La pasión por los coches suele forjarse desde niños. A algunos les llegó a través del Scalextric, como a Ares o a Camós, y a otros con los Matchbox o los Hot Wheels. Todavía recuerdo, siendo bastante pequeño, que un vecino tenía un circuito de Scalextric enorme que ocupaba todo el salón de su casa, literalmente.
Sin embargo en mi casa, que no había mucho sitio para montar semejantes circuitos, nunca hubo Scalextric. Así que yo me buscaba la vida con cosas que ocuparan menos espacio, como los cromos, algún Matchbox y algún Hot Wheels (ambos de la juguetera Mattel), amén de algún pequeño coche teledirigido que me apasionaba. Con todo, unos cochecitos a escala que me dejaron muy buen recuerdo fueron los Micro Machines.
Si no son Micro Machines, no son los auténticos
Todavía me acuerdo del eslogan de los anuncios de la tele que decían a toda velocidad. Los micromachines originales son un producto completamente ochentero. Fue un tal Clem Heeden a quien debemos la creación de los Micro Machines, cuando trabajaba para una de las jugueteras más importantes de Estados Unidos, Galoob.
Puede que te suene el nombre de Galoob, si tuviste vídeoconsola a finales de los 80 y principios de los 90, porque distribuyó los cartuchos para trucos y para hackear vídeojuegos llamados Game Genie, que había desarrollado Codemasters. Galoob en 1998 fue comprada por Hasbro, juguetera también americana, que ahora mismo es la más importante del mundo. En España los distribuía Famosa.
Ponte en situación: la primera colección de micromachines data de 1987. Eran los tiempos de La Nintendo (o sea, la NES), que se había lanzado en EE.UU. en 1985 y en Europa en 1986. De hecho, pocos años después, se lanzó la GameBoy, en 1989 en EE.UU. y en 1990 en Europa, la vídeoconsola portátil más famosa de la historia.
Los Micro Machines eran reproducciones de coches reales a escala muy reducida, aproximadamente 1:152, muy pequeñitos, de ahí su nombre. Tenían cierto toque cartoon porque las ruedas solían quedarles un poco grandes, pero resultaban de lo más simpáticos, sobre todo porque, pese a su pequeño tamaño, solían tener bastantes detalles.
Para coleccionar y jugar, no para competir
Mientras que los coches de Scalextric estaban hechos para competir, y de hecho se organizaban campeonatos de lo más reñidos, pues no se quedaba el asunto solo para correr con los amigos en casa, los Micro Machines eran coches para coleccionar y jugar por casa. Es una pena no haber comprado más cochecitos en su día, porque hicieron múltiples series y colecciones, con algunas reproducciones muy conseguidas de auténticas joyas del automóvil.
Conste que en Micro Machines no solo se hacían coches, también había camiones, máquinas de obras, vehículos militares, motos, barcos y hasta aviones y helicópteros. También se hacían pequeñas ciudades con casi de todo, que o bien se desmontaban y te cabían en los bolsillos, o bien eran una solución plegable que se transformaba, por ejemplo en un camión, cuando todo quedaba recogido.
El momento de mayor éxito de los Micro Machines tuvo lugar en los años 90, de hecho, tanto éxito tuvieron, que hasta también hubo varios videojuegos, realizados por Codemasters, por cierto. Yo recuerdo con cariño el de MegaDrive, la mar de divertido.
Hasta el año 2007 siguieron fabricándose micromachines que se vendían ya solo en algunos países, como por ejemplo Italia. En los últimos años también se hicieron algunas series especiales de Micro Machines sobre La Guerra de Las Galaxias (bueno, ahora hay que decir Star Wars, pero antes era así).
En todos estos años ha habido de todo: hot rods, muscle cars, clásicos americanos, deportivos europeos, clásicos europeos, corredores callejeros, coches de rally, monoplazas de Fórmula (F1, Indy). Llegó incluso a haber micromachines "de lujo" en los que, aunque seguían siendo diminutos, se podían abrir las puertas, el capó y el maletero.
La lista de coches era casi interminable: AC Cobra, Audi Quattro, Chevrolet Camaro, Chevrolet Corvette, Dodge Charger, Ferrari F40, Ford GT40, Lamborghini Diablo, Mercedes-Benz SL, Pontiac GTO, Porsche 911, Volkswagen Escarabajo...
Mis Micro Machines favoritos
Ah, no los pude tener todos, pero algunos de los que más me gustaban eran estos:
El Audi Quattro, réplica del coche de rally de 1980, que además de chulo derrapando sobre tierra, creó el concepto de tracción integral que lleva su nombre, y que continúa llamándose así en los Audi que se venden hoy en día.
El Ferrari F40, a poder ser en rojo, coche mítico donde los haya, y diría que todavía uno de los Ferrari más bonitos de la historia, diseñado por Pininfarina, y un coche realmente rápido, con 1.100 kg de peso y 478 CV.
El Lamborghini Countach, con el alerón posterior, por supuesto. Y es que menudo diseño tenía este Lambo del año 73. Yo me quedo con el LP500S del 82, con motor V12 de 375 CV.
El Ferrari Testarossa. No sé si es por ser superochentero, o porque salía en la tele (en Corrupción en Miami, en color blanco), este Ferrari de Pininfarina de 1984, con motor bóxer de 12 cilindros y 390 CV, es otro de esos diseños magistrales.
Foto de portada | Agradecimiento especial a mi padre, que sacó una foto de lo más original
Imágenes | Micro Machines World, Curiosando708090
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