, o un Audi, por citar tres ejemplos, se ven con bastante frecuencia por la calle, aunque sea porque hay también muchos modelos. Un Tesla se ve muy poco.

Este aspecto, sin embargo, podría ser un arma de doble filo, pues después de un período inicial de novedad, podría descender el interés. Veremos cómo evoluciona.

Diseño

El diseño también tiene que ayudar. Podríamos tener un coche magnífico, pero como no entre por la vista no habrá quien lo venda. El diseño de Franz von Holzhausen, que antes estuvo en Volkswagen, General Motors y Mazda, resulta atractivo, dinámico, moderno, proporcionado y elegante, incluso con toques de gran turismo inglés, y gusta a la mayoría de las personas que lo ven.

Tecnología

No tener que hacer un coche asequible tiene ciertas ventajas: se puede gastar más dinero en tecnologías que permitan al coche ofrecer más que otros. Tesla Motors sin duda ha aprovechado esto muy bien para acabar (o casi) con una de las principales limitaciones de los coches eléctricos: la autonomía y la recarga.

Mientras que un coche eléctrico de precio más o menos asequible tiene que conformarse con unos 200 km de autonomía homologada, el Tesla Model S homologa ni más ni menos que 500 km (NEDC). Y esto hace que la ansiedad por la autonomía desaparezca. De hecho, comparativamente hablando, si pensamos en una berlina grande, muy potente, de cambio automático y de gasolina, la diferencia de autonomías ya no parece tan exagerada.

Como las baterías suponen mucho peso en un coche eléctrico, Tesla ha construido bastidor y carrocería del Model S en una aleación de aluminio de alta resistencia. El resultado es que consigue que este coche de 4,97 m de largo pese solo un poco más que uno similar, con una diferencia que no suele superar el 10%.

Pero también hay tecnología en la infraestructura que Tesla Motors piensa como servicio para quien se compra un coche: la red de supercargadores gratuitos que permiten realizar recargas ultra-rápidas a 120 kW de potencia, para volver a tener 500 km de autonomía en menos de hora, son otro gran valor sin duda. Y además se complementarán con las estaciones de cambio rápido de batería en 90 segundos (aunque no serán gratuitas, pero ahí están por si acaso).

Prestaciones

Hace unos días, por casualidad acabé llegando a un artículo de 2010 de cierto medio que hablaba de los coches eléctricos, y entre los inconvenientes que se citaban aparecía que los coches eléctricos eran lentos. Bien, eso ha cambiado mucho ya.

Y Tesla Motors lo ha hecho además como nadie: la versión más potente del Tesla Model S tiene 422 CV (310 kW) y 600 Nm de par. Esa potencia podría parecer no demasiada para una berlina de algo más de dos toneladas, pero como ya he dicho en otras ocasiones, y estará de acuerdo cualquiera que haya probado un coche eléctrico, esos caballos rinden como si fueran más.

El Tesla Model S 85 Performance acelera de 0 a 100 km/h en solo 4,4 segundos. Para que nos hagamos una idea eso es más rápido que un Maserati GranTurismo Sport con motor V8 de 460 CV (4,7 s) y prácticamente lo mismo que un BMW M5 con motor V8 de 560 CV (4,3 s) o incluso un Porsche 911 Carrera S (4,3 s). Ahí es nada.

Sentimiento Medioambiental

Este último factor, aunque quizás menos presente por el tipo de coche del que se trata (grande, potente, lujoso), también podría ayudar algo. Sea como fuere, un cliente con dinero para comprarse este tipo de coches, si tiene cierto sentimiento medioambiental, y le preocupa un poco el consumo de gasolina y emisiones, bien podría inclinarse por la berlina eléctrica.

Es más eficiente en su funcionamiento, incluso teniendo en cuenta la recarga, no genera emisiones locales, no es necesariamente dependiente del petróleo, e incluso puede recargarse con fuentes renovables, o por qué no, con unos paneles solares instalados en casa (aunque esto último en España parece que nos lo van a poner cada vez más complicado).

En Motorpasión Futuro | Tesla Motors

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