Es una réplica a tamaño real del monoplaza que condujo Dan Wheldon cuando este año ganó las 500 Millas de Indianápolis. Se le ha incluido una pantalla plana con soporte y el videojuego IndyCar Series 2005. Ojo, aunque no “anda”, cuesta 65.000 dólares, más que la mayoría de nuestros coches.
Vía | Xataka